Hombre Lobo
En el folclore y la mitología, un
hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o
involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El
cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición
de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo
hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría
de las referencias contemporáneas están de acuerdo en que un hombre lobo puede
ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la
narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales, aunque algunas
clásicas dicen que se puede matar cortándole la cabeza y arrancándole el
corazón.
Nadie sabe con exactitud cuándo
se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una
superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de
diversas patologías. Así parecen indicarlo algunos casos datados, como, en
España, el de Manuel Blanco Romasanta, en cuya vida se basan las películas El
bosque del lobo, y Romasanta. La caza de la bestia (2004).
Etimología de la palabra: La palabra
licántropo tiene su raíz en el griego lycanthropus y este a su vez de las
palabras griegas: λύκος, lýkos ['lobo'] ; άνθρωπος, ánthrōpos ['hombre'].
Otra expresión utilizada es
lobizón cuya etimología proviene del portugués lobisomem (lobo + homem),
«hombre-lobo».
Características: En algunos países y
culturas otros animales desempeñan el papel del hombre lobo. Así, en África aún
se cree en hombres hiena u hombres leopardo; en India se pensaba que los tigres
enemigos de los hombres eran capaces de convertirse en humanos para atraer a
estos. Abundan hasta hoy en Latinoamérica las leyendas de los «hombres-tigres»,
asociados con yaguaretés, jaguares, otorongos o pumas ya que éstas son las
fieras más temidas en ese continente. Los dos mitos más importantes son: el
runa uturuncu, «indio-tigre» u «hombre-puma» en el quichua del noroeste
argentino;1 2 b) el Yaguareté-Abá o «tigre-capiango» de las leyendas
guaraníticas del noreste argentino y Paraguay.3 4 Estas leyendas aparecen
también en la obra póstuma del poeta Leopoldo Lugones.5 Sin embargo, desde
cierto punto de vista no sería apropiado llamar a todos los seres citados
anteriormente como licántropos ya que como se puede ver en la etimología de
arriba, la palabra licántropo designa a un hombre lobo.
El mito de los hombres lobo
parece (o es) originario de Europa, y estaba muy vinculado con otras
supersticiones y la magia negra. El mito es esencialmente masculino y, entre
las causas de que un ser humano se convirtiera en hombre lobo, las más
frecuentes eran las siguientes:
Ingerir ciertas plantas
vinculadas tradicionalmente con los lobos y la magia negra.
Beber en el mismo lugar donde lo
hubiera hecho un lobo.
Cubrirse con la piel de un lobo.
Dormir desnudo a la luz de la
luna llena.
Usar una prenda hecha de piel de
lobo.
Adquirir la capacidad de
transformarse en lobo mediante magia y sortilegios.
Ser mordido por otro Hombre Lobo
(ésta última forma era la más común).
Tener relaciones sexuales con un
hombre lobo.
Nacer después de mellizos o
gemelos siendo hijo varón.
En todos los casos la explicación
tradicional del mito parece solapar la violación de alguna norma natural o
social. Puede, como el más moderno y literario mito de El hombre y la bestia,
resumir las tendencias conscientes y sociales del hombre y sus tendencias
pulsionales inconscientes, incluso más que pulsionales: instintivas previas a
la socialización del sujeto.
Según la tradición, la mayoría de
los hombres lobo no se transforman en tales voluntariamente (sólo los magos y
los hombres lobos auténticos, es decir, no malditos, pueden hacerlo); son
víctimas de una maldición, y sufren enormemente a la hora de su metamorfosis.
Lo que es peor, al transformarse pierden completamente la conciencia humana y
se vuelven peligrosos, incluso para sus seres queridos. La única manera de
librar a un hombre lobo de su maldición es dándole muerte, lo cual no es nada
fácil; debe hacerse con un instrumento de plata, ya sea un bastón, un cuchillo
o una bala, aunque en algunas zonas de la península Ibérica hay un ritual
consistente en cortarle la cabeza y arrancarle el corazón.
Un hombre lobo es un hombre
completamente normal la mayor parte del tiempo, y se comporta de manera
natural, aunque un poco velludo, y con los sentidos más desarrollados
(especialmente el olfato), además de estar en buen estado de salud y forma
física.
No es sino durante la noche de
Luna Llena cuando se transforma, pues la luz de este astro es la que controla
sus transformaciones. Aunque varía según las versiones, el aspecto de un Hombre
Lobo transformado puede ir desde un Lobo auténtico aunque más grande de lo
normal, hasta un humanoide peludo y con colmillos que va en busca de carne
humana.
Transformación en hombre lobo: Las
leyendas históricas describen una gran variedad de métodos para convertirse en
hombre lobo. Una de las más sencillas es la de desnudarse y usar un cinturón
hecho de piel de lobo, probablemente un sustituto de asumir toda la piel del
animal que también es frecuentemente descrita para este proceso. En otros casos
el cuerpo se frota con savia mágica. Otras maneras también consideradas para
lograr la metamorfosis son el beber agua que esté sobre la huella del animal o
beber de ciertas fuentes encantadas. 'Olaus Magnus u Olaus Vormius dijo que los
hombres lobo de Livonia fueron iniciados al drenar una copa de cerveza
especialmente preparada mientras se repetía una fórmula. Ralston, en sus
Canciones sobre la gente rusa da una forma de encantamiento que aún es familiar
en Rusia. También se dice que cuando una mujer da luz a seis niñas, nacerá un
séptimo varón y será un hombre lobo.
En el folclore gallego, portugués
y el de Uruguay,Argentina y Brasil, es el séptimo de los hijos varones. Destaca
que esta creencia estuvo tan extendida en Uruguay, Argentina y Paraguay, donde
el hombre lobo derivo o se fusiono en la leyenda del ser llamado el lobizón o
luisón, en que los séptimos hijos eran abandonados, cedidos en adopción o
asesinados. En 1907 el presidente de Argentina hizo el primer padrinazgo
oficial, y en 1973 emitió un decreto para legalizar esta costumbre. El Estado
ahora les otorga una medalla de oro en su bautismo y una beca escolar hasta la
edad de 21 años. Esto logró finalizar con los abandonos de niños, y aún es
tradicional que el presidente sea el padrino de los séptimos hijos.
En otros casos la transformación
se logra supuestamente mediante agentes satánicos a los que se somete
voluntariamente, y eso se hace con los fines más desagradables, en particular
por la gratificación del anhelo de la carne humana (la carne humana que el licántropo
puede anhelar puede entenderse como tal —es decir, una antropofagia relacionada
con casos de psicosis— o, puede entenderse figuradamente como el deseo sexual
sin censura alguna). Richard Verstegan escribió:
«Los hombres-lobo, son ciertos
hechiceros, que al untar sus cuerpos con un ungüento que ellos elaboran con el
instinto del diablo, y lo ponen en cierta faja encantada, no sólo a la vista de
otros lucen como Lobos, sino que su propio pensamiento tiene la forma y
naturaleza de lobos, tan pronto como estos visten la faja mencionada. Y
disponen de sí mismos como Lobos, al mordisquear y matar, en especial a
criaturas humanas»
Tales eran los puntos de vista
acerca de la licantropía a través de Europa Continental cuando Verstegan
escribió: «Los ungüentos y las savias en cuestión pueden contener agentes
alucinógenos (en particular los derivados de la belladona)».
Hay teorías que dicen que a los
licántropos, cuando no están convertidos en lobos, el pelo de lobo les crece
hacia adentro, y cuando es lobo, le crece la piel hacia afuera; así que cuando
se transformase, le daría vuelta a su propia piel.
También existen varios métodos
para eliminar la forma bestial. El más simple era el acto de desencantar
(funcionando en sí mismo o en una víctima), y otro era el retiro del cinturón o
piel del animal. Otros métodos de posibles curas son: arrodillarse en un punto
durante cien años, ser reprochado por ser un hombre lobo, ser saludado con el signo
de la cruz, ser llamado tres veces por el nombre bautismal, ser golpeado tres
veces en la nuca con un cuchillo, o al menos derramar tres gotas de sangre.
Muchos cuentos folclóricos europeos incluyen lanzar un objeto de hierro sobre o
hacia el hombre lobo, para que éste revele su forma humana.
La licantropía es la mitológica
habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o
licántropo. El término viene del griego antiguo lykanthropos (λυκάνθρωπος):
λύκος, lýkos ('lobo') + άνθρωπος, ánthrōpos ('hombre'). La palabra también se
puede utilizar para referirse al acto de transformación a otro humano lobo.
