martes, 23 de abril de 2013

Todo sobre hombres lobo


Hombre Lobo

 Que son los hombres lobo: El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos, y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de «hombres bestia». Todas las características típicas de aquel animal - como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez- son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Según las creencias populares, este hombre lobo puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, generalmente cuando sale la luna llena.
En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias contemporáneas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales, aunque algunas clásicas dicen que se puede matar cortándole la cabeza y arrancándole el corazón.
Nadie sabe con exactitud cuándo se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de diversas patologías. Así parecen indicarlo algunos casos datados, como, en España, el de Manuel Blanco Romasanta, en cuya vida se basan las películas El bosque del lobo, y Romasanta. La caza de la bestia (2004).
Etimología de la palabra: La palabra licántropo tiene su raíz en el griego lycanthropus y este a su vez de las palabras griegas: λύκος, lýkos ['lobo'] ; άνθρωπος, ánthrōpos ['hombre'].
Otra expresión utilizada es lobizón cuya etimología proviene del portugués lobisomem (lobo + homem), «hombre-lobo».
Características: En algunos países y culturas otros animales desempeñan el papel del hombre lobo. Así, en África aún se cree en hombres hiena u hombres leopardo; en India se pensaba que los tigres enemigos de los hombres eran capaces de convertirse en humanos para atraer a estos. Abundan hasta hoy en Latinoamérica las leyendas de los «hombres-tigres», asociados con yaguaretés, jaguares, otorongos o pumas ya que éstas son las fieras más temidas en ese continente. Los dos mitos más importantes son: el runa uturuncu, «indio-tigre» u «hombre-puma» en el quichua del noroeste argentino;1 2 b) el Yaguareté-Abá o «tigre-capiango» de las leyendas guaraníticas del noreste argentino y Paraguay.3 4 Estas leyendas aparecen también en la obra póstuma del poeta Leopoldo Lugones.5 Sin embargo, desde cierto punto de vista no sería apropiado llamar a todos los seres citados anteriormente como licántropos ya que como se puede ver en la etimología de arriba, la palabra licántropo designa a un hombre lobo.
El mito de los hombres lobo parece (o es) originario de Europa, y estaba muy vinculado con otras supersticiones y la magia negra. El mito es esencialmente masculino y, entre las causas de que un ser humano se convirtiera en hombre lobo, las más frecuentes eran las siguientes:
Ingerir ciertas plantas vinculadas tradicionalmente con los lobos y la magia negra.
Beber en el mismo lugar donde lo hubiera hecho un lobo.
Cubrirse con la piel de un lobo.
Dormir desnudo a la luz de la luna llena.
Usar una prenda hecha de piel de lobo.
Adquirir la capacidad de transformarse en lobo mediante magia y sortilegios.
Ser mordido por otro Hombre Lobo (ésta última forma era la más común).
Tener relaciones sexuales con un hombre lobo.
Nacer después de mellizos o gemelos siendo hijo varón.
En todos los casos la explicación tradicional del mito parece solapar la violación de alguna norma natural o social. Puede, como el más moderno y literario mito de El hombre y la bestia, resumir las tendencias conscientes y sociales del hombre y sus tendencias pulsionales inconscientes, incluso más que pulsionales: instintivas previas a la socialización del sujeto.
Según la tradición, la mayoría de los hombres lobo no se transforman en tales voluntariamente (sólo los magos y los hombres lobos auténticos, es decir, no malditos, pueden hacerlo); son víctimas de una maldición, y sufren enormemente a la hora de su metamorfosis. Lo que es peor, al transformarse pierden completamente la conciencia humana y se vuelven peligrosos, incluso para sus seres queridos. La única manera de librar a un hombre lobo de su maldición es dándole muerte, lo cual no es nada fácil; debe hacerse con un instrumento de plata, ya sea un bastón, un cuchillo o una bala, aunque en algunas zonas de la península Ibérica hay un ritual consistente en cortarle la cabeza y arrancarle el corazón.
Un hombre lobo es un hombre completamente normal la mayor parte del tiempo, y se comporta de manera natural, aunque un poco velludo, y con los sentidos más desarrollados (especialmente el olfato), además de estar en buen estado de salud y forma física.
No es sino durante la noche de Luna Llena cuando se transforma, pues la luz de este astro es la que controla sus transformaciones. Aunque varía según las versiones, el aspecto de un Hombre Lobo transformado puede ir desde un Lobo auténtico aunque más grande de lo normal, hasta un humanoide peludo y con colmillos que va en busca de carne humana.
Transformación en hombre lobo: Las leyendas históricas describen una gran variedad de métodos para convertirse en hombre lobo. Una de las más sencillas es la de desnudarse y usar un cinturón hecho de piel de lobo, probablemente un sustituto de asumir toda la piel del animal que también es frecuentemente descrita para este proceso. En otros casos el cuerpo se frota con savia mágica. Otras maneras también consideradas para lograr la metamorfosis son el beber agua que esté sobre la huella del animal o beber de ciertas fuentes encantadas. 'Olaus Magnus u Olaus Vormius dijo que los hombres lobo de Livonia fueron iniciados al drenar una copa de cerveza especialmente preparada mientras se repetía una fórmula. Ralston, en sus Canciones sobre la gente rusa da una forma de encantamiento que aún es familiar en Rusia. También se dice que cuando una mujer da luz a seis niñas, nacerá un séptimo varón y será un hombre lobo.
En el folclore gallego, portugués y el de Uruguay,Argentina y Brasil, es el séptimo de los hijos varones. Destaca que esta creencia estuvo tan extendida en Uruguay, Argentina y Paraguay, donde el hombre lobo derivo o se fusiono en la leyenda del ser llamado el lobizón o luisón, en que los séptimos hijos eran abandonados, cedidos en adopción o asesinados. En 1907 el presidente de Argentina hizo el primer padrinazgo oficial, y en 1973 emitió un decreto para legalizar esta costumbre. El Estado ahora les otorga una medalla de oro en su bautismo y una beca escolar hasta la edad de 21 años. Esto logró finalizar con los abandonos de niños, y aún es tradicional que el presidente sea el padrino de los séptimos hijos.
En otros casos la transformación se logra supuestamente mediante agentes satánicos a los que se somete voluntariamente, y eso se hace con los fines más desagradables, en particular por la gratificación del anhelo de la carne humana (la carne humana que el licántropo puede anhelar puede entenderse como tal —es decir, una antropofagia relacionada con casos de psicosis— o, puede entenderse figuradamente como el deseo sexual sin censura alguna). Richard Verstegan escribió:
«Los hombres-lobo, son ciertos hechiceros, que al untar sus cuerpos con un ungüento que ellos elaboran con el instinto del diablo, y lo ponen en cierta faja encantada, no sólo a la vista de otros lucen como Lobos, sino que su propio pensamiento tiene la forma y naturaleza de lobos, tan pronto como estos visten la faja mencionada. Y disponen de sí mismos como Lobos, al mordisquear y matar, en especial a criaturas humanas»
Tales eran los puntos de vista acerca de la licantropía a través de Europa Continental cuando Verstegan escribió: «Los ungüentos y las savias en cuestión pueden contener agentes alucinógenos (en particular los derivados de la belladona)».
Hay teorías que dicen que a los licántropos, cuando no están convertidos en lobos, el pelo de lobo les crece hacia adentro, y cuando es lobo, le crece la piel hacia afuera; así que cuando se transformase, le daría vuelta a su propia piel.
También existen varios métodos para eliminar la forma bestial. El más simple era el acto de desencantar (funcionando en sí mismo o en una víctima), y otro era el retiro del cinturón o piel del animal. Otros métodos de posibles curas son: arrodillarse en un punto durante cien años, ser reprochado por ser un hombre lobo, ser saludado con el signo de la cruz, ser llamado tres veces por el nombre bautismal, ser golpeado tres veces en la nuca con un cuchillo, o al menos derramar tres gotas de sangre. Muchos cuentos folclóricos europeos incluyen lanzar un objeto de hierro sobre o hacia el hombre lobo, para que éste revele su forma humana.
La licantropía es la mitológica habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o licántropo. El término viene del griego antiguo lykanthropos (λυκάνθρωπος): λύκος, lýkos ('lobo') + άνθρωπος, ánthrōpos ('hombre'). La palabra también se puede utilizar para referirse al acto de transformación a otro humano lobo.

