viernes, 5 de abril de 2013

Los retos en la vida


Los retos

¿Que significa un reto?: El término reto hace referencia a un desafío o una actividad (física o intelectual) que una persona debe realizar sobreponiéndose a diferente tipo de dificultades. Un reto puede llegar a ser complicado y peligroso en algunos casos, pero obtener éxito siempre es algo que genera satisfacción y alegría ya que no sólo implica poder cumplir con una tarea específica sino además con aquello que supone alguna complicación. Los retos pueden ser autoimpuestos como un desafío que la persona hace consigo misma, como también impuestos desde afuera. Dependiendo del individuo, cualquiera de los dos casos puede representar bastante presión y exigencia.
Retar a una persona a hacer algo, o retarse a sí misma, es justamente exigir la realización de una actividad o acción que envuelve cierto tipo de dificultad o peligro. Así, retos muy característicos pueden ser aquellos que suponen destreza física (como por ejemplo, escalar una montaña, cruzar un río a nado o simplemente realizar una rutina de ejercicio exigente) como también aquellos que significan un esfuerzo intelectual (terminar una carrera, cumplir con ciertos objetivos laborales, etc.). Todos estos retos también pueden verse acompañados o complementados por retos de tipo moral o ético como por ejemplo actuar o no de determinadas maneras en ciertas situaciones (por ejemplo, puede ser un reto entrar a una competencia y no ser desleal con los competidores).
De más está decir, que el significado de reto puede variar de persona a persona. Así, mientras que para alguien no es un reto realizar una actividad física exigente, sí lo puede ser llevar a cabo una rutina académica exigente que es fácil para otro. Esto tiene que ver con las preferencias, las capacidades, los intereses y los miedos de cada individuo, todos elementos que se conjugan de manera única y que hacen que reaccionemos de manera particular ante diversas situaciones.
Siempre la consecución del reto, el logro de los objetivos propuestos otorga un grado alto de satisfacción ya que supone sobreponerse a las dificultades específicas y mirar más allá de lo que se nos cruza en el camino.
Retos que se tiene que superar en la vida: Serie de retos que forman parte de la realidad del ser humano y que suponen un lastre al que debemos enfrentarnos, poniendo en práctica todas nuestras habilidades y recursos personales para conseguir ser personas satisfechas con nuestra propia vida.
Estos retos son:
 El miedo y la inseguridad: que decir hoy del miedo y la inseguridad en la coyuntura que nos toca vivir. Si el miedo y la inseguridad forman parte de la naturaleza humana, hoy en día ¿quiénes nos sentimos realmente seguros?, acaso el miedo no forma parte de nuestro día a día. La situación actual nos ha hecho sentir miedo no en la mirada a un futuro lejano, sino en la mirada al mañana próximo. Tenemos un fuerte sentimiento de vulnerabilidad. El reto está en aprender a convivir con la falta de seguridad, con la incertidumbre sin dejar que esto nos desanime y nos haga perder la confianza en el futuro y en nuestra propia capacidad para controlar el cómo nos afectan las situaciones.
Lo quiero ahora: Hemos ido desarrollando un deseo creciente de tener, poseer y ser, en muchos casos difícilmente gestionable y alimentado por un mundo que nos empujaba a tratar de conseguir todo lo que nos presenta. Difícilmente conseguimos tolerar la frustración que nos supone no tener aquello que anhelamos de forma inmediata. Es tal este deseo del aquí y ahora,  que cuando no podemos conseguir aquello que anhelamos, reconducimos nuestro deseo a otra cosa que si podamos poseer de forma inmediata. Hemos ido disminuyendo de forma progresiva y creciente el tiempo que somos capaces de esperar para conseguir aquello que deseamos. Vivimos en el mundo de la inmediatez. El reto está en aprender a ser más tolerantes, en aprender a controlar nuestros propios impulsos y a convivir con la frustración y la contrariedad como un estado más sin que ello suponga un incremento en los niveles tolerables de ansiedad.