Historia: Muchos países y culturas
europeas tienen historias sobre hombres lobo, incluyendo España, Grecia
(lycanthropos), Bulgaria (varkolak, vulkodlak), Serbia (vukodlak), Rusia
(volkodlak), Polonia (wilkolak), Rumania (vârcolac), Inglaterra (werewolf),
Alemania (Werwolf), Suecia (Varulv), Francia (loup-garou), Galicia (lobishome,
lobo de xente), Portugal, Brasil y Paraguay (Luisón o Lobizón, lobisomem),
Uruguay,Argentina (Lobizón), Lituania (vilkolakis y vilkatlakis) y Estonia
(libahunt).
Según la leyenda, el primer
hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología
griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había
sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente.
No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de
todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zeus, e incluso se dijo que
asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.
Al enterarse, el dios Zeus quiso
comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a
Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a
tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso
banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación
de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne
de un niño (presuntamente un hijo suyo).
Zeus se dio cuenta, por supuesto,
y, encolerizado, condeno a Licaón a convertirse en lobo, y a que todos sus
descendientes serían también hombres lobo. Hoy se conoce como licaón al perro
salvaje africano, un pariente de los lobos.
La historia de Licaón provee uno
de los primeros ejemplos de la leyenda del hombre lobo. De acuerdo a la
historia de Licaón, este se transformaba en un lobo como resultado de comer
carne humana; un testigo que estuvo presente en un sacrificio periódico en el
Monte Licaón dijo sufrir un destino similar. Plinio el Viejo, dijo citando a
Euanthes (Historia Naturalis viii. 22/34. 81): que un hombre de la familia de
Anthus fue seleccionado por Lot y fue llevado a un lago en Arcadia, donde
colocó su ropa en un árbol y nadó a través del lago. Esto dio como resultado su
transformación en un lobo, y vagó en esta forma durante nueve años. Entonces,
si durante este tiempo él no atacaba a ningún ser humano, tendría la libertad
de nadar de regreso y volver a su forma original.
Probablemente las dos historias
son idénticas, aunque no se haya mencionado del sacrificio de Licaón por los
descendientes de Anteo. Heródoto (iv. 105) menciona que la tribu de los Neuri,
un pueblo que él ubica al noroeste de Escitia, se transformaban anualmente
durante algunos días. Virgilio también estuvo familiarizado con la
transformación de seres humanos en lobos (véase Eglogas viii. 98). En la novela
Satyricon, escrita por Cayo Petronio cerca del año 60, uno de los personajes
recita una historia sobre un hombre que se convierte en lobo.
A partir de ese momento los
hombres lobo parecen haberse multiplicado, al llegar la Edad Media, los cuentos
de hombres que se transformaban en lobo eran comunes y la gente tenía tanta fe
en ellos que ni siquiera se atrevía a salir de noche al bosque. Hay que
recordar que en aquellos tiempos los lobos auténticos eran comunes y no era
raro que atacaran a las personas. Más tarde los lobos fueron cazados y
exterminados en gran parte de su área de distribución, pero el temor a los
hombres bestia siguió igual de fuerte que antes.
Según las creencias armenias, hay
mujeres que a consecuencia de pecados mortales están condenadas a pasar siete
años bajo la forma de un lobo. Un espíritu llega a tales mujeres y les da la
piel de lobo. Éste les ordena ponérsela, y tan pronto como lo hacen aparecen
marcas de lobo en su mano derecha. Una vez que su naturaleza es conquistada, se
come a sus propios hijos, uno por uno, después devora a los hijos de sus
parientes de acuerdo a la cercanía genealógica, y finalmente ataca a los niños
ajenos a su familia. Pasa a vagar entonces solamente durante la noche, y las
cerraduras y puertas se abren en su aproximación. Cuando está cerca la mañana,
vuelve a su forma humana y se quita la piel de lobo. En estos casos la
transformación es involuntaria. Pero junto a esta creencia sobre metamorfosis
involuntaria, se encuentran las creencias de que los seres humanos pueden
transmutar en animales a voluntad y después reasumir su forma original.
En particular, Francia parece
haber sido infestada con hombres lobo durante el siglo XVI, por lo que fueron
numerosos los consecuentes juicios. En algunos casos, por ejemplo, los de la
familia de Gandillon en el Jura, el sastre de Chalons y de Roulet, todo
ocurriendo en el año 1598, había clara evidencia en contra del acusado de
asesinatos y canibalismo, pero ninguno asociado con lobos; en otros casos, como
el de Gilles Garnier en Dole, 1573, hubo clara evidencia de existencia de algún
lobo, pero ninguna en contra del acusado; en todos los casos, con muy pocas
excepciones, había una predisposición del acusado en confesar e incluso en
detallar las circunstancias de la metamorfosis, la cual es una de los temas
recurrentes de brujería medieval. Aun cuando esta fiebre de licantropía (de
ambos, acusadores y sospechosos) llegó a su cenit, se decidió en el caso de
Jean Grenier en 1603, en Burdeos, que la licantropía no era más que una ilusión
enfermiza. Desde entonces el loup-garou dejó de ser considerado como un herético
peligroso, y regresó a su posición pre-cristiana como una simple amenaza
«lobo-hombre». Las mujeres-lobo (lubins o lupins) fueron consideradas en
Francia, no obstante, como hembras tímidas e inofensivas, en contraste con los
temidos loup-garou.
De acuerdo con los obispos Olaus
Magnus y Majolus, en las provincias de Prusia, Livonia y Lituania, los hombres
lobo del siglo XVI eran más destructivos que los «auténticos lobos», y su
heterodoxia surge de la aserción de los obispos católicos de que ellos formaron
una «escuela maldita» de aquellos «deseosos de las innovaciones contrarias a la
ley divina».
Sin embargo, al principio del
siglo XVII en Inglaterra, las personas acusadas de brujería eran aún
perseguidas celosamente por James I de Inglaterra, para entonces el lobo ya
estaba extinto hace largo tiempo, por lo que este piadoso monarca estaba libre
(Demonologie, lib. iii.) de acusar a los ware wolfes como víctimas de una
ilusión inducidas por una «superabundancia de melancolía natural». Solamente
las criaturas pequeñas tales como el gato, las liebres y la comadreja
permanecían como vehículos para que el hechicero malo se transformase en ellos.
Los hombres lobo de la
dispensación cristiana no eran todos considerados como herejes o viciosamente
dispuestos en contra de la humanidad. De acuerdo con Baronius, en el año 617,
se presentó un grupo de lobos en un monasterio, y destrozaron a varios frailes
quienes mantenían opiniones sobre herejía. Los lobos mandados por Dios
despedazaron a los ladrones sacrílegos del ejército de Francesco Maria, duque
de Urbino, quien había llegado para saquear el tesoro de la Santa Casa de
Loreto. Un lobo vigiló y defendió a San Edmundo Mártir, rey de Inglaterra ante
las bestias salvajes. San Odo, Abad de Cluny, asolado por una manada de zorros,
fue liberado y escoltado por un lobo (A. de Gubernatis, Zoological Mythology,
1872, vol. ii. p. 145). Gran parte de los hombres-lobo eran personas inocentes
y temerosas de Dios, que sufrían a través de embrujos de otros, o simplemente
estaban destinados a un destino infeliz, y quienes en forma de lobo se
comportaban de una manera admirable, honrando y protegiendo a sus benefactores.
El Bisclaveret en el poema William y el Hombre-lobo de Marie de France (c.
1200), el héroe perteneció a esta clase y los numerosos príncipes y princesas,
damas y caballeros, quienes aparecieron temporalmente en forma de bestias en
los cuentos de hadas alemanes (o Märchen). Véase Blanca Nieves y la Rosa Roja,
donde el oso feroz es realmente un príncipe encantado.
De hecho, el poder de transformar
a otros en bestias salvajes no sólo fue atribuido a hechiceros malignos, sino
también a santos cristianos. Omnes angeli, boni et mali, ex virtute naturali
habent potestatem transmutandi corpora nostra (Todos los Ángeles, buenos y
malos, tienen el poder de transmutar nuestros cuerpos) fue la sentencia de
Santo Tomás de Aquino. San Patricio transformó a Vereticus, un rey de Gales, en
un lobo; y San Natalio maldijo a una ilustre familia irlandesa con el resultado
de que cada miembro de ella estaba condenado a ser un lobo por siete años. En
otras historias la voluntad divina es más directa, en Rusia, se supone que los
hombres se convierten en hombres lobo al incurrir en la cólera del diablo.