Historia: Muchos países y culturas europeas tienen historias sobre hombres lobo, incluyendo España, Grecia (lycanthropos), Bulgaria (varkolak, vulkodlak), Serbia (vukodlak), Rusia (volkodlak), Polonia (wilkolak), Rumania (vârcolac), Inglaterra (werewolf), Alemania (Werwolf), Suecia (Varulv), Francia (loup-garou), Galicia (lobishome, lobo de xente), Portugal, Brasil y Paraguay (Luisón o Lobizón, lobisomem), Uruguay,Argentina (Lobizón), Lituania (vilkolakis y vilkatlakis) y Estonia (libahunt).
Según la leyenda, el primer hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente. No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zeus, e incluso se dijo que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.
Al enterarse, el dios Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne de un niño (presuntamente un hijo suyo).
Zeus se dio cuenta, por supuesto, y, encolerizado, condeno a Licaón a convertirse en lobo, y a que todos sus descendientes serían también hombres lobo. Hoy se conoce como licaón al perro salvaje africano, un pariente de los lobos.
La historia de Licaón provee uno de los primeros ejemplos de la leyenda del hombre lobo. De acuerdo a la historia de Licaón, este se transformaba en un lobo como resultado de comer carne humana; un testigo que estuvo presente en un sacrificio periódico en el Monte Licaón dijo sufrir un destino similar. Plinio el Viejo, dijo citando a Euanthes (Historia Naturalis viii. 22/34. 81): que un hombre de la familia de Anthus fue seleccionado por Lot y fue llevado a un lago en Arcadia, donde colocó su ropa en un árbol y nadó a través del lago. Esto dio como resultado su transformación en un lobo, y vagó en esta forma durante nueve años. Entonces, si durante este tiempo él no atacaba a ningún ser humano, tendría la libertad de nadar de regreso y volver a su forma original.
Probablemente las dos historias son idénticas, aunque no se haya mencionado del sacrificio de Licaón por los descendientes de Anteo. Heródoto (iv. 105) menciona que la tribu de los Neuri, un pueblo que él ubica al noroeste de Escitia, se transformaban anualmente durante algunos días. Virgilio también estuvo familiarizado con la transformación de seres humanos en lobos (véase Eglogas viii. 98). En la novela Satyricon, escrita por Cayo Petronio cerca del año 60, uno de los personajes recita una historia sobre un hombre que se convierte en lobo.
A partir de ese momento los hombres lobo parecen haberse multiplicado, al llegar la Edad Media, los cuentos de hombres que se transformaban en lobo eran comunes y la gente tenía tanta fe en ellos que ni siquiera se atrevía a salir de noche al bosque. Hay que recordar que en aquellos tiempos los lobos auténticos eran comunes y no era raro que atacaran a las personas. Más tarde los lobos fueron cazados y exterminados en gran parte de su área de distribución, pero el temor a los hombres bestia siguió igual de fuerte que antes.
Según las creencias armenias, hay mujeres que a consecuencia de pecados mortales están condenadas a pasar siete años bajo la forma de un lobo. Un espíritu llega a tales mujeres y les da la piel de lobo. Éste les ordena ponérsela, y tan pronto como lo hacen aparecen marcas de lobo en su mano derecha. Una vez que su naturaleza es conquistada, se come a sus propios hijos, uno por uno, después devora a los hijos de sus parientes de acuerdo a la cercanía genealógica, y finalmente ataca a los niños ajenos a su familia. Pasa a vagar entonces solamente durante la noche, y las cerraduras y puertas se abren en su aproximación. Cuando está cerca la mañana, vuelve a su forma humana y se quita la piel de lobo. En estos casos la transformación es involuntaria. Pero junto a esta creencia sobre metamorfosis involuntaria, se encuentran las creencias de que los seres humanos pueden transmutar en animales a voluntad y después reasumir su forma original.
En particular, Francia parece haber sido infestada con hombres lobo durante el siglo XVI, por lo que fueron numerosos los consecuentes juicios. En algunos casos, por ejemplo, los de la familia de Gandillon en el Jura, el sastre de Chalons y de Roulet, todo ocurriendo en el año 1598, había clara evidencia en contra del acusado de asesinatos y canibalismo, pero ninguno asociado con lobos; en otros casos, como el de Gilles Garnier en Dole, 1573, hubo clara evidencia de existencia de algún lobo, pero ninguna en contra del acusado; en todos los casos, con muy pocas excepciones, había una predisposición del acusado en confesar e incluso en detallar las circunstancias de la metamorfosis, la cual es una de los temas recurrentes de brujería medieval. Aun cuando esta fiebre de licantropía (de ambos, acusadores y sospechosos) llegó a su cenit, se decidió en el caso de Jean Grenier en 1603, en Burdeos, que la licantropía no era más que una ilusión enfermiza. Desde entonces el loup-garou dejó de ser considerado como un herético peligroso, y regresó a su posición pre-cristiana como una simple amenaza «lobo-hombre». Las mujeres-lobo (lubins o lupins) fueron consideradas en Francia, no obstante, como hembras tímidas e inofensivas, en contraste con los temidos loup-garou.
De acuerdo con los obispos Olaus Magnus y Majolus, en las provincias de Prusia, Livonia y Lituania, los hombres lobo del siglo XVI eran más destructivos que los «auténticos lobos», y su heterodoxia surge de la aserción de los obispos católicos de que ellos formaron una «escuela maldita» de aquellos «deseosos de las innovaciones contrarias a la ley divina».
Sin embargo, al principio del siglo XVII en Inglaterra, las personas acusadas de brujería eran aún perseguidas celosamente por James I de Inglaterra, para entonces el lobo ya estaba extinto hace largo tiempo, por lo que este piadoso monarca estaba libre (Demonologie, lib. iii.) de acusar a los ware wolfes como víctimas de una ilusión inducidas por una «superabundancia de melancolía natural». Solamente las criaturas pequeñas tales como el gato, las liebres y la comadreja permanecían como vehículos para que el hechicero malo se transformase en ellos.
Los hombres lobo de la dispensación cristiana no eran todos considerados como herejes o viciosamente dispuestos en contra de la humanidad. De acuerdo con Baronius, en el año 617, se presentó un grupo de lobos en un monasterio, y destrozaron a varios frailes quienes mantenían opiniones sobre herejía. Los lobos mandados por Dios despedazaron a los ladrones sacrílegos del ejército de Francesco Maria, duque de Urbino, quien había llegado para saquear el tesoro de la Santa Casa de Loreto. Un lobo vigiló y defendió a San Edmundo Mártir, rey de Inglaterra ante las bestias salvajes. San Odo, Abad de Cluny, asolado por una manada de zorros, fue liberado y escoltado por un lobo (A. de Gubernatis, Zoological Mythology, 1872, vol. ii. p. 145). Gran parte de los hombres-lobo eran personas inocentes y temerosas de Dios, que sufrían a través de embrujos de otros, o simplemente estaban destinados a un destino infeliz, y quienes en forma de lobo se comportaban de una manera admirable, honrando y protegiendo a sus benefactores. El Bisclaveret en el poema William y el Hombre-lobo de Marie de France (c. 1200), el héroe perteneció a esta clase y los numerosos príncipes y princesas, damas y caballeros, quienes aparecieron temporalmente en forma de bestias en los cuentos de hadas alemanes (o Märchen). Véase Blanca Nieves y la Rosa Roja, donde el oso feroz es realmente un príncipe encantado.
De hecho, el poder de transformar a otros en bestias salvajes no sólo fue atribuido a hechiceros malignos, sino también a santos cristianos. Omnes angeli, boni et mali, ex virtute naturali habent potestatem transmutandi corpora nostra (Todos los Ángeles, buenos y malos, tienen el poder de transmutar nuestros cuerpos) fue la sentencia de Santo Tomás de Aquino. San Patricio transformó a Vereticus, un rey de Gales, en un lobo; y San Natalio maldijo a una ilustre familia irlandesa con el resultado de que cada miembro de ella estaba condenado a ser un lobo por siete años. En otras historias la voluntad divina es más directa, en Rusia, se supone que los hombres se convierten en hombres lobo al incurrir en la cólera del diablo.
Ciertas creencias sobre el hombre lobo se basan en acontecimientos documentados. La Bestia de Gévaudan era una criatura que aterrorizó el área general de la provincia de Gévaudan, en el actual Departamento de Lozère, en las Montañas de Margeride al sur de Francia, en el lapso de 1764 a 1767. La bestia fue descrita frecuentemente como un lobo gigante, atacando al ganado y a seres humanos sin distinción. Fue abatida, según los relatos, por Jean Chastel con una bala de plata, de allí el mito de que los hombres lobo solo pueden matarse con este artilugio.
Teorías de su origen: Se ha propuesto una teoría reciente para explicar los episodios de hombres lobo en Europa durante los siglos XVIII y XIX. El cornezuelo, cuya ingestión causa envenenamiento, es un hongo que crece en los lugares donde se cultiva centeno en temporadas húmedas, después de inviernos muy fríos. El envenenamiento por cornezuelo normalmente afecta pueblos completos o por lo menos las áreas pobres de los pueblos, provocando alucinaciones, histeria colectiva y paranoia, así también como convulsiones y en algunas ocasiones la muerte (el LSD se deriva del cornezuelo). El envenenamiento por consumo de cornezuelo se ha propuesto como causa de los individuos que creían ser un hombre lobo, o de todo un pueblo que creyó haber visto a un hombre lobo.
Como la mayoría de los intentos de usar la ciencia moderna para explicar creencias religiosas y folklore, esta teoría es controvertida e insatisfactoria. Por ejemplo, no explica por qué los brotes de histeria sobre brujería y las leyendas de transformaciones en animales que existen alrededor del mundo, incluyendo en lugares donde no hay cornezuelo del centeno. La histeria y la superstición han existido a través del mundo por toda la historia registrada, y, generalmente hablando, el envenenamiento por consumo de hongos no es la razón de todos estos acontecimientos.