La culpa y victimismo: Existe también en muchas personas una gran tendencia a considerarse como víctimas.  Este sentimiento lo podemos reconocer en frases que comienza "sino no fuera por....". Culpar a los demás de nuestros problemas y dificultades suele ser además de bastante habitual la postura más fácil. Muy pocos de nosotros somos capaces de asumir abiertamente nuestras responsabilidades ante otros y ante nosotros mismos, y tampoco tenemos la valentía en muchas ocasiones de tomar la iniciativa para poner en marcha las acciones necesarias para el cambio. El posicionarse en el papel de víctima nos protege de cualquier responsabilidad, siempre hay alguien a quien culpabilizar. El reto está en asumir nuestra propia responsabilidad en el desarrollo de los acontecimientos y en el cambio de los mismos.
La desesperanza: la desesperanza es un sentimiento que está íntimamente relacionado con el victimismo. Al sentirnos víctimas de algo o alguien entramos en un estado de desesperanza,  resignándonos a las circunstancias y perdiendo con ello nuestra capacidad de afrontamiento y resolución. Con la desesperanza entregamos nuestra propia capacidad de decidir e influir sobre las situaciones y los acontecimientos. Al considerar a los otros como absolutos responsables de lo que sucede y nos sucede quedamos indefensos sin capacidad de control. El reto está en aprender a reconocer nuestra propia capacidad de influencia y control sobre las situaciones.
La falta de equilibrio existencial: decir a estas alturas que vivimos una vida compleja, estresada y agotadora será para muchos una obviedad. Queremos controlarlo todo,  hacer cada vez más, ser mejores y más eficientes, estar en lo más alto,  hasta el punto que caemos en un profundo desequilibrio personal en el que anteponemos  trabajo y dinero  a nuestra familia,  a nuestra propia salud,  prestando gran atención, esfuerzo y energía a aspectos secundarios y dejando de lado aquellos verdaderamente importantes. Conseguir un equilibrio razonable en nuestras prioridades se ha convertido en un deseo idealizado no secundado por acciones y comportamientos. El reto está en aprender a reconocer e identificar aquello que realmente tiene valor en esencia para el ser humano y de lo que depende nuestra propia existencia y satisfacción personal.
El deseo de sentirnos comprendidos: el ser humano es un ser relacional que busca la aceptación y afecto de los demás en muchos de sus comportamientos. De hecho algunas de las dificultades que enfrentamos en el día a día vienen determinadas por un deseo irracional de ser aceptado y reconocido por otros. El reto que debemos afrontar es aprender a aceptar que las personas que nos rodean no tienen porque mostrarnos aceptación y reconocimiento y que ello no cambia nuestra valía en absoluto.
El conflicto y la diferencia: los seres humanos somos diferentes, tenemos deseos, inquietudes, intereses, necesidades, objetivos...etc diferentes, esto a priori no es negativo lo problemático es cómo gestionamos estas diferencias, sobre todo cuándo utilizamos el método " ganar cuanto más mejor",  no trabajamos el enfoque de buscar aspectos comunes, sinergias, encuentros,  sino que buscamos la diferencia, tratamos de obtener los mayores beneficios y resultados a consta del otro. El reto está en aprender a trabajar no desde lo que nos aleja sino desde lo que nos acerca, entendiendo la diferencia como algo natural y positivo, aprovechando esta circunstancia como elemento de enriquecimiento mutuo.
Cómo Afrontar Nuevos Retos Personales: Es habitual que en periodos de incertidumbre o como sucede en la actualidad, de crisis económica y financiera, nos resistamos a cambiar pensando, que muy pronto, todo volverá a ser como antes.
La realidad es que esta espera paciente a que todo cambie sin hacer nada, no conduce a nada positivo, sino a todo lo contrario: inmovilizarnos, frustrarnos y decepcionarnos.