Ciertas creencias sobre el hombre
lobo se basan en acontecimientos documentados. La Bestia de Gévaudan era una
criatura que aterrorizó el área general de la provincia de Gévaudan, en el
actual Departamento de Lozère, en las Montañas de Margeride al sur de Francia,
en el lapso de 1764 a 1767. La bestia fue descrita frecuentemente como un lobo
gigante, atacando al ganado y a seres humanos sin distinción. Fue abatida,
según los relatos, por Jean Chastel con una bala de plata, de allí el mito de
que los hombres lobo solo pueden matarse con este artilugio.
Teorías de su origen: Se ha
propuesto una teoría reciente para explicar los episodios de hombres lobo en
Europa durante los siglos XVIII y XIX. El cornezuelo, cuya ingestión causa
envenenamiento, es un hongo que crece en los lugares donde se cultiva centeno
en temporadas húmedas, después de inviernos muy fríos. El envenenamiento por
cornezuelo normalmente afecta pueblos completos o por lo menos las áreas pobres
de los pueblos, provocando alucinaciones, histeria colectiva y paranoia, así
también como convulsiones y en algunas ocasiones la muerte (el LSD se deriva
del cornezuelo). El envenenamiento por consumo de cornezuelo se ha propuesto
como causa de los individuos que creían ser un hombre lobo, o de todo un pueblo
que creyó haber visto a un hombre lobo.
Como la mayoría de los intentos
de usar la ciencia moderna para explicar creencias religiosas y folklore, esta
teoría es controvertida e insatisfactoria. Por ejemplo, no explica por qué los
brotes de histeria sobre brujería y las leyendas de transformaciones en
animales que existen alrededor del mundo, incluyendo en lugares donde no hay
cornezuelo del centeno. La histeria y la superstición han existido a través del
mundo por toda la historia registrada, y, generalmente hablando, el envenenamiento
por consumo de hongos no es la razón de todos estos acontecimientos.
Similarmente, algunos
investigadores modernos han intentado utilizar condiciones tales como rabia,
hipertricosis (crecimiento excesivo del pelo sobre el cuerpo entero) o
porphyria (un desorden enzimático con síntomas que incluyen alucinaciones y
paranoia) como explicación para la creencia del hombre lobo, aunque los
síntomas de esas dolencias no emparejan completamente con el folclore o la
evidencia de los episodios de histeria colectiva.
También existe un raro desorden
mental llamado Licantropía clínica, en la que la persona afectada tiene una
ilusoria creencia de que él o ella se está transformando en otro animal, aunque
no siempre es un lobo o un hombre-lobo.
Otros creen que las leyendas de
hombre-lobo nacieron como parte del chamanismo y tótems, animales en las
culturas primitivas basadas en la naturaleza. El término «teriantropía» ha sido
adoptado para describir un concepto espiritual en el que el individuo cree que
él o ella tienen el espíritu o alma, en su totalidad o en parte, de un animal
no-humano.
Lycaon el primer Hombre Lobo: la
leyenda de hombres capaces de convertirse en lobos es muy antigua, la primera
de la que se tiene constancia pertenece a la mitología griega y narra la
historia de Lycaon el primer rey de Arcadia, esta cuenta como Lycaon fundo un
culto pagano a los dioses del Olimpo y en sus ceremonias cometía atroces
asesinatos en sus cultos paganos, asesinando a personas inocentes como ofrenda
a su supuesto Dios y ofreciendoes su sangre como prueba de su devoción.
Zeus reconoció inmediatamente en qué
consistía la cena y la repudio, ante esto y para evitar la ira de Júpiter,
Lycaon huyó al campo; una vez allí Lycaon se dio cuenta de lo que Júpiter tenía
reservado para él, y lentamente comenzó a transformarse es un hombre lobo.
El termino licantropía que
designa a las personas que se creen lobos deriva del nombre Lycaon.
La creencia de que una persona
puede transformarse en lobo esta en casi todas las culturas del mundo, entre
las que podemos mencionar:
ARGENTINA: Lobisón es la palabra
para llamar al hombre lobo en el norte de Argentina, es el séptimo hijo varón,
cuando se convierte en una criatura, con mucho pelo que se asemeja a un lobo,
éste vaga por las colinas y montañas y se alimenta principalmente de carroña,
pero si se cruza con un ser humano lo atacará y si sobrevive se convertirá en lobisón,
otra forma de convertirse en lobisón. En principios de 1900 la leyenda del
séptimo hijo varón estaba tan extendida por la República que causó muchos
abandonos de bebés como también que muchos se dieran en adopción, y se dice que
en algunos casos los padres mataron a sus propios hijos. Debido a esto se
promulgó una ley en 1920 a través de la cual el Presidente de la Nación es el
padrino del séptimo hijo varón de una familia, con esto el Estado le da al niño
una medalla de oro en el día del bautismo y una beca para sus estudios hasta
los 21 años de edad. Supuestamente esto terminó con el fenómeno de las familias
que abandonaban a sus hijos. La ley tiene todavía sus efectos pero ya es una
tradición popular que el Presidente apadrine al séptimo hijo varón.
BRASIL: Bastante parecida a la
leyenda argentina en Brasil el séptimo hijo varón se convertirá en lobisomen
por primera vez cuando cumpla 13 años solamente por dos horas desde la
medianoche hasta la dos de la mañana, durante los viernes de la Cuaresma.
FINLANDIA: Generalmente en Finlandia
una persona se convierte en hombre lobo por un hechizo que le hace una bruja a
una persona, y son hombres lobos durante días y noches hasta que acaba el
hechizo, la forma de romper el hechizo es que una persona lo reconozca y lo
llame por su nombre o le de pan para comer.
MEXICO: Se llaman nahual, y es
básicamente una leyenda azteca esencialmente se trata de un hechicero capaz de
transformarse a voluntad en un coyote negro, en los tiempos pre hispánico fue
una leyenda en la que creían muchas personas. Aun cuando los conquistadores
españoles no creyeron mucho en esta leyenda sí estaban muy influenciados por
leyendas europeas sobre hombres que se transforman en lobos.
Aún hoy en día hay varios grupos
indígenas que creen que las personas pueden voluntariamente transformarse en
coyotes u otros animales a través de la magia y la hechicería. De acuerdo a las
creencias actuales las personas pueden transformarse en animales salvajes
haciendo las siguientes cosas: saltando encima de una cruz de madera; entrar en
un sueño profundo envuelto en una piel de animal o cubriéndose el cuerpo con un
ungüento hecho con hierbas.No todos tienen la capacidad de transformarse en
animales, sólo tienen esta capacidad algunas personas, aparte también tienen
que ser hechiceros experimentados.
Como matar a un hombre lobo: Para
matar a un hombre lobo la forma más famosa y conocida es con una bala de plata,
pero puede ser también una daga o cuchillo de este metal; otros métodos para
aniquilar a un hombre lobo son: pegarle en la cabeza con una vara de hierro;
hacer que coma algo salado o beba agua con sal; rociarlos con agua bendita.
En general una persona que en las
noches de luna llena se transforma en un lobo, durante el día es una persona
normal pero tiene ciertas características que podrían delatar tal condición,
por ejemplo: tener extraordinariamente largo el tercer dedo de las manos,
generalmente duermen con la boca abierta, tener en la forma humana las heridas
adquiridas cuando era lobo, un hombre lobo queda exhausto después de la
transformación y necesita mucho tiempo para su recuperación.
El Rougarou - Hombre Lobo Norteamericano:
“Rougarou” es el nombre con que, dentro del folclore norteamericano, se
denomina al mismo tipo de hombre-lobo que, en la mitología de ciertas
comunidades francesas, se conoce como “loup-garou”, nombre compuesto por loup,
que significa “lobo”, y garou, palabra que expresa la idea de un hombre que se
transforma en animal.
“Rougarou” y “loup-garou”
designan así a la misma criatura, no obstante en el folclore de Norteamérica el
mito adquirió ligeras particularidades, por lo que es mejor hablar de
“rougarou” para evitar confusiones, aunque en la práctica se sigan usando ambos
nombres indistintamente.
En cuanto a su aspecto, el
rougarou luce como un ser con cuerpo de hombre y cabeza de lobo. Dicen que vaga
por los bosques y campos buscando a su presa en la oscuridad de la noche, que
sus ojos son rojos y están inyectados de sangre, que puede correr de pie aunque
suele merodear acechante a cuatro patas, deteniéndose y olfateando hacia
izquierda y derecha en actitud depredadora; y, sobre todo, dicen que está
sediento de sangre.