Similarmente, algunos investigadores modernos han intentado utilizar condiciones tales como rabia, hipertricosis (crecimiento excesivo del pelo sobre el cuerpo entero) o porphyria (un desorden enzimático con síntomas que incluyen alucinaciones y paranoia) como explicación para la creencia del hombre lobo, aunque los síntomas de esas dolencias no emparejan completamente con el folclore o la evidencia de los episodios de histeria colectiva.
También existe un raro desorden mental llamado Licantropía clínica, en la que la persona afectada tiene una ilusoria creencia de que él o ella se está transformando en otro animal, aunque no siempre es un lobo o un hombre-lobo.
Otros creen que las leyendas de hombre-lobo nacieron como parte del chamanismo y tótems, animales en las culturas primitivas basadas en la naturaleza. El término «teriantropía» ha sido adoptado para describir un concepto espiritual en el que el individuo cree que él o ella tienen el espíritu o alma, en su totalidad o en parte, de un animal no-humano.

Lycaon el primer Hombre Lobo: la leyenda de hombres capaces de convertirse en lobos es muy antigua, la primera de la que se tiene constancia pertenece a la mitología griega y narra la historia de Lycaon el primer rey de Arcadia, esta cuenta como Lycaon fundo un culto pagano a los dioses del Olimpo y en sus ceremonias cometía atroces asesinatos en sus cultos paganos, asesinando a personas inocentes como ofrenda a su supuesto Dios y ofreciendoes su sangre como prueba de su devoción.
 Cuando las historias de las atrocidades que cometían Lycaon y su grupo llegaron a oídos del Dios Zeus, este decidió investigar si eran ciertas las brutales historias que le narraban. Al comprobar que todo era cierto, se presentó ante estos y les reveló su identidad para pedirles explicaciones y administrarles un castigo, los miembros del culto enseguida le hicieron ofrendas para enmendar sus atroces ceremonias, pero Lycaon no creyó que se tratara del Dios Zeus y para probar si era en realidad la Deidad que anunciaba ser, le preparó un festín consistente en carne humana de un niño, pensado que si era el verdadero Dios se daría cuenta enseguida y rechazaría la comida ya que el canibalismo era un pecado muy grande en la cultura griega.
Zeus reconoció inmediatamente en qué consistía la cena y la repudio, ante esto y para evitar la ira de Júpiter, Lycaon huyó al campo; una vez allí Lycaon se dio cuenta de lo que Júpiter tenía reservado para él, y lentamente comenzó a transformarse es un hombre lobo.
El termino licantropía que designa a las personas que se creen lobos deriva del nombre Lycaon.
La creencia de que una persona puede transformarse en lobo esta en casi todas las culturas del mundo, entre las que podemos mencionar:
ARGENTINA: Lobisón es la palabra para llamar al hombre lobo en el norte de Argentina, es el séptimo hijo varón, cuando se convierte en una criatura, con mucho pelo que se asemeja a un lobo, éste vaga por las colinas y montañas y se alimenta principalmente de carroña, pero si se cruza con un ser humano lo atacará y si sobrevive se convertirá en lobisón, otra forma de convertirse en lobisón. En principios de 1900 la leyenda del séptimo hijo varón estaba tan extendida por la República que causó muchos abandonos de bebés como también que muchos se dieran en adopción, y se dice que en algunos casos los padres mataron a sus propios hijos. Debido a esto se promulgó una ley en 1920 a través de la cual el Presidente de la Nación es el padrino del séptimo hijo varón de una familia, con esto el Estado le da al niño una medalla de oro en el día del bautismo y una beca para sus estudios hasta los 21 años de edad. Supuestamente esto terminó con el fenómeno de las familias que abandonaban a sus hijos. La ley tiene todavía sus efectos pero ya es una tradición popular que el Presidente apadrine al séptimo hijo varón.
BRASIL: Bastante parecida a la leyenda argentina en Brasil el séptimo hijo varón se convertirá en lobisomen por primera vez cuando cumpla 13 años solamente por dos horas desde la medianoche hasta la dos de la mañana, durante los viernes de la Cuaresma.
FINLANDIA: Generalmente en Finlandia una persona se convierte en hombre lobo por un hechizo que le hace una bruja a una persona, y son hombres lobos durante días y noches hasta que acaba el hechizo, la forma de romper el hechizo es que una persona lo reconozca y lo llame por su nombre o le de pan para comer.
MEXICO: Se llaman nahual, y es básicamente una leyenda azteca esencialmente se trata de un hechicero capaz de transformarse a voluntad en un coyote negro, en los tiempos pre hispánico fue una leyenda en la que creían muchas personas. Aun cuando los conquistadores españoles no creyeron mucho en esta leyenda sí estaban muy influenciados por leyendas europeas sobre hombres que se transforman en lobos.
Aún hoy en día hay varios grupos indígenas que creen que las personas pueden voluntariamente transformarse en coyotes u otros animales a través de la magia y la hechicería. De acuerdo a las creencias actuales las personas pueden transformarse en animales salvajes haciendo las siguientes cosas: saltando encima de una cruz de madera; entrar en un sueño profundo envuelto en una piel de animal o cubriéndose el cuerpo con un ungüento hecho con hierbas.No todos tienen la capacidad de transformarse en animales, sólo tienen esta capacidad algunas personas, aparte también tienen que ser hechiceros experimentados.
 RUSIA: La persona que desea transformarse en hombre lobo, se interna en un bosque y clava un cuchillo de cobre en un árbol y baila alrededor de este mientras canta determinados conjuros, después de realizar este conjuro el espíritu del lobo tomará su alma.
Como matar a un hombre lobo: Para matar a un hombre lobo la forma más famosa y conocida es con una bala de plata, pero puede ser también una daga o cuchillo de este metal; otros métodos para aniquilar a un hombre lobo son: pegarle en la cabeza con una vara de hierro; hacer que coma algo salado o beba agua con sal; rociarlos con agua bendita.
En general una persona que en las noches de luna llena se transforma en un lobo, durante el día es una persona normal pero tiene ciertas características que podrían delatar tal condición, por ejemplo: tener extraordinariamente largo el tercer dedo de las manos, generalmente duermen con la boca abierta, tener en la forma humana las heridas adquiridas cuando era lobo, un hombre lobo queda exhausto después de la transformación y necesita mucho tiempo para su recuperación.
El Rougarou - Hombre Lobo Norteamericano: “Rougarou” es el nombre con que, dentro del folclore norteamericano, se denomina al mismo tipo de hombre-lobo que, en la mitología de ciertas comunidades francesas, se conoce como “loup-garou”, nombre compuesto por loup, que significa “lobo”, y garou, palabra que expresa la idea de un hombre que se transforma en animal.
