Los retos
¿Que significa un reto?: El término reto hace
referencia a un desafío o una actividad (física o intelectual) que una persona
debe realizar sobreponiéndose a diferente tipo de dificultades. Un reto puede
llegar a ser complicado y peligroso en algunos casos, pero obtener éxito
siempre es algo que genera satisfacción y alegría ya que no sólo implica poder
cumplir con una tarea específica sino además con aquello que supone alguna
complicación. Los retos pueden ser autoimpuestos como un desafío que la persona
hace consigo misma, como también impuestos desde afuera. Dependiendo del
individuo, cualquiera de los dos casos puede representar bastante presión y
exigencia.
Retar a una persona a hacer algo, o retarse a sí misma, es
justamente exigir la realización de una actividad o acción que envuelve cierto
tipo de dificultad o peligro. Así, retos muy característicos pueden ser
aquellos que suponen destreza física (como por ejemplo, escalar una montaña,
cruzar un río a nado o simplemente realizar una rutina de ejercicio exigente)
como también aquellos que significan un esfuerzo intelectual (terminar una
carrera, cumplir con ciertos objetivos laborales, etc.). Todos estos retos
también pueden verse acompañados o complementados por retos de tipo moral o ético
como por ejemplo actuar o no de determinadas maneras en ciertas situaciones
(por ejemplo, puede ser un reto entrar a una competencia y no ser desleal con
los competidores).
De más está decir, que el significado de reto puede variar
de persona a persona. Así, mientras que para alguien no es un reto realizar una
actividad física exigente, sí lo puede ser llevar a cabo una rutina académica
exigente que es fácil para otro. Esto tiene que ver con las preferencias, las
capacidades, los intereses y los miedos de cada individuo, todos elementos que
se conjugan de manera única y que hacen que reaccionemos de manera particular
ante diversas situaciones.
Siempre la consecución del reto, el logro de los objetivos
propuestos otorga un grado alto de satisfacción ya que supone sobreponerse a
las dificultades específicas y mirar más allá de lo que se nos cruza en el
camino.
Retos que se tiene que superar en la vida:
Serie de retos que forman parte de la realidad del ser humano y que suponen un
lastre al que debemos enfrentarnos, poniendo en práctica todas nuestras
habilidades y recursos personales para conseguir ser personas satisfechas con
nuestra propia vida.
Estos retos son:
El miedo y la
inseguridad: que decir hoy del miedo y la inseguridad en la
coyuntura que nos toca vivir. Si el miedo y la inseguridad forman parte de la
naturaleza humana, hoy en día ¿quiénes nos sentimos realmente seguros?, acaso
el miedo no forma parte de nuestro día a día. La situación actual nos ha hecho
sentir miedo no en la mirada a un futuro lejano, sino en la mirada al mañana
próximo. Tenemos un fuerte sentimiento de vulnerabilidad. El reto está en
aprender a convivir con la falta de seguridad, con la incertidumbre sin dejar
que esto nos desanime y nos haga perder la confianza en el futuro y en nuestra
propia capacidad para controlar el cómo nos afectan las situaciones.
Lo quiero ahora: Hemos ido desarrollando un
deseo creciente de tener, poseer y ser, en muchos casos difícilmente
gestionable y alimentado por un mundo que nos empujaba a tratar de conseguir
todo lo que nos presenta. Difícilmente conseguimos tolerar la frustración que
nos supone no tener aquello que anhelamos de forma inmediata. Es tal este deseo
del aquí y ahora, que cuando no podemos
conseguir aquello que anhelamos, reconducimos nuestro deseo a otra cosa que si
podamos poseer de forma inmediata. Hemos ido disminuyendo de forma progresiva y
creciente el tiempo que somos capaces de esperar para conseguir aquello que
deseamos. Vivimos en el mundo de la inmediatez. El reto está en aprender a ser
más tolerantes, en aprender a controlar nuestros propios impulsos y a convivir
con la frustración y la contrariedad como un estado más sin que ello suponga un
incremento en los niveles tolerables de ansiedad.
