martes, 11 de junio de 2013

Todo sobre la tristeza

Todo sobre la Tristeza

Que es: La tristeza es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres. La alegría es la emoción contraria.
Etimología: La palabra española tristeza viene del latín, trístĭtĭa.
Otras tristezas: La tristeza puede ser un síntoma de la depresión, que se caracteriza, entre otras cosas (abatimiento general de la persona, descenso de la autoestima y sentimientos de pesimismo, desesperanza y desamparo), por una tristeza profunda y crónica. En psiquiatría se habla de tristeza patológica cuando hay una alteración de la afectividad en que se produce un descenso del estado de ánimo, que puede incluir también pesimismo, desesperanza y disminución de la motivación. La tendencia alternativa entre las emociones de alegría y de tristeza es la labilidad emocional. Los síntomas de la tristeza son: llorar, nervios, rencor y decaimiento moralmente.
Tristeza, apatía, ansiedad, obsesiones?
Estamos habituados a que se cataloguen los síntomas que podamos padecer en alguna categoría diagnóstica y a pensar que, o bien tienen una causa psicológica que debe tratarse con psicoterapia, o bien una causa médica, que debe tratarse principalmente con fármacos.
Sin embargo, existe otro tipo de alteración que no se debe a ninguno de estos dos motivos, pero que puede hacer que tengas todo tipo de síntomas, ya sea ansiedad, tristeza, apatía, pánico, miedo, obsesiones, o hasta síndrome premenstrual.
Me estoy refiriendo a un desequilibrio bioquímico ocasionado por la falta de determinados nutrientes esenciales, como pueden ser los aminoácidos (utilizados en tu cuerpo para crear neurotransmisores), o determinadas vitaminas o minerales, como las vitaminas del grupo B.
El triptófano, por ejemplo, se utiliza para formar serotonina, un neurotransmisor que ejerce un papel muy importante en la regulación del estado de ánimo y el sueño, entre otras funciones. El triptófano se obtiene de las proteínas de la alimentación. No obstante, si tu alimentación no es apropiada, si tomas ciertas sustancias que inhiben la serotonina, o si por cualquier otro motivo tus niveles son bajos, es muy probable que tengas problemas que ni un psicólogo ni un médico convencional van a solucionar.
En este artículo encontrarás información sobre cómo tratar la depresión con aminoácidos, así como tres tipos de depresión producidos por la carencia de tres aminoácidos diferentes.

¿Tristeza o Depresión?
A veces la tristeza puede resultarnos tan intensa y agónica que no sabemos si estamos pasando un mal momento o nuestro sistema emocional no ha podido más y ha terminado derrumbándose dando lugar a una depresión. En este artículo queremos diferenciar entre este sentimiento y los síntomas de depresión que pueden estar íntimamente relacionados en multitud de ocasiones pero manteniendo esta certeza presente, el hecho de estar triste no implica sufrir un estado depresivo.
¿A qué llamamos tristeza?
A pesar de que la mayoría de los seres humanos procuran evitar la tristeza constantemente, éste es un estado emocional de lo más normal y natural que puede sentirse en muchos momentos a lo largo de la vida.
La tristeza la podemos relacionar con el llanto, aunque a veces también se llora de alegría, de rabia o incluso de miedo. Lo que origina la tristeza depende de cada persona y cada momento concreto pero un ejemplo muy válido sería la decepción, cuando se han creado unas determinadas expectativas y éstas no se ven cumplidas, cuando la vida nos lleva a situaciones dolorosas en las que perdemos a personas que han tenido un lugar importante en nuestra vida, tristes incluso cuando el sufrimiento no es nuestro pero alguien de nuestro alrededor está pasando un mal momento.
Muchos artistas han encontrado en la tristeza su más profunda inspiración con la que se llega a lo más hondo del alma y, es en ella con la que han escrito los poemas más hermosos, canciones o incluso se han pintado maravillosas obras de arte que han nacido como un medio de expresar este sentimiento tan intenso.
Por lo tanto, no debemos de temer la tristeza ya que es una reacción emocional natural en el ser humano pero sí, a modo de recomendación personal, a veces es mejor aprender a “torear” la tristeza y dejarla pasar par no embargarse, ni hundirse ni regodearse en todos los sentimientos que genera.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad mental, un trastorno del estado de ánimo (DSM-IV) que puede clasificarse de múltiples maneras según la sintomatología que presente el paciente: Trastorno depresivo mayor episodio único, Trastorno depresivo mayor recidivante, Trastorno distímico, Trastorno depresivo no especificado.