“Rougarou” y “loup-garou” designan así a la misma criatura, no obstante en el folclore de Norteamérica el mito adquirió ligeras particularidades, por lo que es mejor hablar de “rougarou” para evitar confusiones, aunque en la práctica se sigan usando ambos nombres indistintamente.
En cuanto a su aspecto, el rougarou luce como un ser con cuerpo de hombre y cabeza de lobo. Dicen que vaga por los bosques y campos buscando a su presa en la oscuridad de la noche, que sus ojos son rojos y están inyectados de sangre, que puede correr de pie aunque suele merodear acechante a cuatro patas, deteniéndose y olfateando hacia izquierda y derecha en actitud depredadora; y, sobre todo, dicen que está sediento de sangre.
El rougarou en el folclore de Luisiana
Fueron los misioneros y colonos franceses quienes, al llegar a Luisiana (actual estado sureño de Estados Unidos situado en el delta del río Misisipi) en el siglo XVII, trajeron con ellos la creencia en el loup-garou, el cual fue principalmente conocido, tiempo después, como “rougarou” aunque siempre se le ha llamado de ambas formas, sabiéndose que los dos nombres hablan de la misma criatura. Según el estudioso Barry Jean Ancelet, la leyenda del rougarou es bastante común en Luisiana, zona en donde muchos se refieren al rougarou simplemente como el “monstruo”.
En las comunidades cajún, grupo étnico formado de exiliados de Acadia (antiguas colonias de Nueva Francia) en el s. XVIII, de Luisiana se cree que el rougarou ronda por los pantanos alrededor de Acadia y la Gran Nueva Orleans. Dentro de estas comunidades la leyenda se usó por generaciones como un instrumento para controlar a los niños, a quienes sus mayores les decían que el rougarou vendría a devorarlos si se portaban mal, cosa que no resultaba poco creíble para los niños teniendo en cuenta que, entre los mismos adultos, estaba difundida la creencia de que aquel que rompiese las reglas religiosas de la Cuaresma por siete años seguidos se transformaría en un rougarou.
Cierta versión de la leyenda dice que el rougarou es un hombre que ha sido condenado a una maldición de 101 días en los cuales, durante el día, se ve constreñido a ocultar su situación y a alejar toda sospecha de él para así no correr el riesgo de ser asesinado. Durante esos 101 días el rougarou se alimentará de sangre y asesinará animales, sobre todo vacas y cabras por ser éstas presas fáciles. Sin embargo lo peor de todo viene al final de los 101 días, momento en el cual necesitará beber la sangre de otro ser humano para así volver a ser normal de nuevo después de haberle pasado la maldición a aquel miserable que usó para sanarse, el cual a su vez buscará a otro ser humano al final de sus 101 días de rougarou y así la maldición perdurará a través de los tiempos indefinidamente…
  Los primeros colones franceses trajeron desde su país natal la leyenda del loup-garou que posteriormente evolucionó hasta formar la palabra rougarou.
Otra versión mucho menos difundida en Luisiana dice que el rougarou es un tipo de jinete sin cabeza e incluso hay cierta versión que plantea que el rougarou es un producto de la brujería puesto que un rougarou sólo puede, o bien ser una bruja que se transformó a sí misma en rougarou, o bien ser alguien que fue maldecido por una bruja y, a consecuencia de esa maldición, se transformó en rougarou.
Finalmente y aunque sólo como elemento del folclore actualmente muerto, existió alguna vez la creencia abiertamente absurda de que a veces, en las noches oscuras y llenas de fuerte viento, los rougarous iban, sobre lomos de murciélagos gigantes, a reunirse un extraño baile en el que participaban gran cantidad de estos hombres lobo…
Según los nativos americanos el rougarou era un ser en comunión con la naturaleza.
El rougarou en el folclore nativo americano
Aunque los nativos se refieren al licántropo como “rugaru” (muy parecido a “rougarou”), aquel nombre no expresa palabra alguna propia de la lengua ojibwa ni está vinculado a ningún idioma propio de tribus nativas cultural o geográficamente cercanas; mas, como sí se ve, tiene mucha semejanza con el francés “loup-garou”.
En el folclore de los nativos americanos existe la leyenda del wendigo, leyenda que fue relatada en una corta y popular historia de Algernon Blackwood. En la historia de Blackwood, toda persona que tenga la desgracia de ver a un wendigo será convertida en uno de estos infames y monstruosos seres.
Semejante a la versión del wendigo de Blackwood es aquella versión de la leyenda del rougarou según la cual toda persona que vea a un rougarou se transformará en uno de ellos y tendrá que vagar indefinidamente por los bosques en ese estado.
Podría así surgir la impresión de que ambas leyendas están unidas pero, según el especialista Peter Matthiessen, el rougarou es una leyenda independiente y su principal diferencia con el wendigo es que, mientras que el wendigo es temido y está primordialmente asociado a la esfera del terror, el rougarou es considerado por los nativos como un ser sagrado que está en sintonía con la Naturaleza y la Madre Tierra.
Algunas veces la gente ha creído erróneamente que el rougarou podría tratarse de Pie Grande, pero los especialistas descartan la existencia de elementos a partir de los cuales se pueda postular dicha identificación en el marco del folclor indígena o nativo.
¿Existe realmente el rougarou?
Un hecho fundamental que sirvió para fijar la leyenda fue la ignorancia y falta de conocimiento del mundo exterior, propia sobre todo de las primeras generaciones de colonos que se asentaron en un lugar totalmente desconocido para ellos y que temían y respetaban. Gracias a esto fue posible que junto a una mentalidad suficientemente supersticiosa, y el asombro que producía la naturaleza indómita del Nuevo Continente, se suscitara la fijación simbólica de ancestrales miedos e impresiones colectivas en la figura mítica del licántropo.
Ya en cuanto a su perduración en el tiempo, el especialista en folklore Barry Jean Ancelet dice: “Si creen en serio que hay o no un personaje que deambula por la noche es algo que carece de importancia. Ellos creen en los cuentos, creen en la posibilidad de asustar a la gente a través de historias y eso se convierte en una forma de conectar a una generación con la siguiente”. En parte por lo anterior la gente incorporó a su vida cotidiana los cuentos sobre el rougarou y, pese a que de generación en generación los matices fueron surgiendo y modificándose, la esencia siempre se preservó debido en parte al carácter de patrimonio cultural del mito y al orgullo que para la gente ha tendido a significar el comunicar una leyenda que forma parte de una identidad colectiva y está vinculada al valor que un pueblo atribuye a sus raíces antes de la llegada al Nuevo Continente.