El rougarou en el folclore de Luisiana
Fueron los misioneros y colonos
franceses quienes, al llegar a Luisiana (actual estado sureño de Estados Unidos
situado en el delta del río Misisipi) en el siglo XVII, trajeron con ellos la
creencia en el loup-garou, el cual fue principalmente conocido, tiempo después,
como “rougarou” aunque siempre se le ha llamado de ambas formas, sabiéndose que
los dos nombres hablan de la misma criatura. Según el estudioso Barry Jean
Ancelet, la leyenda del rougarou es bastante común en Luisiana, zona en donde muchos
se refieren al rougarou simplemente como el “monstruo”.
En las comunidades cajún, grupo
étnico formado de exiliados de Acadia (antiguas colonias de Nueva Francia) en
el s. XVIII, de Luisiana se cree que el rougarou ronda por los pantanos
alrededor de Acadia y la Gran Nueva Orleans. Dentro de estas comunidades la
leyenda se usó por generaciones como un instrumento para controlar a los niños,
a quienes sus mayores les decían que el rougarou vendría a devorarlos si se
portaban mal, cosa que no resultaba poco creíble para los niños teniendo en
cuenta que, entre los mismos adultos, estaba difundida la creencia de que aquel
que rompiese las reglas religiosas de la Cuaresma por siete años seguidos se
transformaría en un rougarou.
Cierta versión de la leyenda dice
que el rougarou es un hombre que ha sido condenado a una maldición de 101 días
en los cuales, durante el día, se ve constreñido a ocultar su situación y a
alejar toda sospecha de él para así no correr el riesgo de ser asesinado.
Durante esos 101 días el rougarou se alimentará de sangre y asesinará animales,
sobre todo vacas y cabras por ser éstas presas fáciles. Sin embargo lo peor de
todo viene al final de los 101 días, momento en el cual necesitará beber la
sangre de otro ser humano para así volver a ser normal de nuevo después de
haberle pasado la maldición a aquel miserable que usó para sanarse, el cual a
su vez buscará a otro ser humano al final de sus 101 días de rougarou y así la
maldición perdurará a través de los tiempos indefinidamente…
Otra versión mucho menos
difundida en Luisiana dice que el rougarou es un tipo de jinete sin cabeza e
incluso hay cierta versión que plantea que el rougarou es un producto de la
brujería puesto que un rougarou sólo puede, o bien ser una bruja que se
transformó a sí misma en rougarou, o bien ser alguien que fue maldecido por una
bruja y, a consecuencia de esa maldición, se transformó en rougarou.
Finalmente y aunque sólo como
elemento del folclore actualmente muerto, existió alguna vez la creencia
abiertamente absurda de que a veces, en las noches oscuras y llenas de fuerte
viento, los rougarous iban, sobre lomos de murciélagos gigantes, a reunirse un
extraño baile en el que participaban gran cantidad de estos hombres lobo…
Según los nativos americanos el
rougarou era un ser en comunión con la naturaleza.
El rougarou en el folclore nativo
americano
Aunque los nativos se refieren al
licántropo como “rugaru” (muy parecido a “rougarou”), aquel nombre no expresa
palabra alguna propia de la lengua ojibwa ni está vinculado a ningún idioma
propio de tribus nativas cultural o geográficamente cercanas; mas, como sí se ve,
tiene mucha semejanza con el francés “loup-garou”.
En el folclore de los nativos
americanos existe la leyenda del wendigo, leyenda que fue relatada en una corta
y popular historia de Algernon Blackwood. En la historia de Blackwood, toda
persona que tenga la desgracia de ver a un wendigo será convertida en uno de
estos infames y monstruosos seres.
Semejante a la versión del
wendigo de Blackwood es aquella versión de la leyenda del rougarou según la
cual toda persona que vea a un rougarou se transformará en uno de ellos y
tendrá que vagar indefinidamente por los bosques en ese estado.
Podría así surgir la impresión de
que ambas leyendas están unidas pero, según el especialista Peter Matthiessen,
el rougarou es una leyenda independiente y su principal diferencia con el
wendigo es que, mientras que el wendigo es temido y está primordialmente
asociado a la esfera del terror, el rougarou es considerado por los nativos
como un ser sagrado que está en sintonía con la Naturaleza y la Madre Tierra.
Algunas veces la gente ha creído
erróneamente que el rougarou podría tratarse de Pie Grande, pero los
especialistas descartan la existencia de elementos a partir de los cuales se
pueda postular dicha identificación en el marco del folclor indígena o nativo.
¿Existe realmente el rougarou?
Un hecho fundamental que sirvió
para fijar la leyenda fue la ignorancia y falta de conocimiento del mundo
exterior, propia sobre todo de las primeras generaciones de colonos que se
asentaron en un lugar totalmente desconocido para ellos y que temían y
respetaban. Gracias a esto fue posible que junto a una mentalidad
suficientemente supersticiosa, y el asombro que producía la naturaleza indómita
del Nuevo Continente, se suscitara la fijación simbólica de ancestrales miedos
e impresiones colectivas en la figura mítica del licántropo.
Ya en cuanto a su perduración en
el tiempo, el especialista en folklore Barry Jean Ancelet dice: “Si creen en
serio que hay o no un personaje que deambula por la noche es algo que carece de
importancia. Ellos creen en los cuentos, creen en la posibilidad de asustar a
la gente a través de historias y eso se convierte en una forma de conectar a
una generación con la siguiente”. En parte por lo anterior la gente incorporó a
su vida cotidiana los cuentos sobre el rougarou y, pese a que de generación en
generación los matices fueron surgiendo y modificándose, la esencia siempre se
preservó debido en parte al carácter de patrimonio cultural del mito y al
orgullo que para la gente ha tendido a significar el comunicar una leyenda que
forma parte de una identidad colectiva y está vinculada al valor que un pueblo
atribuye a sus raíces antes de la llegada al Nuevo Continente.
Huay Chivo - El Hombre Bestia Maya :
En las leyendas de la cultura Maya existe una siniestra criatura mitad hombre y
mitad bestia que merodea por la Península de Yucatán. De acuerdo a las
historias existen hechiceros que tienen la habilidad para transformarse en un
animal sobrenatural, usualmente una cabra (chivo), perro o venado y así poder
cazar el ganado de otros. En la actualidad el Huay chivo es relacionado con el
chupacabras debido a la región donde se han reportado avistamientos. El Huay
chivo es la variación del Nahual de Mesoamérica.
Magia negra Huay
Los brujos Huay, son personas que
vendieron su alma a Kisin, también conocido como el diablo, entidad que les da
la habilidad para realizar siniestros sortilegios y así poder transformarse en
criaturas mitad humano y mitad animal que tienen ojos rojos. El término Huay
significa: “espanto de la media noche”, los brujos tienen el corazón podrido
por espantar a la gente y hacer fechorías.
Esta palabra combina conceptos
del castellano y del idioma Maya de Yucatán, donde Huay o Uay significa
hechicero o espíritu.
Las actividades malvadas de los
brujos consisten en tumbar las cercas de las casas, matar los animales y
posteriormente comer sus sesos. También tienden a embriagar a mujeres con
brebajes para después violarlas.
Para poder convertirse en el Huay
chivo, los brujos hacen un círculo con velas negras y tras arrancar el corazón
de una cabra beben su sangre como ofrenda al maestro del mal y la oscuridad.
Parte del ritual consiste en que el brujo rece el padre nuestro 9 veces de
principio a fin y del final al inicio, posteriormente da 9 vueltas al derecho y
al revés. En la última vuelta se convierten en espanto y de inmediato recorren
las calles más tenebrosas de los pueblos. Se dice que los brujos Huay se forman
del “viento”, esto sucede cuando practican la magia negra tras ser poseído por
el demonio. Creyentes del tema consideran al Huay chivo como la encarnación del
diablo.
Avistamientos del Huay chivo se
han reportado específicamente al sur este del Estado de México en las
provincias de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Los habitantes del pueblo de
Valladolid, en Yucatán saben de las leyendas sobre los malvados hechiceros Huay
y su habilidad para transformarse en escalofriantes animales. Dicen que si una persona se encuentra en el
camino del Huay chivo debe evitar su mirada y solo sentirá un terrible frío
acompañado de un desagradable olor.