El tiempo de duración de la depresión puede variar ampliamente dependiendo del diagnóstico realizado (desde breve duración de semanas o un mes a años), de igual manera, hay diferentes causas de una depresión como es la depresión reactiva o endógena.
Las personas que están pasando por un episodio depresivo pueden necesitar ayuda tanto psicológica como psiquiátrica para poder volver a disfrutar de su vida tanto en un aspecto personal como laboral. Como hemos hablado de la depresión en otros artículos vamos a centrarnos exclusivamente en el tema de este artículo, las diferencias.
Principales diferencias entre tristeza y depresión
 La gran diferencia que hay entre la tristeza y la depresión es que ésta primera suele ser una emoción momentánea, pasajera, que puede durar desde un breve instante a unos días, pero siempre es algo pasajero. En el caso de la depresión, puede durar unos quince días a una depresión de años, muy prolongada en el tiempo.
Un aspecto fundamental para entender la diferencia, desde mi punto de vista, es que en la depresión la persona no se siente con fuerzas para hacerle frente a su vida, esa persona no vive sino que sobrevive al momento, está hundida y desesperada, no puede ver más allá de la oscuridad que la ha sumido mientras que la tristeza podríamos decir que es una ligera bruma que con un poco de viento desaparece. Una persona que está triste es un pequeño instante en su vida, puede sentirse decaído pero no es lo mismo que sentir que está en lo más profundo de un pozo lleno de oscuridad.
Si nos centramos en aspectos técnicos para comprender la diferencia entre ambos estados, vamos a basarnos en los diferentes síntomas, comunes a los tipos de depresión que hemos mencionado anteriormente, que describe el DSM-IV.
Tenemos que entender que la tristeza puede ser un síntoma de la depresión pero tener sólo un síntoma no implica tener una enfermedad, es necesario que se den cinco o más de los síntomas que os presentamos a continuación para que una persona pueda ser diagnosticada de depresión:
La persona sufre un estado de tristeza la mayor parte del día o casi todos los días durante al menos un período de dos semanas.
Anhedonia o disminución del interés o la capacidad de placer por todas o casi todas las actividades. Lo que ante le gustaba ahora ni le motiva casi cada día.
Pérdida de peso sin hacer régimen, perdida de apetito casi cada día. O todo lo contrario mayor ingesta calórica y aumento de peso casi cada día.
Insomnio, apenas dormir o todo lo contrario hipersomnia aumento de la horas de sueño o incluso no querer levantarse de la cama casi cada día.
Agitación o todo lo contrario enlentecimiento psicomotores casi cada día.
Sentimientos de culpa, desazón, ideas irracionales casi cada día.
Fatiga, cansancio pérdida de energía a diario.
Disminución de la capacidad de concentración, de atención y de decisión a diario.
Pensamientos o ideas recurrentes sobre la muerte, ideas suicidas.
Estos síntomas no son debidos a los efectos de haber consumido una sustancia como un medicamento o drogas o por otra enfermedad médica. En caso de duelo o pérdida de un ser querido, el trastorno depresivo puede estar en juego si los síntomas duran más de dos meses o se da un notable deterioro funcional, ideas suicidas, enlentecimiento psicomotor síntomas psicóticos.
 Si crees que tú o alguien cercano sufre una depresión acude al medico existen pruebas de detección que pueden ayudarte a buscar tratamiento para tu problema. ¿Necesitas más razones para acudir al psicólogo?

Diferencia entre tristeza y depresión.
Es importante reconocer la diferencia entre la tristeza y la depresión, porque con frecuencia podemos confundirlas. Cuando esto sucede, no las manejamos adecuadamente y nuestro sufrimiento crece.
¿Qué piensas de la tristeza?
La tristeza es una emoción negativa que tenemos que evitar a toda costa.
No nos gusta que la gente se dé cuenta de que estamos tristes, porque nos sentimos mal, de sentirnos mal.
Es un signo de debilidad.
Este tipo de pensamiento se relaciona más con los hombres que con las mujeres.
Si estamos tristes, estamos deprimidos.
La diferencia entre tristeza y depresión está únicamente en la intensidad.
Esto no es así.
Aunque la tristeza puede ser parte de la depresión, ésta es completamente diferente.