Huay Chivo - El Hombre Bestia Maya : En las leyendas de la cultura Maya existe una siniestra criatura mitad hombre y mitad bestia que merodea por la Península de Yucatán. De acuerdo a las historias existen hechiceros que tienen la habilidad para transformarse en un animal sobrenatural, usualmente una cabra (chivo), perro o venado y así poder cazar el ganado de otros. En la actualidad el Huay chivo es relacionado con el chupacabras debido a la región donde se han reportado avistamientos. El Huay chivo es la variación del Nahual de Mesoamérica.
Magia negra Huay
Los brujos Huay, son personas que vendieron su alma a Kisin, también conocido como el diablo, entidad que les da la habilidad para realizar siniestros sortilegios y así poder transformarse en criaturas mitad humano y mitad animal que tienen ojos rojos. El término Huay significa: “espanto de la media noche”, los brujos tienen el corazón podrido por espantar a la gente y hacer fechorías.
Esta palabra combina conceptos del castellano y del idioma Maya de Yucatán, donde Huay o Uay significa hechicero o espíritu.
Las actividades malvadas de los brujos consisten en tumbar las cercas de las casas, matar los animales y posteriormente comer sus sesos. También tienden a embriagar a mujeres con brebajes para después violarlas.
Para poder convertirse en el Huay chivo, los brujos hacen un círculo con velas negras y tras arrancar el corazón de una cabra beben su sangre como ofrenda al maestro del mal y la oscuridad. Parte del ritual consiste en que el brujo rece el padre nuestro 9 veces de principio a fin y del final al inicio, posteriormente da 9 vueltas al derecho y al revés. En la última vuelta se convierten en espanto y de inmediato recorren las calles más tenebrosas de los pueblos. Se dice que los brujos Huay se forman del “viento”, esto sucede cuando practican la magia negra tras ser poseído por el demonio. Creyentes del tema consideran al Huay chivo como la encarnación del diablo.
Avistamientos del Huay chivo se han reportado específicamente al sur este del Estado de México en las provincias de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Los habitantes del pueblo de Valladolid, en Yucatán saben de las leyendas sobre los malvados hechiceros Huay y su habilidad para transformarse en escalofriantes animales.  Dicen que si una persona se encuentra en el camino del Huay chivo debe evitar su mirada y solo sentirá un terrible frío acompañado de un desagradable olor.
Los cambiantes de piel
Un término propio de la cultura Nativo Americana del siglo XIX, donde se dice que un cambiante de piel o “skin walker”, es una persona con la habilidad sobrenatural para transformarse en el animal que desee. Sin embargo para poder realizar el cambio la persona debe portar la piel del animal. Antropólogos de diferentes partes del mundo se han encontrado con el mito de los hombres que cambian de forma.
En la tribu de los Navajo existe el mito de un cambiante de piel llamado: “yee naaldlooshii”, un mamífero de 4 patas, que en realidad es un brujo indio y transformado en un animal para así moverse más rápido. Las leyendas dicen que para obtener esta habilidad el individuo debe conseguir el rango más alto dentro del clero y de inmediato matar a un pariente cercano, de esta forma obtiene oscuros poderes asociados con los cambiantes de pieles. El “yee naaldlooshii” asume el cuerpo de cualquier animal cuya habilidad le sirva para una situación específica.
Dentro de las creencias de los Navajo, se cree que los cambiantes de piel también pueden robar la identidad de una persona por medio de su mirada, en caso de que se vean directamente a los ojos, y así el brujo absorbe el cuerpo de la víctima. Para no ser detectados los cambiantes de piel evitan la luz, pues en forma humana sus ojos brillan como los de un animal y cuando están transformados en animal sus ojos no brillan. Los cambiantes de piel usualmente están desnudos o cubiertos con pieles de animales como osos, coyotes, lobos, pero siempre tienen tatuado imágenes de pumas.
Los enfrentamientos con los cambiantes de piel suceden cuando el brujo irrumpe en la casa de sus víctimas, usualmente hace sonar las paredes y se puede ver la figura de un animal por la ventana. Otra táctica es atacar un vehículo y causar un accidente, estas criaturas son agiles y rápidas, lo que hace imposible capturarlos. Posee además la capacidad de leer el pensamiento y pueden hacer cualquier sonido animal con exactitud, también imitar la voz de cualquier persona para atraer posibles víctimas, en ocasiones es el llanto de un niño. Cuando son rastreados, las huellas terminan en la casa de un conocido del rastreador. La leyenda indica que para castigar a un cambiante de piel Navajo se debía pronunciar su nombre completo y después de 3 días dicha persona se enfermaría o moriría por el mal que hizo.
Estas malvadas entidades disponen de un rustico arsenal de amuletos para controlar y asustar a sus víctimas.  Los brujos usan polvo de hueso de humano en diminutos dardos que disparan de una cerbatana para no dejar marca, el polvo de hueso puede causar parálisis o falla cardiaca. De acuerdo al mito Navajo la única forma de dispararle con un arma de fuego se logra cubriendo las balas con ceniza blanca, de esta manera el arma no se atascará y penetrara los sortilegios de protección del brujo.
El Nahual: En la religión de Mesoamérica se habla de un humano con la capacidad mágica de convertirse en un animal, usualmente una mula, pavo, caninos y animales poderoso como jaguares. El Nahual usa sus habilidades para el bien o el mal según dicte su personalidad, los chamanes pre colombinos  hablan del Nahualismo, práctica que permite a los humanos convertirse en animales ya que la creencia de esta cultura sostiene que todas las personas tienen una contraparte animal que es la fuente de su vida.
La palabra se traduce al castellano como “hechicero cambiante”,  un término de origen religioso, la fecha de nacimiento de la persona también determinaba los aspectos del animal. El día y la hora de nacimiento establecían las fortalezas y debilidades del Nahual. Por ello para referirse a esta clasificación usaban la palabra Tonal para el espíritu del día y Tonalli servía para dirigirse al animal asociado con el día. En la mitología Azteca, el dios Tezcatlipoca era el protector del Nahualismo porque su Tonal era el jaguar y estaba encargaba de distribuir las riquezas. Había casos de comunidades en donde la posición del Nahual era parte de una jerarquía religiosa, y todos conocían quien era el respectivo cambiante de piel.
Dentro de las zonas rurales de México, el Nahual es conocido como un brujo que puede transformarse en animal por las noches, habilidad que le permite realizar siniestros atracos en la comunidad, como beber sangre de víctimas inocentes en la forma de un murciélago, o causar enfermedades como una rata entre otras.
Avistamientos del Huay chivo
El 4 de enero los habitantes de Valladolid han sido atormentados por lo que creen que es el “uay pek”, la versión canina del Huay chivo. En el barrio de Chemax hay familias que tienen miedo de una criatura que se alimenta de las gallinas de su patio, los animales perecieron cuando este canino les arrancó el corazón, los muslos o sólo la pechuga. Debido a que las gallinas de diferentes jardines murieron en estas circunstancias, sus propietarios y demás pobladores creen que es obra de un brujo Huay. Esto se creía tras que en meses anteriores se encontraron 7 perros muertos cuyas tripas colgaban de sus vientres, otro reporte escalofriante fue el fallecimiento de 42 pavos en una granja de San José Tipceh, donde se presume que los animales fueron atacados por perros salvajes.
Los moradores creen que el brujo se posesiona de los perros para hacer sus fechorías, como es el caso de Olegaria Oy Balam, de 53 años, quien perdió 9 de sus gallinas por las fauces de 3 perros en una madrugada. Un reporte similar se presentó en la casa de Mariano Tec Tun, un hombre de 50 años que vive frente a Olegaria; Mariano dice que por la madrugada ingresaron 3 perros al patio de su casa, el líder era uno blanco, acompañado por uno de color gris y otro negro. El hombre insiste en que el perro blanco atravesó el gallinero, pero huyeron cuando les lanzó piedras. Mientras que otro vecino, Juan Tec Uitzil dijo que si se puede tratar de un “Uay pek”, porque un perro normal mata a la gallina y se la lleva del granero para después comérsela. En este barrio también vive un curandero a quien llaman “don Maya”, cuyas gallinas también fueron víctimas, su hija Lucía Oxté Poot dijo que sólo se comieron los muslos.
Cinocéfalos - Hombres con Cabeza de Perro: Los cinocéfalos son unos seres mitológicos con cuerpo humano y cabeza de perro. Su existencia en el floclore se puede rastrear hasta el último periodo glaciar. En este tiempo humanos y lobos se vieron forzados a coexistir, debido a que frecuentaban el mismo territorio en su continua persecución tras las grandes manadas de herbívoros que eran sus presas.
Los humanos domesticaron a los lobos, se supone que al criar desde pequeños a algunos de sus cachorros, lo que generó una simbiosis entre las dos especies y un progresivo "amansamiento" de los animales hasta llegar a convertirse en un compañero fiel y común en muchos asentamientos humanos.
La cooperación de estas especies se extendió hasta la innata amistad del ser humano con el perro. El canino se incorporó a la cultura sedentaria de la humanidad, evento que fue marcado en mitos y arte, donde la figura del perro era asociada con afecto y protección. Por esta razón el mito de los hombres con cabeza de perro se extendió por el Oriente, Europa, África y demás regiones entorno al mar báltico. Las diferentes culturas enriquecieron esta leyenda con imágenes y nuevas historias, creando así el origen de los Cinocéfalos.
Según las creencias de estos pueblos de cazadores una mujer podía procrear con un perro. Como resultado nacía un híbrido humanoide con cabeza de perro y cuerpo de hombre. Esta leyenda se esparció en distintas culturas y civilizaciones.