La culpa y victimismo: Existe también en
muchas personas una gran tendencia a considerarse como víctimas. Este sentimiento lo podemos reconocer en
frases que comienza "sino no fuera por....". Culpar a los demás de
nuestros problemas y dificultades suele ser además de bastante habitual la
postura más fácil. Muy pocos de nosotros somos capaces de asumir abiertamente
nuestras responsabilidades ante otros y ante nosotros mismos, y tampoco tenemos
la valentía en muchas ocasiones de tomar la iniciativa para poner en marcha las
acciones necesarias para el cambio. El posicionarse en el papel de víctima nos
protege de cualquier responsabilidad, siempre hay alguien a quien culpabilizar.
El reto está en asumir nuestra propia responsabilidad en el desarrollo de los
acontecimientos y en el cambio de los mismos.
La desesperanza: la desesperanza es un
sentimiento que está íntimamente relacionado con el victimismo. Al sentirnos
víctimas de algo o alguien entramos en un estado de desesperanza, resignándonos a las circunstancias y
perdiendo con ello nuestra capacidad de afrontamiento y resolución. Con la
desesperanza entregamos nuestra propia capacidad de decidir e influir sobre las
situaciones y los acontecimientos. Al considerar a los otros como absolutos
responsables de lo que sucede y nos sucede quedamos indefensos sin capacidad de
control. El reto está en aprender a reconocer nuestra propia capacidad de
influencia y control sobre las situaciones.
La falta de equilibrio existencial: decir a
estas alturas que vivimos una vida compleja, estresada y agotadora será para
muchos una obviedad. Queremos controlarlo todo,
hacer cada vez más, ser mejores y más eficientes, estar en lo más
alto, hasta el punto que caemos en un
profundo desequilibrio personal en el que anteponemos trabajo y dinero a nuestra familia, a nuestra propia salud, prestando gran atención, esfuerzo y energía a
aspectos secundarios y dejando de lado aquellos verdaderamente importantes.
Conseguir un equilibrio razonable en nuestras prioridades se ha convertido en
un deseo idealizado no secundado por acciones y comportamientos. El reto está
en aprender a reconocer e identificar aquello que realmente tiene valor en
esencia para el ser humano y de lo que depende nuestra propia existencia y
satisfacción personal.
El deseo de sentirnos comprendidos: el ser
humano es un ser relacional que busca la aceptación y afecto de los demás en
muchos de sus comportamientos. De hecho algunas de las dificultades que
enfrentamos en el día a día vienen determinadas por un deseo irracional de ser
aceptado y reconocido por otros. El reto que debemos afrontar es aprender a
aceptar que las personas que nos rodean no tienen porque mostrarnos aceptación
y reconocimiento y que ello no cambia nuestra valía en absoluto.
El conflicto y la diferencia: los seres
humanos somos diferentes, tenemos deseos, inquietudes, intereses, necesidades,
objetivos...etc diferentes, esto a priori no es negativo lo problemático es
cómo gestionamos estas diferencias, sobre todo cuándo utilizamos el método
" ganar cuanto más mejor", no
trabajamos el enfoque de buscar aspectos comunes, sinergias, encuentros, sino que buscamos la diferencia, tratamos de
obtener los mayores beneficios y resultados a consta del otro. El reto está en
aprender a trabajar no desde lo que nos aleja sino desde lo que nos acerca,
entendiendo la diferencia como algo natural y positivo, aprovechando esta
circunstancia como elemento de enriquecimiento mutuo.
Cómo Afrontar Nuevos Retos Personales: Es habitual que
en periodos de incertidumbre o como sucede en la actualidad, de crisis
económica y financiera, nos resistamos a cambiar pensando, que muy pronto, todo
volverá a ser como antes.
La realidad es que
esta espera paciente a que todo cambie sin hacer nada, no conduce a nada
positivo, sino a todo lo contrario: inmovilizarnos, frustrarnos y
decepcionarnos.
Ante esta situación
podemos tomar dos opciones:
Una, quedarnos dónde
estamos y esperar a que vengan tiempos mejores
La otra, empezar a
caminar para avanzar
Si eres de los que
han decidido avanzar probablemente no vas a encontrar un camino fácil, pero lo
que sí te garantizo es que con la acción muchas cosas empezarán a cambiar en tu
vida.