Es muy importante reconocer la diferencia entre ambas emociones, porque:
Algunas personas que sólo están tristes, pueden calificarse como deprimidas y en función de creerse esta etiqueta:
Tomar medicamentos que no necesitan y no les van a ayudar, sugestionarse,
aumentar, con pensamientos equivocados, dicha tristeza, pensar que no pueden hacer nada al respecto, permitiendo que la tristeza se vuelva permanente,
Las personas que sí están deprimidas, pueden no buscar ayuda, por creer que es una tristeza normal.
La tristeza es parte de la vida, no la podemos evitar, pero podemos manejarla para disminuirla o eliminarla.
Es la respuesta natural ante las situaciones dolorosas, que todos vivimos.

Es una sensación de decaimiento de nuestro estado de ánimo, un sentimiento de vacío, que tiene las siguientes características:
Resulta de una herida o de una perdida de cualquier tipo, la persona está consciente de la causa, casi siempre es pasajera, a menos que nosotros, con nuestra forma de pensar, la mantengamos o la aumentemos, la persona puede seguir funcionando adecuadamente, termina cuando la persona soluciona su situación o cuando modifica sus pensamientos y su actitud ante la vida.
La depresión es una enfermedad que:
Puede necesitar medicamentos, no siempre tiene una causa identificable,
puede durar mucho tiempo, puede estar relacionada con aspectos:
biológicos, hereditarios, de personalidad y ambientales.
Mientras dura la depresión, la persona se siente: desamparada, desesperada y sin energía para enfrentarse a la vida diaria.
La tristeza, como todas las emociones, tiene una función:
Nos ayuda a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra forma de vida, con lo que aprendemos a conocernos mejor.
Nos indica que algo está sucediendo en nuestra vida, que nos está afectando negativamente y necesitamos solucionar o cambiar.
Reconocer la tristeza, nos ayuda a disfrutar más de los momentos de alegría.
Algunas personas empiezan sintiéndose tristes y pueden acabar deprimidas.
Esto sucede por un mal manejo de la tristeza.

Como superar la tristeza ?
Es sin duda una de tantas e infinitas emociones que forman nuestra globalidad, un estado de ánimo que influye de forma directa en la perspectiva y el punto de vista que tenemos ante la vida. Es importante que le prestes la misma atención que cualquier otra emoción ya que aprendiendo a ver las emociones como las manifestaciones que nos intentan transmitir algo, aprenderás cómo regularlas y te liberarás fácilmente de esa carga cuando tengan connotaciones negativas para tu vida…
Debes saber que cuando uno está triste SIEMPRE es por una razón, por algo que ha sucedido en tu vida ya sea a nivel social, personal, físico, mental e incluso espiritualmente hablando que no ha sido resuelto y está dando vueltas por las puertas de nuestra Alma. El estar triste o sentir tristeza NO es malo ya que todo el mundo se pone triste alguna vez en el momento en que no nos sentimos amados o nos sentimos solos. Es importante que hagas caso y estudies a niveles profundos la causa de la tristeza ya que, una vez localices, entiendas y transmutes la causa que ha provocado esa tristeza, podrás contrarrestarla alimentándola con pensamientos positivos, decretos, oraciones y palabras de aliento que acabarán por hacer desaparecer tal emoción. Cuando la tristeza es un simple disgusto o desilusión suele tener una duración corta o se elimina simplemente substituyendo una experiencia “negativa” por cualquier otra experiencia “positiva” que podamos realizar seguidamente aunque, cuando el mensaje de la tristeza es duradero y es emoción se transforma en algo cotidiano e incluso algo “normal” es cuando nuestros sistemas deben ponerse alerta ya que hay algo que no hemos resuelto y que si no transmutamos a tiempo puede llegar a producir bloqueos energéticos e incluso somatizar algún tipo de enfermedad a nivel físico como la famosa y conocida depresión…
¿Cómo superar la Tristeza?