Múltiples orígenes
Croacia: En la edad media, la tribu de los Hundigar en Croacia, eran conocidos salvajes que escondían sus rostros con capuchas que tenía la apariencia similar a la de un perro. Así se fueron creando mitos de los brutales Cinocéfalos, quienes con el tiempo se convirtieron en sinónimo de pagano y enemigo de la cristiandad.
Grecia: Hesíodo el poeta griego, describe en un fragmento de las Eeas, a criaturas mitad hombre y mitad perro que eran llamadas “Hemicanes”. Seres que habitan en las tierras de los Masagetas.
India: Mientras que en el escrito “Indica Fragment”, el historiador y medico Ctesias de Cnido presenta habitantes de la India llamados: “Cabeza de perro”, información que obtuvo cuando fue capturado por los persas. El texto revela que estas criaturas vestían las pieles de bestias salvajes, no tenían lenguaje alguno y se comunicaban con ladridos. Su dentadura era más grande que el de los perros normales, y sus uñas eran más largas y redondas. Los hombres cabeza de perro que Ctesias describe habitaban las montañas y su complexión física era oscura. De acuerdo con el historiador, los Cinocéfalos entendían el idioma de la india, pero no tenían la capacidad para conversar, gruñidos y señales hechas con sus manos. Su dieta consistía en carne cruda y había una población estimada de más de 120.000 habitantes, los cuales de acuerdo a las leyendas eran un pueblo longevo, donde cada uno vivía alrededor de 200 años. En India eran conocidos como “Kalystrii”, palabra que en griego se traduce como cabeza de perro.
La leyenda aparece en distintas épocas y en muy diferentes culturas.
Megástenes el geógrafo escribió la “Historia de la India”, en el libro describe a los Cinocéfalos como cazadores que vendían a los indios el ámbar y purpura que extraían de las plantas a cambio de harina, telas y armas. Estas criaturas eran hábiles con el arco y la jabalina. Los Cinocéfalos de Megástenes comían carne, protegían rebaños, bebían leche de cabras y ovejas, dormían en cuevas y vestían pieles curtidas. Anatómicamente los hombres perro tenían cola bajo las nalgas, la cual era más larga y peluda.
Egipto: Los antiguos griegos conocían de los Cinocéfalos gracias a las representaciones de artistas egipcios. En estas imágenes se puede ver a Hapi, uno de los 4 hijos de Horus, quien acompaña las almas de los muertos que serían juzgados. Esta raza hibrida entre hombre y canino era conocido como: Aani, criatura que estaba consagrada a Tot el dios egipcio de la sabiduría y escritura. Sin embargo no todas las entidades fantásticas de la cultura egipcia eran miembros de la jauría de los Cinocéfalos. Como Anubis, el dios de los muertos quien era representado con la cabeza de un chacal, también Upuaut, la deidad que abre el camino para los muertos era dibujado con la cabeza de un perro negro.
Santo Cinocéfalo: Durante la cristiandad medieval, San Cristóbal el mártir del siglo III, fue un personaje popular de este periodo por ser un Cinocéfalo que provenía de tribus asiáticas en tierras escitas. Otros relatos lo muestran como un hombre común, hijo de un rey cananeo, por el nombre de este pueblo se lo puede asociar a esta etnia. Una fabula de la iglesia ortodoxa decía que este Santo era un hombre atractivo y por ello recibía insinuaciones por parte de mujeres de cualquier edad, Dios para liberarlo de este asedio cambio su cabeza por la de un perro.
Marco Polo: En el siglo XIII, Marco Polo cuenta la existencia de una mítica isla llamada Macumera, ubicada cerca del archipiélago de Andamán en el Golfo de Bengala. Los habitantes de esta isla son humanos con cabeza y dientes de perro, son criaturas crueles y caníbales que comen cuantas personas puedan mientras no sean de su etnia.
A pesar de la gran difusión entre distintas culturas de la imagen de hombres con cabeza de perro, sin duda el cinocéfalo más famoso de la historia fue Anubis el dios con cabeza de chacal que se encargaba de guiar a los muertos .
En la mitología egipcia está figura es asociada con la momificación y la vida después de la muerte. Anubis también es conocido como Inpu, Anupu; su nombre se traduce del griego “dios cabeza de chacal”.
El registro más antiguo de este dios esta en los textos del Viejo Reino, en el libro de las pirámides, donde el dios chacal atiende el entierro del Faraón. Durante este periodo Anubis dejó de ser la entidad más importante de la muerte y fue reemplazado por Osiris en el tiempo del Reino Medio.
Dentro los rituales fúnebres, el dios chacal es mencionado como protector de las tumbas de los fallecidos, recibiendo el título: “El que está en el lugar de embalsamamiento”. Como muchas deidades egipcias, Anubis tiene diferentes funciones dependiendo de su contexto, también ninguna procesión pública podía ser conducida sin el dios chacal en la cabecera de la marcha.
Anubis es representado por tener la cabeza de un chacal en el cuerpo de un hombre, en ocasiones era un chacal bípedo que porta una cinta y utiliza un mayal en su mano. Gracias a esta deidad los chacales son asociados fuertemente con los cementerios por ser un animal carroñero que desentierra cuerpos para comerse su carne. El color negro de Anubis, representa la piel podrida y el suelo negro del valle del Nilo, lo que simboliza renacimiento.
La presencia de esta deidad era tan importante que el jefe de los embalsamadores vestía un disfraz de Anubis. En el Libro de los Muertos, hay una imagen que muestra al dios chacal decidiendo quien de los fallecidos era digno de entrar entre la realeza de los muertos.
Los Kynokephaloi: Una tribu de la India y África, cuyos miembros eran hombres con cabeza de perro. La existencia de esta etnia se originó por los relatos de antiguos viajeros que confundían al babuino africano con un hombre. Los griegos usaron el término Kynokephalos para referirse a este animal.
Estos salvajes sobrevivían en las montañas cazando diariamente cualquier animal que puedan cocinar en el sol. Aprovechándose también de los recursos de las ovejas, cabras entre otros, comían la dulce fruta de la Siptakhora. Como ofrenda enviaban las frutas anualmente al rey de la India a cambio bienes, como pan, harina, espadas, arcos, flechas y lanzas, armas con las que se habían vuelto buenos guerreros. Como vivían en cuevas de las montañas era difícil derrotarlos, tenían malos hábitos de aseo, las mujeres sólo se bañaban una vez al mes y los hombres no se bañaban, no tenían camas y preferían dormir en hojas o césped. Se untaban un aceite en su pelaje para limpiarse su piel, y los más ricos de su sociedad eran los que más ovejas tenían porque vestían prendas de algodón.
 Otras Citas a esta Leyendas
Paul el Diácono menciona en su escrito “Historia gentis Langobardorum”, que los Cinocéfalos usaban tácticas para asustar a sus enemigos, diciendo que combaten todos los días y beben la sangre de sus víctimas para calmar su deseo por seguir matando.
El teólogo francés Ratramnus del siglo IX escribió una carta “la Epístola de Cynocephalis”, sus palabras cuestionaban si esta etnia tenía los mismos derechos que un humano, citó también al Santo Thomas de Cantimpré, quien afirmaba la existencia de esta raza en: El libro de hombres monstruosos del Oriente, “Liber de Monstruosis Hominibus Orientis”.
Sociedad de cinocéfalos.: En el siglo XIII, se rumoraba que Atila, el rey de los hunos se convirtió en un Cinocéfalo. Esta transformación era una alusión negativa a las civilizaciones provenientes de Asia por acosar a Europa con ataques de barbaros. Dentro de este siglo, el enciclopedista Vincent de Beauvais describió al Santo patrón Louis IX de Francia como: “un animal con la cabeza de un perro, pero con el resto de miembros de apariencia humana, aunque se comporta como un hombre tranquilo, pero cuando está furioso es cruel y se desquita con la humanidad”.
Los Cinocéfalos aparecen en un viejo poema galés, propio de la fabula Arturiana, donde el Rey y sus caballeros pelean contra estas criaturas en las montañas de Eidyn, Edimburgo. Muchos de los hombres cabeza de perro son liquidados por el guerrero Bedwyr. El poema hace referencia a una pelea contra “Gwrgi Garwlwyd”, nombre que se traduciría como: “Escabroso hombre perro gris”, sin embargo muchos escolares creen que este personaje es un hombre lobo por su descripción.
El autor francés Jean de Mandeville del siglo XIV, habla en su texto “el libro de las maravillas” sobre una tierra grande llamada Nacamerán cuyos habitantes tiene cabeza de perro y cuerpo de persona. Estos individuos son inteligentes excepto por que su dios es un buey, y portan su símbolo en la frente. La única ropa que visten es un pedazo de tela que los cubre desde su cintura hasta las rodillas. Los Cinocéfalos son altos y fuertes guerreros, en tiempos de guerra portan una adarga en el cuello que protege el cuerpo, usan una lanza para someter a sus enemigos a quienes posteriormente se comen.
Posible Explicación del Mito
Los avances científicos actuales han demostrado la incompatibilidad para procrear entre especies no afines. El hombre y el perro son totalmente incompatibles y la posibilidad de pensar que la leyenda de los cinocéfalos se fundamente en el nacimiento de un ser mitad humano mitad perro roza lo absurdo. Sin embargo ¿como es posible que apareciera en tantas culturas y en épocas tan distante en el tiempo?
La misma ciencia tiene una posible explicación a tan extendida creencia, un animal, el papión o babuino amarillo (Papio cynocephalus) que como su nombre científico apunta es un papión con "cabeza de perro".
La capacidad de este animal para andar erguido sobre sus patas traseras, su hocico ancho y grande como el de un perro y su capacidad para vivir en comunidades de hasta 250 ejemplares, bien podrían haber confundido a viajeros y mercaderes que incapaces de comprender que se trataba de un animal o animados por el afán de protagonismo los describieran como hombres con cabeza de perro.