Los cambiantes de piel
Un término propio de la cultura
Nativo Americana del siglo XIX, donde se dice que un cambiante de piel o “skin
walker”, es una persona con la habilidad sobrenatural para transformarse en el
animal que desee. Sin embargo para poder realizar el cambio la persona debe
portar la piel del animal. Antropólogos de diferentes partes del mundo se han
encontrado con el mito de los hombres que cambian de forma.
En la tribu de los Navajo existe
el mito de un cambiante de piel llamado: “yee naaldlooshii”, un mamífero de 4
patas, que en realidad es un brujo indio y transformado en un animal para así
moverse más rápido. Las leyendas dicen que para obtener esta habilidad el
individuo debe conseguir el rango más alto dentro del clero y de inmediato
matar a un pariente cercano, de esta forma obtiene oscuros poderes asociados
con los cambiantes de pieles. El “yee naaldlooshii” asume el cuerpo de
cualquier animal cuya habilidad le sirva para una situación específica.
Dentro de las creencias de los
Navajo, se cree que los cambiantes de piel también pueden robar la identidad de
una persona por medio de su mirada, en caso de que se vean directamente a los
ojos, y así el brujo absorbe el cuerpo de la víctima. Para no ser detectados
los cambiantes de piel evitan la luz, pues en forma humana sus ojos brillan
como los de un animal y cuando están transformados en animal sus ojos no
brillan. Los cambiantes de piel usualmente están desnudos o cubiertos con
pieles de animales como osos, coyotes, lobos, pero siempre tienen tatuado
imágenes de pumas.
Los enfrentamientos con los
cambiantes de piel suceden cuando el brujo irrumpe en la casa de sus víctimas,
usualmente hace sonar las paredes y se puede ver la figura de un animal por la
ventana. Otra táctica es atacar un vehículo y causar un accidente, estas
criaturas son agiles y rápidas, lo que hace imposible capturarlos. Posee además
la capacidad de leer el pensamiento y pueden hacer cualquier sonido animal con
exactitud, también imitar la voz de cualquier persona para atraer posibles
víctimas, en ocasiones es el llanto de un niño. Cuando son rastreados, las
huellas terminan en la casa de un conocido del rastreador. La leyenda indica
que para castigar a un cambiante de piel Navajo se debía pronunciar su nombre
completo y después de 3 días dicha persona se enfermaría o moriría por el mal que
hizo.
Estas malvadas entidades disponen
de un rustico arsenal de amuletos para controlar y asustar a sus víctimas. Los brujos usan polvo de hueso de humano en
diminutos dardos que disparan de una cerbatana para no dejar marca, el polvo de
hueso puede causar parálisis o falla cardiaca. De acuerdo al mito Navajo la
única forma de dispararle con un arma de fuego se logra cubriendo las balas con
ceniza blanca, de esta manera el arma no se atascará y penetrara los
sortilegios de protección del brujo.
El Nahual: En la religión de
Mesoamérica se habla de un humano con la capacidad mágica de convertirse en un
animal, usualmente una mula, pavo, caninos y animales poderoso como jaguares.
El Nahual usa sus habilidades para el bien o el mal según dicte su personalidad,
los chamanes pre colombinos hablan del
Nahualismo, práctica que permite a los humanos convertirse en animales ya que
la creencia de esta cultura sostiene que todas las personas tienen una
contraparte animal que es la fuente de su vida.
La palabra se traduce al
castellano como “hechicero cambiante”,
un término de origen religioso, la fecha de nacimiento de la persona
también determinaba los aspectos del animal. El día y la hora de nacimiento
establecían las fortalezas y debilidades del Nahual. Por ello para referirse a
esta clasificación usaban la palabra Tonal para el espíritu del día y Tonalli
servía para dirigirse al animal asociado con el día. En la mitología Azteca, el
dios Tezcatlipoca era el protector del Nahualismo porque su Tonal era el jaguar
y estaba encargaba de distribuir las riquezas. Había casos de comunidades en
donde la posición del Nahual era parte de una jerarquía religiosa, y todos
conocían quien era el respectivo cambiante de piel.
Dentro de las zonas rurales de
México, el Nahual es conocido como un brujo que puede transformarse en animal
por las noches, habilidad que le permite realizar siniestros atracos en la
comunidad, como beber sangre de víctimas inocentes en la forma de un
murciélago, o causar enfermedades como una rata entre otras.
Avistamientos del Huay chivo
El 4 de enero los habitantes de
Valladolid han sido atormentados por lo que creen que es el “uay pek”, la
versión canina del Huay chivo. En el barrio de Chemax hay familias que tienen
miedo de una criatura que se alimenta de las gallinas de su patio, los animales
perecieron cuando este canino les arrancó el corazón, los muslos o sólo la
pechuga. Debido a que las gallinas de diferentes jardines murieron en estas
circunstancias, sus propietarios y demás pobladores creen que es obra de un
brujo Huay. Esto se creía tras que en meses anteriores se encontraron 7 perros
muertos cuyas tripas colgaban de sus vientres, otro reporte escalofriante fue
el fallecimiento de 42 pavos en una granja de San José Tipceh, donde se presume
que los animales fueron atacados por perros salvajes.
Los moradores creen que el brujo
se posesiona de los perros para hacer sus fechorías, como es el caso de
Olegaria Oy Balam, de 53 años, quien perdió 9 de sus gallinas por las fauces de
3 perros en una madrugada. Un reporte similar se presentó en la casa de Mariano
Tec Tun, un hombre de 50 años que vive frente a Olegaria; Mariano dice que por
la madrugada ingresaron 3 perros al patio de su casa, el líder era uno blanco,
acompañado por uno de color gris y otro negro. El hombre insiste en que el
perro blanco atravesó el gallinero, pero huyeron cuando les lanzó piedras.
Mientras que otro vecino, Juan Tec Uitzil dijo que si se puede tratar de un
“Uay pek”, porque un perro normal mata a la gallina y se la lleva del granero
para después comérsela. En este barrio también vive un curandero a quien llaman
“don Maya”, cuyas gallinas también fueron víctimas, su hija Lucía Oxté Poot
dijo que sólo se comieron los muslos.
Cinocéfalos - Hombres con Cabeza de Perro:
Los cinocéfalos son unos seres mitológicos con cuerpo humano y cabeza de perro.
Su existencia en el floclore se puede rastrear hasta el último periodo glaciar.
En este tiempo humanos y lobos se vieron forzados a coexistir, debido a que
frecuentaban el mismo territorio en su continua persecución tras las grandes
manadas de herbívoros que eran sus presas.
Los humanos domesticaron a los
lobos, se supone que al criar desde pequeños a algunos de sus cachorros, lo que
generó una simbiosis entre las dos especies y un progresivo
"amansamiento" de los animales hasta llegar a convertirse en un
compañero fiel y común en muchos asentamientos humanos.
La cooperación de estas especies
se extendió hasta la innata amistad del ser humano con el perro. El canino se
incorporó a la cultura sedentaria de la humanidad, evento que fue marcado en
mitos y arte, donde la figura del perro era asociada con afecto y protección.
Por esta razón el mito de los hombres con cabeza de perro se extendió por el
Oriente, Europa, África y demás regiones entorno al mar báltico. Las diferentes
culturas enriquecieron esta leyenda con imágenes y nuevas historias, creando
así el origen de los Cinocéfalos.
Según las creencias de estos
pueblos de cazadores una mujer podía procrear con un perro. Como resultado nacía
un híbrido humanoide con cabeza de perro y cuerpo de hombre. Esta leyenda se
esparció en distintas culturas y civilizaciones.
Múltiples orígenes
Croacia: En la edad media, la tribu
de los Hundigar en Croacia, eran conocidos salvajes que escondían sus rostros
con capuchas que tenía la apariencia similar a la de un perro. Así se fueron
creando mitos de los brutales Cinocéfalos, quienes con el tiempo se
convirtieron en sinónimo de pagano y enemigo de la cristiandad.
Grecia: Hesíodo el poeta griego,
describe en un fragmento de las Eeas, a criaturas mitad hombre y mitad perro
que eran llamadas “Hemicanes”. Seres que habitan en las tierras de los
Masagetas.