1. LLORA
Una de las limpiezas más efectivas para liberar el Alma de emociones negativas en sin duda el llanto. Llorar no hace a los hombres menos hombres ni a las mujeres más mujeres sino que esta maravillosa acción liberadora nos permite sacar del Interior energías negativas que no debemos permitir que se queden a vivir en nuestra Alma y por lo tanto el hecho de llorar y llorar aunque a veces no se sepa ni el motivo “aparente” te ayudará a sentirte mucho mejor y a despejar las nubes tal y como sucede en el cielo normal que compartes en tu vida ya que normalmente cuando termina de llover las nubes se transforman y brilla de nuevo el Sol…
2. COMPARTE
La tristeza en muchas ocasiones nos hace tener la necesidad de estar solos y aunque puede ser positivo estar a solas para poder reflexionar sobre la gravedad y la levedad de las cosas el poder compartir junto a otros nuestro malestar o incluso aceptar tan sólo su compañía para apaliar la soledad provoca que ese bajo estado de ánimo vaya disminuyendo y al final esa pesada carga que teníamos desaparece porque el Amor llega con fuerza y energía de renovación...
3. DESCANSA
Alguna vez habrás podido oír la frase hecha “lo consultaré con la almohada”. Esta frase tiene mucho significado espiritual ya que no tan sólo te permite conectar con otros Planos Espirituales sino que además, nuestra Alma tiene la oportunidad por un rato de alejarse de las pre-ocupaciones mentales y respirar aire fresco y renovado del Universo y cuando el Alma regresa al cuerpo podrás notar incluso que donde antes había un peso y una tristeza ahora hay ideas, proyectos o motivaciones distintas que nos hacen alejarnos de esa emoción.

Cómo distinguir entre tristeza y depresión clínica
Tristeza
Se utiliza coloquialmente demasiado a menudo la expresión "estoy deprimido", por ejemplo cuando ha perdido el equipo deportivo correspondiente, o el individuo que sea ha extraviado un billete de 50Bs.
Aunque obviamente un suceso negativo puede sumir a cualquier persona en mayor o medida en la tristeza, lo más seguro es que no se trate realmente de una depresión clínica. Existe una gran diferencia. Aunque ambas palabras se usan mucho como sinónimos, en realidad no lo son.
Simple tristeza
Así, la tristeza es una respuesta natural al infortunio, la frustración, el dolor y las situaciones negativas, por lo que se puede decir que es normal que cualquiera la padezca con cierta asiduidad, sobre todo si le ha ocurrido algo grave. Encontrarse mal tras una ruptura amorosa o un problema económico de calado no implica una patología, sino que a cualquier persona le ocurriría lo mismo. Con el paso del tiempo se mitiga o desaparece por completo.
Si el individuo sufre un revés que cambia significativamente su vida (muerte de la pareja o de un ser querido muy cercano, pérdida de un trabajo importante, un divorcio) atravesará una etapa de duelo, proceso de readaptación a las nuevas circunstancias que puede ser largo y doloroso, por los constantes recuerdos de lo que se ha perdido. Pero tampoco se trata de una depresión. Se habla de desorden anímico real cuando la persona sufre una serie de síntomas, entre los cuales suele estar por regla general la tristeza, aunque casi nunca se puede establecer la causa de la misma. Ésta viene acompañada de apatía, desinterés por las ocupaciones habituales hasta entonces, dolores de cabeza, hipertensión, molestias abdominales, fatiga, insomnio, etc.
La importancia de saber distinguir
Aprender a diferenciar ambos conceptos resulta extremadamente importante para evitar complicaciones. Muchas personas pueden llegar a creer que están sufriendo un desorden anímico grave cuando en realidad sólo están tristes por alguna razón lógica, lo que puede ocasionar diversos problemas:
Que la persona se autosugestione, crea que está peor de lo que realmente está, y acabe efectivamente entrando en una depresión real.
Que el individuo se automedique, lo que siempre supone un enorme error, ya que el médico es el único que está capacitado para determinar si existe depresión clínica, y el tratamiento adecuado para cada paciente. En ningún caso es bueno decidir tomar medicación por sí mismo, pues las consecuencias pueden ser nefastas.
Por otro lado, puede ocurrir justamente lo contrario, que una persona piense que sólo sienta tristeza, cuando en realidad ésta sea sólo un síntoma de algo mucho más grave. Esta situación provocaría que no requiera ayuda médica cuando realmente la necesita.
¿Cómo diferenciar entre tristeza y depresión?
Por estas razones conviene tener muy claro cuándo existen indicios de que no se está sufriendo un simple episodio de tristeza, sino una depresión. Si se puede establecer la causa de la misma, estamos posiblemente ante el primer caso. Basta con reflexionar sobre el problema que ha producido que la persona se sienta mal, y tratar de solucionar el mismo. Si no resulta posible, el objetivo consistiría en resignarse. Si se trata de un estado de duelo, lleva un tiempo reponerse, pero después de un proceso se recupera la ilusión por vivir, y también las ganas de retomar las actividades cotidianas y hobbies.