La Hipertricosis Congénita: El Síndrome del Hombre Lobo (también llamado Hipertricosis Universal Congénita) es un claro ejemplo de que la realidad supera con creces a la ficción.

Existen dos variantes más típicas:
Hipertricosis Lanuginosa Congénita. Es una enfermedad extremadamente rara ya que sólo se han documentado 50 casos desde la Edad Media. Las personas que lo padecen están completamente cubiertas por un vello lanugo largo excepto en las palmas de las manos y de los pies. La longitud a la cual puede llegar el vello es de 25 centímetros.
El lanugo es el pelo fino y blanquecino (como si fuera pelusilla) que aparece en los recién nacidos en hombros y brazos y que desaparece normalmente tras el primer mes desde el nacimiento. En los que padecen esta forma de hipertricosis el lanugo persiste y puede crecer durante toda la vida o desaparecer con los años.
Síndrome de Ambras. En esta variante el vello es más grueso, posee coloración y en todos los casos crece a lo largo de toda la vida.
Como suele suceder con estas anomalías tan raras, apenas se han estudiado. Sólo se sabe que se deben a una mutación genética dominante. La mayoría de veces los individuos lo adquieren por herencia familiar, el hecho de que la mutación sea hereditaria hace que sea normal que existan familias con numerosos miembros que posean esta alteración. Ya que hay un 50% de probabilidades de que el descendiente posea el síndrome. Pero otras veces aparecen mutaciones de forma espontánea. De todas formas, no se sabe la localización genética, ni cómo actúa dicha mutación.
Salvo la exagerada presencia de pelo, no sufren ninguna otra alteración. No tienen una esperanza de vida menor ni tienen mayor probabilidad de enfermar. Sin embargo, la presencia del individuo en la sociedad hace que a menudo se vea aislado, discriminado o maltratado física o psicológicamente, por lo que son proclives a tener serios problemas psicológicos. La sociedad es muy dura con respecto a aquello que desconoce y es diferente.
Una de las razones por las que existe la fantasía del Hombre Lobo se debe a que podría haber sido asociado a este raro síndrome. Sin embargo, se sabe que hay otras enfermedades que también han contribuido a difundirlo, como la porfiria, la licantropía, el lupus eritematoso sistémico…
Asociaciones a la Leyenda del Hombre Lobo

Personajes peludos han sido con frecuencia malinterpretados como hombres lobo, aunque en este caso más por su morfología que por sus características sanguinarias.
Un amplio grupo de estos los encontramos en la historia de los llamados 'fenómenos humanos' y, por desgracia, asociados la mayoría de las veces a la exhibición circense o a un coleccionismo arcaico y de dudoso gusto por parte de nobles y monarquías por suerte obsoletas. El más antiguo conocido hace referencia a un canario nacido en 1556 llamado Petrus Gonsalvus, que tenía todo el cuerpo y la cara cubiertos de vello. Por orden del rey Enrique II de Francia, se transladó a París donde tuvo una exquisita educación y tuvo 4 hijos, todos con el mismo aspecto de su padre. Tras una gira por Europa de toda la familia, el duque Albretch IV de Babiera asombrado por su aspecto encargó realizarle un retrato de tamaño natural, obra que regaló posteriormente al archiduque Ferdinand del Tirol y que expuso en su Castillo de Ambras, en Innsbruck, Austria. Posteriormente la artista Lavinia Fontana de Zappis realizó otro famoso cuadro de su hija Antonietta.
La mutación genética es hereditaria, por lo que en un 50% de los casos el descendiente posea el síndrome.
Al ser el primer caso detallado del que se tuvo noticia, este tipo de hipertricosis universal congénita es conocida como el Síndrome de Ambras -una de las llamadas enfermedades raras con inversión en el cromosoma 8 (p11.2q23.1)-, que curiosamente nos ofrece una imagen muy similar al clásico hombre lobo cinematográfico.
Barbara Urselin fue otro famoso caso de grave hipertricosis del que también existe testimonio gráfico. Nació en 1629 en Kempten, Alemania, y fue exhibida de muy pequeña por sus padres a cambio de dinero como "La Mujer Cubierta de Pelo" (The Hairy-Faced Woman); posteriormente se casó y su marido continuó con este dudoso negocio recorriendo toda Europa. También se tiene constancia pictórica del siglo XVII, obra de Stefano della Bella, de un tal Horacio González, un hirsuto hombre lobo español que viajó a Roma en peregrinación para rogar el milagro de un cambio de aspecto.
Otros famosos personajes peludos fueron Adrian Jeftichejev, conocido en 1873 como "El Hombre Salvaje de los Bosques de Kostroma" y que se exhibía como el fruto de las relaciones entre un oso y una campesina, de carácter arisco y de pésimo humor agravado por una hepatopatía debida a su aficción al vodka, así como su hijo ilegítimo Fedor, conocido posteriormente por el nombre de Theodore Petroff y por el sobrenombre de "Jo-Jo, el Niño con Cara de Perro", "El Skye Terrier Humano" o "El Hombre Caniche", y que gracias a su ingenio y buen carácter fue muy querido por el público y la prensa que lo visitaba en el circo. Tras su muy llorada muerte en 1904, el circo buscó un fenómeno similar encontrando a Stephan Bibrowski, conocido como "Lionel, el Hombre León", que había nacido en 1891 de padres normales; personaje culto y divertido, falleció en 1931 tras una exitosa carrera como showman.

Entre 1888 y 1889, una familia de birmanos que huyeron de su país durante la guerra civil, hizo una gira por Estados Unidos; el padre llamado Shwe-Maong, peludo como los casos anteriores, fue regalado de niño al rey como curiosidad y divertimento de palacio; tras casarse, tuvo cuatro hijas, una de ella peluda y que posteriormente tuvo un hijo normal y una hija también peluda. Y si revisamos la literatura médica, nos encontraremos ocasionalmente con este síndrome: un hombre chino en 1937, un alemán en 1958, otra alemana en 1964, un niño griego en 1993 y toda una familia mexicana con 21 miembros afectados y que son conocidos como "Los Niños Lobo".
La medicina también ha encontrado otro tipo de hirsutismo congénito diferente al que hemos visto; en este caso también puede afectar a todo el cuerpo pero se asocia a un prognatismo facial, hipertrofia gingival y alteraciones dentales. Este síndrome de hirsutismo con fibromatosis gingival se ha asociado más a una imagen de oso o de mono, que a un perro o a un lobo, pero no podemos evitar introducirlo aquí por su similitud.
Ejemplos famosos de este síndrome ha sido el trágico caso de Julia Pastrana, una india mexicana que nació en 1834 en las montañas de Sierra Madre; a los 20 años se puso a trabajar como fenómeno profesional exhibiéndose por la región y los EEUU. Era una mujer baja, de 137 cm de altura, con una gran hipertrofia gingival que formaba unas grandes encías llenas de protuberancias, con la frente muy peluda y unos bigotes y barba muy llamativos. Se le presentó como "El Híbrido Maravilloso" o "La Mujer Oso", y muchos creyeron que era el resultado de los bestiales amoríos de un humano y una osa o un orangután. Su vida, por desgracia, estuvo rodeada por los poquísimos escrúpulos de su mánager, que se casó con ella para poder seguir explotando el filón de la curiosidad humana; la dejó embarazada y llegó a vender entradas para asistir al parto. Julia dió a luz en 1860 a un niño tan peludo como ella pero, debido a lo dificultoso del alumbramiento, falleció a los tres días y la madre dos días después. El marido continuó aprovechándose de ambos y los mandó embalsamar (aunque en realidad fue un puro trabajo de taxidermia) y siguió exhibiéndolos por el mundo. Tras muchas peripecias las exhibiciones terminaron en 1976 cuando unos ladrones destruyeron parcialmente sus momias; desde el año 1990 sus restos se encuentran en el Instituto de Medicina Forense Rikshospitalet de Oslo, donde sólo están disponibles para estudios científicos.
Otra caso que podríamos incluir en este grupo sería el de Krao, una niña hirsuta con un pelo corporal negro, lacio y lustroso, con prognatismo facial, nariz chata y orejas grandes, ágil de movimientos y muy flexible. Al igual que otras personas de características similares fue exhibida desde 1883 por Europa y EEUU como "La Mujer Simio" junto con una falsa historia familiar que la trasformaba en una especie de eslabón perdido, aunque nació en realidad en Bangkok de padres normales.
También podríamos incluir aquí el famoso caso español de la llamada "Osa de Andara", una mujer velluda de Cantabria estudiada en 1875, descrita con pelo crespo, de frente aplastada y estrecha, nariz chata, pómulos prominentes y labios parecidos a un hocico. Algún autor afirmó, con pocos visos de realidad, que era una pastora llamada Joaquina López que huyó a las cuevas de Andara avergonzada por su imagen; otros, por el contrario, han intentado ver en esta mujer un resto de la raza neandertal...