India: Mientras que en el escrito
“Indica Fragment”, el historiador y medico Ctesias de Cnido presenta habitantes
de la India llamados: “Cabeza de perro”, información que obtuvo cuando fue
capturado por los persas. El texto revela que estas criaturas vestían las
pieles de bestias salvajes, no tenían lenguaje alguno y se comunicaban con
ladridos. Su dentadura era más grande que el de los perros normales, y sus uñas
eran más largas y redondas. Los hombres cabeza de perro que Ctesias describe
habitaban las montañas y su complexión física era oscura. De acuerdo con el
historiador, los Cinocéfalos entendían el idioma de la india, pero no tenían la
capacidad para conversar, gruñidos y señales hechas con sus manos. Su dieta
consistía en carne cruda y había una población estimada de más de 120.000
habitantes, los cuales de acuerdo a las leyendas eran un pueblo longevo, donde
cada uno vivía alrededor de 200 años. En India eran conocidos como “Kalystrii”,
palabra que en griego se traduce como cabeza de perro.
La leyenda aparece en distintas
épocas y en muy diferentes culturas.
Megástenes el geógrafo escribió
la “Historia de la India”, en el libro describe a los Cinocéfalos como
cazadores que vendían a los indios el ámbar y purpura que extraían de las
plantas a cambio de harina, telas y armas. Estas criaturas eran hábiles con el
arco y la jabalina. Los Cinocéfalos de Megástenes comían carne, protegían
rebaños, bebían leche de cabras y ovejas, dormían en cuevas y vestían pieles
curtidas. Anatómicamente los hombres perro tenían cola bajo las nalgas, la cual
era más larga y peluda.
Egipto: Los antiguos griegos
conocían de los Cinocéfalos gracias a las representaciones de artistas
egipcios. En estas imágenes se puede ver a Hapi, uno de los 4 hijos de Horus,
quien acompaña las almas de los muertos que serían juzgados. Esta raza hibrida
entre hombre y canino era conocido como: Aani, criatura que estaba consagrada a
Tot el dios egipcio de la sabiduría y escritura. Sin embargo no todas las
entidades fantásticas de la cultura egipcia eran miembros de la jauría de los
Cinocéfalos. Como Anubis, el dios de los muertos quien era representado con la
cabeza de un chacal, también Upuaut, la deidad que abre el camino para los
muertos era dibujado con la cabeza de un perro negro.
Santo Cinocéfalo: Durante la
cristiandad medieval, San Cristóbal el mártir del siglo III, fue un personaje
popular de este periodo por ser un Cinocéfalo que provenía de tribus asiáticas
en tierras escitas. Otros relatos lo muestran como un hombre común, hijo de un
rey cananeo, por el nombre de este pueblo se lo puede asociar a esta etnia. Una
fabula de la iglesia ortodoxa decía que este Santo era un hombre atractivo y
por ello recibía insinuaciones por parte de mujeres de cualquier edad, Dios
para liberarlo de este asedio cambio su cabeza por la de un perro.
Marco Polo: En el siglo XIII, Marco
Polo cuenta la existencia de una mítica isla llamada Macumera, ubicada cerca
del archipiélago de Andamán en el Golfo de Bengala. Los habitantes de esta isla
son humanos con cabeza y dientes de perro, son criaturas crueles y caníbales
que comen cuantas personas puedan mientras no sean de su etnia.
A pesar de la gran difusión entre
distintas culturas de la imagen de hombres con cabeza de perro, sin duda el
cinocéfalo más famoso de la historia fue Anubis el dios con cabeza de chacal
que se encargaba de guiar a los muertos .
En la mitología egipcia está
figura es asociada con la momificación y la vida después de la muerte. Anubis
también es conocido como Inpu, Anupu; su nombre se traduce del griego “dios
cabeza de chacal”.
El registro más antiguo de este
dios esta en los textos del Viejo Reino, en el libro de las pirámides, donde el
dios chacal atiende el entierro del Faraón. Durante este periodo Anubis dejó de
ser la entidad más importante de la muerte y fue reemplazado por Osiris en el
tiempo del Reino Medio.
Dentro los rituales fúnebres, el
dios chacal es mencionado como protector de las tumbas de los fallecidos,
recibiendo el título: “El que está en el lugar de embalsamamiento”. Como muchas
deidades egipcias, Anubis tiene diferentes funciones dependiendo de su
contexto, también ninguna procesión pública podía ser conducida sin el dios
chacal en la cabecera de la marcha.
Anubis es representado por tener
la cabeza de un chacal en el cuerpo de un hombre, en ocasiones era un chacal
bípedo que porta una cinta y utiliza un mayal en su mano. Gracias a esta deidad
los chacales son asociados fuertemente con los cementerios por ser un animal
carroñero que desentierra cuerpos para comerse su carne. El color negro de
Anubis, representa la piel podrida y el suelo negro del valle del Nilo, lo que
simboliza renacimiento.
La presencia de esta deidad era
tan importante que el jefe de los embalsamadores vestía un disfraz de Anubis.
En el Libro de los Muertos, hay una imagen que muestra al dios chacal
decidiendo quien de los fallecidos era digno de entrar entre la realeza de los
muertos.
Los Kynokephaloi: Una tribu de la
India y África, cuyos miembros eran hombres con cabeza de perro. La existencia
de esta etnia se originó por los relatos de antiguos viajeros que confundían al
babuino africano con un hombre. Los griegos usaron el término Kynokephalos para
referirse a este animal.
Estos salvajes sobrevivían en las
montañas cazando diariamente cualquier animal que puedan cocinar en el sol.
Aprovechándose también de los recursos de las ovejas, cabras entre otros,
comían la dulce fruta de la Siptakhora. Como ofrenda enviaban las frutas
anualmente al rey de la India a cambio bienes, como pan, harina, espadas,
arcos, flechas y lanzas, armas con las que se habían vuelto buenos guerreros.
Como vivían en cuevas de las montañas era difícil derrotarlos, tenían malos
hábitos de aseo, las mujeres sólo se bañaban una vez al mes y los hombres no se
bañaban, no tenían camas y preferían dormir en hojas o césped. Se untaban un
aceite en su pelaje para limpiarse su piel, y los más ricos de su sociedad eran
los que más ovejas tenían porque vestían prendas de algodón.
Otras Citas a esta Leyendas
Paul el Diácono menciona en su
escrito “Historia gentis Langobardorum”, que los Cinocéfalos usaban tácticas
para asustar a sus enemigos, diciendo que combaten todos los días y beben la
sangre de sus víctimas para calmar su deseo por seguir matando.
El teólogo francés Ratramnus del
siglo IX escribió una carta “la Epístola de Cynocephalis”, sus palabras
cuestionaban si esta etnia tenía los mismos derechos que un humano, citó
también al Santo Thomas de Cantimpré, quien afirmaba la existencia de esta raza
en: El libro de hombres monstruosos del Oriente, “Liber de Monstruosis
Hominibus Orientis”.
Sociedad de cinocéfalos.: En el
siglo XIII, se rumoraba que Atila, el rey de los hunos se convirtió en un
Cinocéfalo. Esta transformación era una alusión negativa a las civilizaciones
provenientes de Asia por acosar a Europa con ataques de barbaros. Dentro de
este siglo, el enciclopedista Vincent de Beauvais describió al Santo patrón
Louis IX de Francia como: “un animal con la cabeza de un perro, pero con el
resto de miembros de apariencia humana, aunque se comporta como un hombre
tranquilo, pero cuando está furioso es cruel y se desquita con la humanidad”.
Los Cinocéfalos aparecen en un
viejo poema galés, propio de la fabula Arturiana, donde el Rey y sus caballeros
pelean contra estas criaturas en las montañas de Eidyn, Edimburgo. Muchos de
los hombres cabeza de perro son liquidados por el guerrero Bedwyr. El poema
hace referencia a una pelea contra “Gwrgi Garwlwyd”, nombre que se traduciría
como: “Escabroso hombre perro gris”, sin embargo muchos escolares creen que
este personaje es un hombre lobo por su descripción.
El autor francés Jean de
Mandeville del siglo XIV, habla en su texto “el libro de las maravillas” sobre
una tierra grande llamada Nacamerán cuyos habitantes tiene cabeza de perro y
cuerpo de persona. Estos individuos son inteligentes excepto por que su dios es
un buey, y portan su símbolo en la frente. La única ropa que visten es un
pedazo de tela que los cubre desde su cintura hasta las rodillas. Los
Cinocéfalos son altos y fuertes guerreros, en tiempos de guerra portan una
adarga en el cuello que protege el cuerpo, usan una lanza para someter a sus
enemigos a quienes posteriormente se comen.