Si ocurre justamente lo opuesto, existen motivos para que salten las alarmas. Cuando no se logra establecer la razón de que alguien se sienta desolado, y pasan los meses y se sigue igual, conviene plantearse que podría haber aparecido la depresión. Se puede recurrir a diferentes test, como la Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg (el más utilizado), que ayudan a establecer si se necesita ayuda profesional. Consiste en una serie de preguntas sobre el estado del sujeto a evaluar. Existen indicios de que se padece un desorden anímico cuando se contesta afirmativamente a varias preguntas sobre si se siente desinterés por las cosas, falta de autoconfianza, dificultad para concentrarse, pérdida de peso e insomnio, entre otras cuestiones.
Si se sabe diferenciar entre una simple tristeza y un problema más grave, resulta bastante sencillo estar seguro de cuándo se necesita acudir al facultativo. Por regla general, ante la duda conviene pedirle una cita, pues su reconocimiento siempre proporciona una mayor tranquilidad.

Niños tristes?
¿Te sientes deprimido? ¿Estás melancólico? No estás solo. Todos nos sentimos tristes a veces. La tristeza puede ser profunda, leve o intermedia. Dependerá de la situación que esté ocasionándola y la manera en la que puedes manejarla.
La tristeza es una emoción natural del ser humano. Como otras emociones, la tristeza viene y se va. A veces dura solo un momento, otras un poco más. Cuando la tristeza se va, llega el buen ánimo.
¿Por qué los niños se sienten tristes?
Muchas cosas pueden hacer que un niño se sienta triste. Puedes sentirte triste por cosas importantes y cosas no tan importantes que sucedan. Quizá te sientas triste (o no) ante las siguientes situaciones:
Las cosas no resultan como deseas. Tal vez algo no resulta como lo esperabas. Quizá tu equipo perdió un partido importante, desaprobaste un examen o no te eligieron para jugar un partido.
Te sientes herido. Tal vez te sientas triste porque alguien te decepcionó, te dejó afuera o hirió tus sentimientos con algo que dijo o hizo.
Pierdes algo especial. Quizá perdiste algo que era especial para ti. O tal vez tu camisa se achicó al lavarse y ya no podrás usarla.
Extrañas a alguien. Puedes sentir tristeza si extrañas a alguien o debes decirle adiós. Tal vez tu mejor amigo se cambió de escuela, tu hermano mayor se fue a la universidad o algún familiar está en el servicio militar.
Escuchas alguna noticia triste. Puedes sentir tristeza al mirar una película triste, leer una parte triste en un libro o si alguien te contó algo triste que sucedió. Si alguien a quien quieres está triste, tal vez te sientas triste tú también.
Alguien muere. Es natural sentirte triste si alguien muere; por ejemplo, un familiar cercano o una mascota. Esa clase de tristeza tiene un nombre especial, se llama duelo.
Un problema te hace sentir triste. Los problemas como el acoso, los problemas de amistad o las tareas difíciles a veces pueden ocasionar tristeza en los niños. Con los problemas familiares sucede los mismo, tales como el divorcio, la pérdida de un trabajo, las discusiones, las dificultades de dinero o las enfermedades.
¿Es normal el sentimiento de tristeza?
Es totalmente NORMAL sentir tristeza. Siempre que no ocurra de manera frecuente y dure demasiado, la tristeza, como todas las emociones, son parte de la vida.
Pero no es bueno estar triste. Estar feliz se siente mucho mejor. Aquí presentamos algunas cosas que los niños deben saber:
Puedes sobrellevar las cosas tristes que te suceden.
Puedes hacer cosas para que la tristeza se vaya y te sientas mejor.
Una actitud positiva te ayuda a sobrellevar las desilusiones.
Aprender cómo sobrellevar la tristeza puede hacer una gran diferencia en tu vida.
¿Cómo puedes manejar la tristeza?
La tristeza no debe apoderarse de tu ánimo ni arruinar tu día. Puedes hacer cosas que te ayuden a sentirte mejor. Puedes hacer cosas para evitar que la tristeza se prolongue o sea muy profunda.