10 formas de convertirse en hombre lobo: Tal como sucede con el vampiro , existe más de una manera de entrar en el exclusivo club de los licántropos, los hombres lobo. Si no estás convencido de probar las bondades de transformarte en un no muerto que se alimenta de sangre ajena, piensa en los beneficios que puede reportarte el cambiar de hábitos y formas con la luna llena: no debes temer a la luz del sol, ni a los símbolos religiosos; tan siquiera debes preocuparte por las balas y otros objetos de plata, nada más. Para pensarlo.
1. Ser mordido por un hombre lobo
Este es el método más tradicional, sin lugar a dudas. Al igual que sucede con los vampiros, la mordedura de un hombre lobo conlleva la segura posibilidad del contagio, aunque a diferencia del vampiro, que puede optar por transformar a sus víctimas en seres iguales o similares a sí mismo o en gules , la mordedura de un hombre lobo sólo produce otro hombre lobo. Aun así, es posible para los hombres lobo simplemente matar a su víctima sin darle la oportunidad de la metamorfosis.
2. Poseer la salvia mágica
Se trata en este caso de una operación clara de brujería. Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son los componentes que conforman este ungüento, pero lo que está claro es que debe uno pasárselo por todo el cuerpo durante las horas previas a la aparición de la luna llena y esperar a que este satélite haga el resto del trabajo.
3. Beber agua de la huella de un hombre lobo
Este procedimiento está mencionado en fuentes muy antiguas. La dificultad, claro está, es detectar a un hombre lobo y seguir su rastro sin que eso signifique perjuicio para nosotros (recuerda que un hombre lobo puede escoger asesinarte sin convertirte en uno de los suyos). Si logramos esto, el agua de lluvia que se arremoline en su huella tiene los elementos mágicos necesarios como para que se inicie en nosotros el proceso deseado.
4. Colocarse un cinturón con piel de hombre lobo
En este caso debemos primero hacernos con un cinturón que esté fabricado con la piel de un hombre lobo que haya sido capturado y muerto. No es fácil obtener esta prenda, ni siquiera fabricándola uno mismo (suponiendo que podamos dar caza a un hombre lobo): hallar a alguien que admita haber matado a un hombre lobo es ya dificultoso, más aún si nos es preciso obligarlo a que se desprenda de este trofeo. En nuestra modesta opinión, se nos antoja la variante más complicada. Si lo consigues, sólo es cuestión de que lo uses durante la luna llena.
5. Dormir durante un martes y un viernes con el rostro hacia la luna llena
Este camino, aparentemente tan fácil, posee sus complicaciones. Una de ellas es que no todos los autores están de acuerdo respecto de los días: algunos dicen martes y viernes, otros miércoles y viernes. Asimismo, tampoco los especialistas se ponen de acuerdo en lo que toca a la duración del ritual: para algunos, con un par de noches es suficiente, para otros es necesario que así suceda durante toda la fase llena de la luna, incluso hay quienes afirman que es imprescindible que transcurra todo un año antes de que el sortilegio rinda frutos.
Si ya has decidido hacer trato con la tribu de los licántropos (para lo cual debes seguramente haber leído la primera parte de este artículo), te invitamos entonces a multiplicar tus posibilidades de convertirte en un hombre o una mujer lobo con los restantes cinco métodos y sus horrendas amenidades.
6. Pactar con el Diablo
Al igual que ocurre con el vampiro, es posible que el resultado de una operación de pacto diabólico entre los allegados al satanismo culmine con la conversión del interesado en hombre lobo, aunque admitimos que es más común que las personas pidan llegar a ser un vampiro. En vista de que el vampiro tiene más debilidades, puede parecer erróneo que se lleve las preferencias, pero hay una diferencia esencial: no se registran casos en los que se haya comprobado que un vampiro posea vida eterna. Para quienes quieren vivir (al menos por las noches) para siempre, el vampiro es la elección obvia. Pero el hombre lobo lo es para aquéllos que desean sentir el poder de lo salvaje correr por las venas.
7. Ser un vampiro
En el apartado anterior explicamos que el pacto diabólico es una de las formas de acceder a la categoría de hombre lobo. Pero también lo es la de ser un vampiro, como puedes comprobar aquí. Entonces... ¿es posible disfrutar de ambas categorías? Sólo parcialmente. Si eres un vampiro, podrás en ocasiones transformarte en hombre lobo; si has escogido ser un hombre lobo, no se sabe de casos en los que éstos puedan trocarse a sí mismos en vampiros. Pero todavía quedan muchos casos por estudiar.
8. Sufrir un castigo divino
De acuerdo a la mitología de Grecia, el primer rey de Arcadia fue llamado Lycaón, palabra que en lengua griega quiere decir lobo (de allí el término licantropía, es decir, lobo-hombre). En sus ritos para honrar a los dioses, Lycaón recurría a los sacrificios humanos y, en última instancia, al canibalismo, cosas ambas fuertemente condenadas por la cultura griega y también por los Olímpicos. El castigo de Lycaón fue el de ser convertido en lobo para expiar sus pecados. De la transgresión nace el castigo, y para quien lo está buscando, el premio.
9. Nacer en el apogeo de la luna llena
La influencia de la luna sobre las mareas y el comportamiento humano (no hay que olvidar que el cuerpo está constituido por un setenta por ciento de agua) es asunto bien probado. No lo es tanto el hecho de la predisposición de las personas nacidas en lo más brillante de la luna llena a ser víctimas de la licantropía. En todo caso, lo más probable es que se trate de un factor coadyuvante: el hecho de haber nacido en la luna llena debe adherirse a otra característica licantrópica para que entre ambas den la transformación por asegurada.
10. Ser el séptimo hijo varón
Así como la séptima hija mujer de un mismo matrimonio será una bruja, la leyenda afirma que el séptimo hijo varón será un hombre lobo. En regiones de América del Sur, como las partes norte de Argentina, sur de Brasil y Paraguay, la creencia se encuentra muy arraigada (sobre todo en el caso del lobizón o lobisón ), al punto que es costumbre, en Paraguay y Argentina, que el padrino del séptimo hijo sea el Presidente de la Nación en cuestión. El origen de esta tradición se basa en impedir que el pequeño sea sacrificado por sus padres para evitar que se convierta en un hombre lobo.
Bibliografia:

3 comentarios:

  1. Muy buena información me ha ayudado mucho en mis escritos. Gracias por compartir.

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    1. Muchas gracias Maria, estos comentarios nos dan fuerza para continuar con el blog.

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  2. Una información muy completa. Me ha ayudado mucho con un trabajo. En especial estaba buscando información sobre el rugaru, pero me ha sorprendido gratamente toda la información sobre el hombre lobo. Gracias por todo.

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