Posible Explicación del Mito
Los avances científicos actuales
han demostrado la incompatibilidad para procrear entre especies no afines. El
hombre y el perro son totalmente incompatibles y la posibilidad de pensar que
la leyenda de los cinocéfalos se fundamente en el nacimiento de un ser mitad
humano mitad perro roza lo absurdo. Sin embargo ¿como es posible que apareciera
en tantas culturas y en épocas tan distante en el tiempo?
La misma ciencia tiene una
posible explicación a tan extendida creencia, un animal, el papión o babuino
amarillo (Papio cynocephalus) que como su nombre científico apunta es un papión
con "cabeza de perro".
La capacidad de este animal para
andar erguido sobre sus patas traseras, su hocico ancho y grande como el de un
perro y su capacidad para vivir en comunidades de hasta 250 ejemplares, bien
podrían haber confundido a viajeros y mercaderes que incapaces de comprender
que se trataba de un animal o animados por el afán de protagonismo los
describieran como hombres con cabeza de perro.
La Hipertricosis Congénita: El
Síndrome del Hombre Lobo (también llamado Hipertricosis Universal Congénita) es
un claro ejemplo de que la realidad supera con creces a la ficción.
Existen dos variantes más
típicas:
Hipertricosis Lanuginosa
Congénita. Es una enfermedad extremadamente rara ya que sólo se han documentado
50 casos desde la Edad Media. Las personas que lo padecen están completamente
cubiertas por un vello lanugo largo excepto en las palmas de las manos y de los
pies. La longitud a la cual puede llegar el vello es de 25 centímetros.
El lanugo es el pelo fino y
blanquecino (como si fuera pelusilla) que aparece en los recién nacidos en
hombros y brazos y que desaparece normalmente tras el primer mes desde el
nacimiento. En los que padecen esta forma de hipertricosis el lanugo persiste y
puede crecer durante toda la vida o desaparecer con los años.
Síndrome de Ambras. En esta
variante el vello es más grueso, posee coloración y en todos los casos crece a
lo largo de toda la vida.
Como suele suceder con estas
anomalías tan raras, apenas se han estudiado. Sólo se sabe que se deben a una
mutación genética dominante. La mayoría de veces los individuos lo adquieren
por herencia familiar, el hecho de que la mutación sea hereditaria hace que sea
normal que existan familias con numerosos miembros que posean esta alteración.
Ya que hay un 50% de probabilidades de que el descendiente posea el síndrome.
Pero otras veces aparecen mutaciones de forma espontánea. De todas formas, no
se sabe la localización genética, ni cómo actúa dicha mutación.
Salvo la exagerada presencia de
pelo, no sufren ninguna otra alteración. No tienen una esperanza de vida menor
ni tienen mayor probabilidad de enfermar. Sin embargo, la presencia del
individuo en la sociedad hace que a menudo se vea aislado, discriminado o maltratado
física o psicológicamente, por lo que son proclives a tener serios problemas
psicológicos. La sociedad es muy dura con respecto a aquello que desconoce y es
diferente.
Una de las razones por las que
existe la fantasía del Hombre Lobo se debe a que podría haber sido asociado a
este raro síndrome. Sin embargo, se sabe que hay otras enfermedades que también
han contribuido a difundirlo, como la porfiria, la licantropía, el lupus
eritematoso sistémico…
Asociaciones a la Leyenda del
Hombre Lobo
Personajes peludos han sido con
frecuencia malinterpretados como hombres lobo, aunque en este caso más por su
morfología que por sus características sanguinarias.
Un amplio grupo de estos los
encontramos en la historia de los llamados 'fenómenos humanos' y, por desgracia,
asociados la mayoría de las veces a la exhibición circense o a un coleccionismo
arcaico y de dudoso gusto por parte de nobles y monarquías por suerte
obsoletas. El más antiguo conocido hace referencia a un canario nacido en 1556
llamado Petrus Gonsalvus, que tenía todo el cuerpo y la cara cubiertos de
vello. Por orden del rey Enrique II de Francia, se transladó a París donde tuvo
una exquisita educación y tuvo 4 hijos, todos con el mismo aspecto de su padre.
Tras una gira por Europa de toda la familia, el duque Albretch IV de Babiera
asombrado por su aspecto encargó realizarle un retrato de tamaño natural, obra
que regaló posteriormente al archiduque Ferdinand del Tirol y que expuso en su
Castillo de Ambras, en Innsbruck, Austria. Posteriormente la artista Lavinia
Fontana de Zappis realizó otro famoso cuadro de su hija Antonietta.
La mutación genética es
hereditaria, por lo que en un 50% de los casos el descendiente posea el
síndrome.
Al ser el primer caso detallado
del que se tuvo noticia, este tipo de hipertricosis universal congénita es
conocida como el Síndrome de Ambras -una de las llamadas enfermedades raras con
inversión en el cromosoma 8 (p11.2q23.1)-, que curiosamente nos ofrece una
imagen muy similar al clásico hombre lobo cinematográfico.
Barbara Urselin fue otro famoso
caso de grave hipertricosis del que también existe testimonio gráfico. Nació en
1629 en Kempten, Alemania, y fue exhibida de muy pequeña por sus padres a
cambio de dinero como "La Mujer Cubierta de Pelo" (The Hairy-Faced
Woman); posteriormente se casó y su marido continuó con este dudoso negocio
recorriendo toda Europa. También se tiene constancia pictórica del siglo XVII,
obra de Stefano della Bella, de un tal Horacio González, un hirsuto hombre lobo
español que viajó a Roma en peregrinación para rogar el milagro de un cambio de
aspecto.
Otros famosos personajes peludos
fueron Adrian Jeftichejev, conocido en 1873 como "El Hombre Salvaje de los
Bosques de Kostroma" y que se exhibía como el fruto de las relaciones
entre un oso y una campesina, de carácter arisco y de pésimo humor agravado por
una hepatopatía debida a su aficción al vodka, así como su hijo ilegítimo
Fedor, conocido posteriormente por el nombre de Theodore Petroff y por el
sobrenombre de "Jo-Jo, el Niño con Cara de Perro", "El Skye
Terrier Humano" o "El Hombre Caniche", y que gracias a su
ingenio y buen carácter fue muy querido por el público y la prensa que lo
visitaba en el circo. Tras su muy llorada muerte en 1904, el circo buscó un
fenómeno similar encontrando a Stephan Bibrowski, conocido como "Lionel,
el Hombre León", que había nacido en 1891 de padres normales; personaje
culto y divertido, falleció en 1931 tras una exitosa carrera como showman.
Entre 1888 y 1889, una familia de
birmanos que huyeron de su país durante la guerra civil, hizo una gira por
Estados Unidos; el padre llamado Shwe-Maong, peludo como los casos anteriores,
fue regalado de niño al rey como curiosidad y divertimento de palacio; tras
casarse, tuvo cuatro hijas, una de ella peluda y que posteriormente tuvo un
hijo normal y una hija también peluda. Y si revisamos la literatura médica, nos
encontraremos ocasionalmente con este síndrome: un hombre chino en 1937, un
alemán en 1958, otra alemana en 1964, un niño griego en 1993 y toda una familia
mexicana con 21 miembros afectados y que son conocidos como "Los Niños
Lobo".
La medicina también ha encontrado
otro tipo de hirsutismo congénito diferente al que hemos visto; en este caso
también puede afectar a todo el cuerpo pero se asocia a un prognatismo facial,
hipertrofia gingival y alteraciones dentales. Este síndrome de hirsutismo con
fibromatosis gingival se ha asociado más a una imagen de oso o de mono, que a
un perro o a un lobo, pero no podemos evitar introducirlo aquí por su
similitud.
Ejemplos famosos de este síndrome
ha sido el trágico caso de Julia Pastrana, una india mexicana que nació en 1834
en las montañas de Sierra Madre; a los 20 años se puso a trabajar como fenómeno
profesional exhibiéndose por la región y los EEUU. Era una mujer baja, de 137
cm de altura, con una gran hipertrofia gingival que formaba unas grandes encías
llenas de protuberancias, con la frente muy peluda y unos bigotes y barba muy
llamativos. Se le presentó como "El Híbrido Maravilloso" o "La
Mujer Oso", y muchos creyeron que era el resultado de los bestiales
amoríos de un humano y una osa o un orangután. Su vida, por desgracia, estuvo
rodeada por los poquísimos escrúpulos de su mánager, que se casó con ella para
poder seguir explotando el filón de la curiosidad humana; la dejó embarazada y
llegó a vender entradas para asistir al parto. Julia dió a luz en 1860 a un
niño tan peludo como ella pero, debido a lo dificultoso del alumbramiento,
falleció a los tres días y la madre dos días después. El marido continuó
aprovechándose de ambos y los mandó embalsamar (aunque en realidad fue un puro
trabajo de taxidermia) y siguió exhibiéndolos por el mundo. Tras muchas
peripecias las exhibiciones terminaron en 1976 cuando unos ladrones destruyeron
parcialmente sus momias; desde el año 1990 sus restos se encuentran en el
Instituto de Medicina Forense Rikshospitalet de Oslo, donde sólo están
disponibles para estudios científicos.