Aquí te presentamos formas positivas para manejar la tristeza:
Observa cómo te sientes y por qué. Conocer tus emociones te ayudará a comprenderte y a aceptarte. Si te sientes triste, permítetelo, pero no pienses demasiado en eso ni hagas de ello un drama. Solo dite (o a otra persona) que te sientes triste. Intenta descubrir por qué te sientes así. Sé comprensivo contigo mismo; seguramente hay una buena razón por la que te sientes así. Esta bien. Recuérdate que la tristeza pasará y te sentirás mejor.
Recupérate de las desilusiones y los fracasos. Cuando las cosas no salen a tu manera, ¡no te des por vencido! Sigue luchando. Siempre habrá una próxima vez. Felicítate por haberlo intentado. Enfócate en lo que necesitas mejorar e inténtalo de nuevo. Mantén una actitud positiva.
Piensa en positivo. Incluso si estás triste, piensa en una o dos cosas buenas de ti o de tu situación. Cree en ti mismo. Piensa en lo que puedes hacer y cómo puedes mejorar las cosas. Si no recibiste algo que deseabas, piensa en otra cosa que te haga feliz. Siempre hay algo bueno, ¡búscalo!
Piensa en soluciones. Pensar en diferentes formas de resolver un problema o manejar una situación puede ayudarte a sentirte más fuerte, seguro y mejor acerca de ti mismo. ¡Es muy difícil estar triste cuando te sientes tan capaz!
Busca ayuda. Incluso los niños más capaces necesitan ayuda. Las personas en tu vida que creen en ti y que se preocupan por ti (como tus padres, amigos y maestros) pueden brindarte apoyo cuando estás triste. A veces, solo escuchar y comprender la situación por la que estás pasando es suficiente. En ocasiones, pueden ayudarte a solucionar un problema o ayudarte a pensar en cosas más lindas para que te olvides de la tristeza o de las desilusiones.
Ponte de buen ánimo. Quítate de encima el mal humor y haz cosas que te pongan de buen ánimo. Juega un juego o practica un deporte, anda en bicicleta, baila o corre, sal a caminar, haz manualidades o música, lee o júntate con alguien a quien aprecies. Relájate, diviértete y siéntete mejor.
Para aprender a controlar la tristeza debes practicar. Pero cuando haces cosas para sobrellevar la tristeza, das lugar a sentimientos más positivos. ¡Eso significa que serás más feliz!

Cuando en la depresión predominan los síntomas físicos
La mayoría de las personas tienden a relacionar la depresión con una serie de síntomas psicológicos, como tristeza, ganas de llorar, falta de motivación o apatía. Sin embargo, la depresión tiene también otros modos de manifestarse. En ocasiones, se expresa a través de síntomas físicos principalmente.
Es cierto que a veces la enfermedad física puede acabar produciendo una depresión debido al dolor y malestar que conlleva, la incapacidad para hacer ciertas actividades que desearías hacer, etc., pero en otros muchos casos, los síntomas físicos son la manifestación de la depresión misma.
Cuando esto sucede, la persona se siente físicamente enferma, pero no se siente deprimida ni es consciente de que sus síntomas son la expresión de su tristeza e insatisfacción vital. O bien se siente deprimida, pero cree que su depresión es consecuencia de su malestar físico.
¿Cuáles son los síntomas físicos?
Los síntomas físicos más comunes de la depresión son los dolores de cabeza, la migraña común, lumbociática y dolores de espalda, como el dolor lumbar, cervical o dorsal, así como la sensación de opresión en el pecho, sensación de nudo en la garganta, hipertensión o taquicardia, y los dolores abdominales o pélvicos.
El dolor crónico acompaña con mucha frecuencia a la depresión, de manera que si preguntamos a una persona deprimida si tiene algún tipo de dolor, es muy probable que responda que sí, sobre todo en la cabeza, espalda, pecho o pelvis.
Depresión por agotamiento
A veces, el síntoma predominante en una persona deprimida es un cansancio intenso, muchas veces diagnosticado como fatiga crónica. Se trata de una persona que ha estado experimentando estrés continuado durante tanto tiempo, que se ha agotado física y emocionalmente. Su cuerpo responde con fatiga intensa y, a nivel emocional, se siente también abatida y desmotivada.
No es raro que las personas con este tipo de depresión por agotamiento tengan también otros síntomas físicos, como síntomas digestivos, caída del cabello, sofocaciones, o trastornos de la micción.