Unas serán positivas
y otras no tanto, pero estarás en el camino de afrontar nuevos retos.
En este proceso de
cambio quizás te surjan dudas de por dónde comenzar. Lo mejor es que te hagas
un auto análisis para conocer todos tus puntos débiles y fuertes. Así conocerás
dónde están tus fortalezas y los temas que tendrás que reforzar.
Dos pasos
fundamentales que deberás dar son:
• ¿Qué quiero hacer con mi vida, con mis
proyectos, mi empresa, …?
Esta es la primera
pregunta que debes hacerte. Me lo habrás escuchado (leído) más de una vez: Si
no sabes a dónde quieres ir, no sabrás cuál es el camino que debes seguir para
alcanzar tu meta.
Reflexionar sobre
este tema suele revolucionar nuestro ser ya que nos hace pensar, y muchos, nos
resistimos a hacerlo. Algunas veces por pereza, otras por miedo a averiguar
algo que nos hemos estado ocultando durante tiempo, y en la mayoría de los
casos, por el temor a no saber qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas.
Cuando hacemos todo
lo posible para vencer estas resistencias, descubrimos, que a partir de ahí,
todo es mucho más sencillo de lo que pensamos y los avances suelen ser
espectaculares, porque hemos empezado a escucharnos y a dialogar con nosotros
mismo. De esta forma empezamos a descubrir lo queremos para nosotros, y a
partir de ese momento, podremos empezar a comprometernos con nuestros retos y
seguir al siguiente paso.
• Trabajar la voluntad, la constancia y
el tesón
Podemos desear muchas
cosas aunque sin estas tres cualidades no podremos seguir avanzando. La
voluntad nos dará el ánimo y la resolución de querer hacer lo que tenemos que
hacer. La constancia no imprimirá la firmeza para conseguir nuestros
propósitos, y por último, el tesón nos afianzará en la decisión tomada para
perseverar y no abandonar.
“¿Qué intentarías
hacer si tuvieras la seguridad de que no ibas a fracasar?” (Robert Schuller)
Conseguir nuevos
retos no es tarea fácil pero sí alcanzable, sólo tienes que tomar la decisión
de querer lograrlo. Como acertadamente dijo Albert Einstein: “Algo sólo es
imposible hasta que alguien lo duda y acaba probando lo contrario”.
Estrés: cómo afrontar mejor los retos de la vida:
¿Qué causa el estrés?
Las sensaciones de
estrés son ocasionadas por el instinto que el cuerpo tiene de defenderse a sí
mismo. Este instinto es bueno en emergencias, como salirse del camino si viene
un carro a alta velocidad. Pero el estrés puede causar síntomas físicos si
continúa por mucho tiempo, por ejemplo, en respuesta a los retos de la vida
diaria y a los cambios.
Ante esta situación,
es como si su cuerpo se preparara para saltar del automóvil pero usted aún esta
ahí. Su cuerpo está trabajando más de lo necesario sin tener ningún lugar donde
poner toda esa energía adicional. Esto puede hacerlo sentir ansioso, temeroso,
preocupado y tenso.
¿Qué cambios pueden
causarle estrés?
Cualquier tipo de
cambio puede hacerlo sentir estresado así sea un cambio bueno. No es solamente
el cambio o el suceso en sí, pero también la forma como usted reacciona ante
éste, lo que importa. Lo que es estresante es diferente para cada persona. Por
ejemplo, una persona puede sentirse estresada al jubilarse, a diferencia de
otras.
Entre otras
situaciones estresantes, se encuentran un despido laboral, cuando su hijo o
hija se marcha de la casa o regresa a ella, la muerte de un cónyuge, el
divorcio o el matrimonio, una enfermedad, una lesión, una promoción en el
trabajo, problemas de dinero, una mudanza o el nacimiento de un hijo.
¿Puede el estrés
causarme problemas de salud?