Ante esta situación podemos tomar dos opciones:
Una, quedarnos dónde estamos y esperar a que vengan tiempos mejores
La otra, empezar a caminar para avanzar
Si eres de los que han decidido avanzar probablemente no vas a encontrar un camino fácil, pero lo que sí te garantizo es que con la acción muchas cosas empezarán a cambiar en tu vida.
Unas serán positivas y otras no tanto, pero estarás en el camino de afrontar nuevos retos.
En este proceso de cambio quizás te surjan dudas de por dónde comenzar. Lo mejor es que te hagas un auto análisis para conocer todos tus puntos débiles y fuertes. Así conocerás dónde están tus fortalezas y los temas que tendrás que reforzar.
Dos pasos fundamentales que deberás dar son:
      • ¿Qué quiero hacer con mi vida, con mis proyectos, mi empresa, …?
Esta es la primera pregunta que debes hacerte. Me lo habrás escuchado (leído) más de una vez: Si no sabes a dónde quieres ir, no sabrás cuál es el camino que debes seguir para alcanzar tu meta.
Reflexionar sobre este tema suele revolucionar nuestro ser ya que nos hace pensar, y muchos, nos resistimos a hacerlo. Algunas veces por pereza, otras por miedo a averiguar algo que nos hemos estado ocultando durante tiempo, y en la mayoría de los casos, por el temor a no saber qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas.
Cuando hacemos todo lo posible para vencer estas resistencias, descubrimos, que a partir de ahí, todo es mucho más sencillo de lo que pensamos y los avances suelen ser espectaculares, porque hemos empezado a escucharnos y a dialogar con nosotros mismo. De esta forma empezamos a descubrir lo queremos para nosotros, y a partir de ese momento, podremos empezar a comprometernos con nuestros retos y seguir al siguiente paso.
      • Trabajar la voluntad, la constancia y el tesón
Podemos desear muchas cosas aunque sin estas tres cualidades no podremos seguir avanzando. La voluntad nos dará el ánimo y la resolución de querer hacer lo que tenemos que hacer. La constancia no imprimirá la firmeza para conseguir nuestros propósitos, y por último, el tesón nos afianzará en la decisión tomada para perseverar y no abandonar.
“¿Qué intentarías hacer si tuvieras la seguridad de que no ibas a fracasar?” (Robert Schuller)
Conseguir nuevos retos no es tarea fácil pero sí alcanzable, sólo tienes que tomar la decisión de querer lograrlo. Como acertadamente dijo Albert Einstein: “Algo sólo es imposible hasta que alguien lo duda y acaba probando lo contrario”.

Estrés: cómo afrontar mejor los retos de la vida:
¿Qué causa el estrés?
Las sensaciones de estrés son ocasionadas por el instinto que el cuerpo tiene de defenderse a sí mismo. Este instinto es bueno en emergencias, como salirse del camino si viene un carro a alta velocidad. Pero el estrés puede causar síntomas físicos si continúa por mucho tiempo, por ejemplo, en respuesta a los retos de la vida diaria y a los cambios.
Ante esta situación, es como si su cuerpo se preparara para saltar del automóvil pero usted aún esta ahí. Su cuerpo está trabajando más de lo necesario sin tener ningún lugar donde poner toda esa energía adicional. Esto puede hacerlo sentir ansioso, temeroso, preocupado y tenso.
¿Qué cambios pueden causarle estrés?
Cualquier tipo de cambio puede hacerlo sentir estresado así sea un cambio bueno. No es solamente el cambio o el suceso en sí, pero también la forma como usted reacciona ante éste, lo que importa. Lo que es estresante es diferente para cada persona. Por ejemplo, una persona puede sentirse estresada al jubilarse, a diferencia de otras.
Entre otras situaciones estresantes, se encuentran un despido laboral, cuando su hijo o hija se marcha de la casa o regresa a ella, la muerte de un cónyuge, el divorcio o el matrimonio, una enfermedad, una lesión, una promoción en el trabajo, problemas de dinero, una mudanza o el nacimiento de un hijo.
¿Puede el estrés causarme problemas de salud?