Otra caso que podríamos incluir
en este grupo sería el de Krao, una niña hirsuta con un pelo corporal negro,
lacio y lustroso, con prognatismo facial, nariz chata y orejas grandes, ágil de
movimientos y muy flexible. Al igual que otras personas de características
similares fue exhibida desde 1883 por Europa y EEUU como "La Mujer
Simio" junto con una falsa historia familiar que la trasformaba en una
especie de eslabón perdido, aunque nació en realidad en Bangkok de padres
normales.
También podríamos incluir aquí el
famoso caso español de la llamada "Osa de Andara", una mujer velluda
de Cantabria estudiada en 1875, descrita con pelo crespo, de frente aplastada y
estrecha, nariz chata, pómulos prominentes y labios parecidos a un hocico.
Algún autor afirmó, con pocos visos de realidad, que era una pastora llamada
Joaquina López que huyó a las cuevas de Andara avergonzada por su imagen;
otros, por el contrario, han intentado ver en esta mujer un resto de la raza
neandertal...
10 formas de convertirse en hombre lobo:
Tal como sucede con el vampiro , existe más de una manera de entrar en el
exclusivo club de los licántropos, los hombres lobo. Si no estás convencido de
probar las bondades de transformarte en un no muerto que se alimenta de sangre
ajena, piensa en los beneficios que puede reportarte el cambiar de hábitos y
formas con la luna llena: no debes temer a la luz del sol, ni a los símbolos
religiosos; tan siquiera debes preocuparte por las balas y otros objetos de
plata, nada más. Para pensarlo.
1. Ser mordido por un hombre lobo
Este es el método más tradicional,
sin lugar a dudas. Al igual que sucede con los vampiros, la mordedura de un
hombre lobo conlleva la segura posibilidad del contagio, aunque a diferencia
del vampiro, que puede optar por transformar a sus víctimas en seres iguales o
similares a sí mismo o en gules , la mordedura de un hombre lobo sólo produce
otro hombre lobo. Aun así, es posible para los hombres lobo simplemente matar a
su víctima sin darle la oportunidad de la metamorfosis.
2. Poseer la salvia mágica
Se trata en este caso de una
operación clara de brujería. Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son los
componentes que conforman este ungüento, pero lo que está claro es que debe uno
pasárselo por todo el cuerpo durante las horas previas a la aparición de la
luna llena y esperar a que este satélite haga el resto del trabajo.
3. Beber agua de la huella de un hombre
lobo
Este procedimiento está
mencionado en fuentes muy antiguas. La dificultad, claro está, es detectar a un
hombre lobo y seguir su rastro sin que eso signifique perjuicio para nosotros
(recuerda que un hombre lobo puede escoger asesinarte sin convertirte en uno de
los suyos). Si logramos esto, el agua de lluvia que se arremoline en su huella
tiene los elementos mágicos necesarios como para que se inicie en nosotros el
proceso deseado.
4. Colocarse un cinturón con piel de hombre
lobo
En este caso debemos primero
hacernos con un cinturón que esté fabricado con la piel de un hombre lobo que
haya sido capturado y muerto. No es fácil obtener esta prenda, ni siquiera
fabricándola uno mismo (suponiendo que podamos dar caza a un hombre lobo):
hallar a alguien que admita haber matado a un hombre lobo es ya dificultoso,
más aún si nos es preciso obligarlo a que se desprenda de este trofeo. En
nuestra modesta opinión, se nos antoja la variante más complicada. Si lo
consigues, sólo es cuestión de que lo uses durante la luna llena.
5. Dormir durante un martes y un viernes
con el rostro hacia la luna llena
Este camino, aparentemente tan
fácil, posee sus complicaciones. Una de ellas es que no todos los autores están
de acuerdo respecto de los días: algunos dicen martes y viernes, otros
miércoles y viernes. Asimismo, tampoco los especialistas se ponen de acuerdo en
lo que toca a la duración del ritual: para algunos, con un par de noches es
suficiente, para otros es necesario que así suceda durante toda la fase llena
de la luna, incluso hay quienes afirman que es imprescindible que transcurra
todo un año antes de que el sortilegio rinda frutos.
Si ya has decidido hacer trato
con la tribu de los licántropos (para lo cual debes seguramente haber leído la
primera parte de este artículo), te invitamos entonces a multiplicar tus
posibilidades de convertirte en un hombre o una mujer lobo con los restantes
cinco métodos y sus horrendas amenidades.
6. Pactar con el Diablo
Al igual que ocurre con el
vampiro, es posible que el resultado de una operación de pacto diabólico entre
los allegados al satanismo culmine con la conversión del interesado en hombre
lobo, aunque admitimos que es más común que las personas pidan llegar a ser un
vampiro. En vista de que el vampiro tiene más debilidades, puede parecer
erróneo que se lleve las preferencias, pero hay una diferencia esencial: no se
registran casos en los que se haya comprobado que un vampiro posea vida eterna.
Para quienes quieren vivir (al menos por las noches) para siempre, el vampiro
es la elección obvia. Pero el hombre lobo lo es para aquéllos que desean sentir
el poder de lo salvaje correr por las venas.
7. Ser un vampiro
En el apartado anterior
explicamos que el pacto diabólico es una de las formas de acceder a la
categoría de hombre lobo. Pero también lo es la de ser un vampiro, como puedes
comprobar aquí. Entonces... ¿es posible disfrutar de ambas categorías? Sólo
parcialmente. Si eres un vampiro, podrás en ocasiones transformarte en hombre
lobo; si has escogido ser un hombre lobo, no se sabe de casos en los que éstos
puedan trocarse a sí mismos en vampiros. Pero todavía quedan muchos casos por
estudiar.
8. Sufrir un castigo divino
De acuerdo a la mitología de
Grecia, el primer rey de Arcadia fue llamado Lycaón, palabra que en lengua
griega quiere decir lobo (de allí el término licantropía, es decir,
lobo-hombre). En sus ritos para honrar a los dioses, Lycaón recurría a los
sacrificios humanos y, en última instancia, al canibalismo, cosas ambas
fuertemente condenadas por la cultura griega y también por los Olímpicos. El
castigo de Lycaón fue el de ser convertido en lobo para expiar sus pecados. De
la transgresión nace el castigo, y para quien lo está buscando, el premio.
9. Nacer en el apogeo de la luna llena
La influencia de la luna sobre
las mareas y el comportamiento humano (no hay que olvidar que el cuerpo está
constituido por un setenta por ciento de agua) es asunto bien probado. No lo es
tanto el hecho de la predisposición de las personas nacidas en lo más brillante
de la luna llena a ser víctimas de la licantropía. En todo caso, lo más
probable es que se trate de un factor coadyuvante: el hecho de haber nacido en la
luna llena debe adherirse a otra característica licantrópica para que entre
ambas den la transformación por asegurada.
10. Ser el séptimo hijo varón
Así como la séptima hija mujer de
un mismo matrimonio será una bruja, la leyenda afirma que el séptimo hijo varón
será un hombre lobo. En regiones de América del Sur, como las partes norte de
Argentina, sur de Brasil y Paraguay, la creencia se encuentra muy arraigada
(sobre todo en el caso del lobizón o lobisón ), al punto que es costumbre, en
Paraguay y Argentina, que el padrino del séptimo hijo sea el Presidente de la
Nación en cuestión. El origen de esta tradición se basa en impedir que el
pequeño sea sacrificado por sus padres para evitar que se convierta en un
hombre lobo.
Bibliografia:
Muy buena información me ha ayudado mucho en mis escritos. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMuchas gracias Maria, estos comentarios nos dan fuerza para continuar con el blog.
EliminarUna información muy completa. Me ha ayudado mucho con un trabajo. En especial estaba buscando información sobre el rugaru, pero me ha sorprendido gratamente toda la información sobre el hombre lobo. Gracias por todo.
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