Sí e, incluso, puede
empeorarlos. Hable con su médico de la familia si usted piensa que algunos de
sus síntomas son por causa del estrés. Es importante cerciorarse de que sus
síntomas no son causados por otros problemas de salud.
Señas posibles de
estrés
Ansiedad
Dolor de espalda
Estreñimiento o
diarrea
Depresión
Fatiga
Dolores de cabeza
Presión arterial
(sanguínea) elevada
Dificultad para
conciliar el sueño o insomnio
Problemas en sus
relaciones con los demás
Sensación de
"falta de aire"
Rigidez en el cuello
o en la mandíbula
Malestar estomacal
Subir o bajar de peso
¿Qué puedo hacer para
disminuir mi estrés?
El primer paso es
aprender a reconocer cuando usted se está sintiendo estresado. Las primeras
señas de estrés incluyen tensar los hombros y el cuello, o cerrar las manos en
forma de puño.
El siguiente paso
consiste en escoger un método para manejar el estrés. Una forma es evitar el
evento o la cosa que le produce el estrés; pero con frecuencia esto no es
posible. Una segunda alternativa es cambiar la forma como usted reacciona ante
el estrés. Por lo general, esta es la mejor opción.
Consejos para manejar
el estrés
No se preocupe por
las cosas que usted no puede controlar, tales como el clima.
Resuelva los pequeños
problemas. De este modo, puede adquirir una sensación de control.
Prepárese lo mejor
que pueda para sucesos que usted sabe que pueden ocasionarle estrés, como una
entrevista de trabajo.
Trate de ver los
cambios como un reto positivo, no como una amenaza.
Trate de resolver los
conflictos con las demás personas.
Hable con un amigo en
el cual usted confía, con un familiar o con un asesor psicológico.
Fíjese metas
realistas tanto en la casa como en el trabajo. Evite el exceso de planes.
Haga ejercicio de
manera regular.
Coma comidas bien
balanceadas en forma regular y duerma lo suficiente.
Medite.
Participe en algo que
no le produzca estrés, tal como en deportes, eventos sociales o aficiones.
¿Por qué el ejercicio
resulta útil?
El ejercicio es una
buena forma de tratar el estrés, pues es una forma saludable de aliviar la
energía y la tensión reprimida. Nos consta que el ejercicio libera sustancias
químicas en el cerebro que lo hacen sentir bien. Además, le ayuda a ponerse en
mejor condición física, lo cual lo hace sentirse mejor en general.
Pasos para la
respiración profunda
Acuéstese sobre una
superficie plana.
Coloque una mano
sobre el estómago, inmediatamente por encima del ombligo. Coloque la otra mano
sobre el pecho.
Llene los pulmones de
aire despacio y trate de levantar un poco el estómago.
Mantenga la
respiración por un segundo.
Exhale lentamente y
deje que el estómago regrese a la posición baja.
¿Qué es la
meditación?
La meditación es una
forma de pensamiento guiado. Puede tomar muchas formas. Usted puede
implementarla con algún ejercicio en que se repiten los mismos movimientos una
y otra vez, como caminar o nadar. Usted puede meditar practicando las técnicas
de relajación, haciendo ejercicios de estiramiento o respirando profundamente.
El entrenamiento para
relajarse es fácil. Empiece con un músculo. Manténgalo tenso por unos cuantos
segundos y luego relájelo. Repita este paso con cada uno de los músculos
empezando por los dedos de los pies, siguiendo por los pies y subiendo por las
distintas partes del cuerpo, un grupo muscular por vez.
El estiramiento
también sirve para aliviar la tensión. Déle vuelta a su cabeza haciendo un
círculo suave. Levante los brazos tratando de alcanzar el techo y dóblese de
lado a lado lentamente. Haga movimientos circulares con los hombros.
La respiración
relajada y profunda por sí misma puede ayudar a aliviar el estrés (ver el
cuadro a la derecha). De este modo, puede obtener bastante oxígeno y activar la
respuesta a la relajación, el antídoto del cuerpo para el estrés.
Si desea recibir más
ayuda para el tratamiento de los síntomas del estrés, pídale consejos a su
médico de familia.
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