Sí e, incluso, puede empeorarlos. Hable con su médico de la familia si usted piensa que algunos de sus síntomas son por causa del estrés. Es importante cerciorarse de que sus síntomas no son causados por otros problemas de salud.
Señas posibles de estrés
Ansiedad
Dolor de espalda
Estreñimiento o diarrea
Depresión
Fatiga
Dolores de cabeza
Presión arterial (sanguínea) elevada
Dificultad para conciliar el sueño o insomnio
Problemas en sus relaciones con los demás
Sensación de "falta de aire"
Rigidez en el cuello o en la mandíbula
Malestar estomacal
Subir o bajar de peso
¿Qué puedo hacer para disminuir mi estrés?
El primer paso es aprender a reconocer cuando usted se está sintiendo estresado. Las primeras señas de estrés incluyen tensar los hombros y el cuello, o cerrar las manos en forma de puño.
El siguiente paso consiste en escoger un método para manejar el estrés. Una forma es evitar el evento o la cosa que le produce el estrés; pero con frecuencia esto no es posible. Una segunda alternativa es cambiar la forma como usted reacciona ante el estrés. Por lo general, esta es la mejor opción.
Consejos para manejar el estrés
No se preocupe por las cosas que usted no puede controlar, tales como el clima.
Resuelva los pequeños problemas. De este modo, puede adquirir una sensación de control.
Prepárese lo mejor que pueda para sucesos que usted sabe que pueden ocasionarle estrés, como una entrevista de trabajo.
Trate de ver los cambios como un reto positivo, no como una amenaza.
Trate de resolver los conflictos con las demás personas.
Hable con un amigo en el cual usted confía, con un familiar o con un asesor psicológico.
Fíjese metas realistas tanto en la casa como en el trabajo. Evite el exceso de planes.
Haga ejercicio de manera regular.
Coma comidas bien balanceadas en forma regular y duerma lo suficiente.
Medite.
Participe en algo que no le produzca estrés, tal como en deportes, eventos sociales o aficiones.
¿Por qué el ejercicio resulta útil?
El ejercicio es una buena forma de tratar el estrés, pues es una forma saludable de aliviar la energía y la tensión reprimida. Nos consta que el ejercicio libera sustancias químicas en el cerebro que lo hacen sentir bien. Además, le ayuda a ponerse en mejor condición física, lo cual lo hace sentirse mejor en general.
Pasos para la respiración profunda
Acuéstese sobre una superficie plana.
Coloque una mano sobre el estómago, inmediatamente por encima del ombligo. Coloque la otra mano sobre el pecho.
Llene los pulmones de aire despacio y trate de levantar un poco el estómago.
Mantenga la respiración por un segundo.
Exhale lentamente y deje que el estómago regrese a la posición baja.
¿Qué es la meditación?
La meditación es una forma de pensamiento guiado. Puede tomar muchas formas. Usted puede implementarla con algún ejercicio en que se repiten los mismos movimientos una y otra vez, como caminar o nadar. Usted puede meditar practicando las técnicas de relajación, haciendo ejercicios de estiramiento o respirando profundamente.
El entrenamiento para relajarse es fácil. Empiece con un músculo. Manténgalo tenso por unos cuantos segundos y luego relájelo. Repita este paso con cada uno de los músculos empezando por los dedos de los pies, siguiendo por los pies y subiendo por las distintas partes del cuerpo, un grupo muscular por vez.
El estiramiento también sirve para aliviar la tensión. Déle vuelta a su cabeza haciendo un círculo suave. Levante los brazos tratando de alcanzar el techo y dóblese de lado a lado lentamente. Haga movimientos circulares con los hombros.
La respiración relajada y profunda por sí misma puede ayudar a aliviar el estrés (ver el cuadro a la derecha). De este modo, puede obtener bastante oxígeno y activar la respuesta a la relajación, el antídoto del cuerpo para el estrés.
Si desea recibir más ayuda para el tratamiento de los síntomas del estrés, pídale consejos a su médico de familia.

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