El insomnio y la depresión
El insomnio es otro de los síntomas típicos de la depresión. Suele ser un tipo de insomnio en el que la persona no tiene problemas para dormirse, pero se despierta muy temprano y luego no puede conciliar de nuevo el sueño. Al levantarse por la mañana, tiene la sensación de no haber dormido bien, el sueño no ha sido reparador y siente cansancio y ganas de seguir durmiendo.
Qué hacer si sospechas que puedes tener una depresión de este tipo
Si tus síntomas físicos son la expresión de la depresión, no van a desaparecer con medicamentos. De hecho, parecen no desaparecer hagas lo que hagas. Tal vez mejores un poco con el ejercicio o al tomarte unos días de descanso y cambiar de aires pero, al final, los síntomas siempre acaban volviendo. Esto sucede porque la causa es emocional y, por tanto, el tratamiento debe ser psicológico. Has de descubrir qué marcha mal en tu vida, qué cambios necesitas hacer, qué problemas no estás afrontando, qué te falta o de qué necesitas librarte.
La depresión, sea cual sea su sintomatología principal, es una señal de aviso que te está diciendo que necesitas hacer cambios importantes en tu vida y/o en ti, y debes descubrir cuáles son esos cambios y ponerte en marcha lo antes posible para trazar el plan de acción que te permita superar la depresión y empezar el cambio hacia una vida más satisfactoria.

Tristeza después del parto
Tener un bebé es una de las experiencias más maravillosas de la vida, sin embargo, muchas mujeres se sienten tristes y con ganas de llorar los primeros días después de dar a luz. Eso no quiere decir que sean malas mamás o que no amen a su hijito. Al contrario, pueden estar rebosantes de amor y orgullo y, a la vez, encontrarse llorando por cosas que antes ni siquiera les molestaban.
Aunque hayas sido bendecida con un hermoso bebé y un compañero que te apoya, posiblemente te sientas exhausta por el esfuerzo del parto y porque no puedes dormir. Quizás también te sientas irritable, nerviosa, preocupada por si serás una buena mamá e incluso asustada, si después de tu ilusionada espera te sientes ahora vulnerable e insegura. Pero quédate tranquila: todos estos sentimientos se conocen como "la tristeza o melancolía posparto" (baby blues), y son normales durante las dos primeras semanas después de dar a luz. En realidad, hasta un 80 por ciento de las madres los experimentan.
Causas y tratamiento de la tristeza posparto
Después del parto el cuerpo cambia muy rápidamente. Los niveles hormonales bajan, la leche sube y es posible que los pechos se inflamen y que, además, te sientas exhausta. Estas realidades físicas pueden desencadenar sentimientos de desánimo y melancolía.
Los factores emocionales también contribuyen a esta tristeza. Puedes sentirte nerviosa o ansiosa por el bienestar del bebé y la transición a la maternidad o puede costarte ajustarte a la nueva rutina. Las nuevas responsabilidades pueden abrumarte.
Afortunadamente esta tristeza posparto no es una enfermedad y se irá por sí sola. No es necesario ningún tratamiento que no sea el apoyo de tu familia y de tus amigos, descanso y tiempo. La falta de sueño puede hacer que te sientas peor, por eso es importante que intentes descansar siempre que puedas. Incluso una siestita de diez minutos te puede hacer sentir mucho mejor.
Qué hacer cuando alguien que conoces se siente triste después del parto
Lo mejor que pueden hacer los esposos o compañeros, familiares y amigos es asegurarle a la nueva mamá que muchas mujeres se sienten así después de tener un bebé.
Simplemente escúchala. Anímala a que llore, si lo necesita. Dile lo maravillosamente bien que lo está haciendo. Mantén las visitas al mínimo. Contesta el teléfono por ella y toma recados y dile que la casa no tiene que estar perfecta ahora, que lo más importante es que descanse y se sienta bien. Ayúdala con las tareas de la casa y a establecer prioridades. Hay cosas que hay que hacer todos los días, como cocinar, pero hay otras que pueden esperar.
En nuestra cultura es muy tradicional que las mamás que acaban de dar a luz pasen por el periodo de la cuarentena, en que la mamá de la parturienta, la suegra o bien otra persona, cuida de ella para darle tiempo a descansar y permitir que se concentre en el bebé. Pero aquí muchas veces no están los familiares que podrían cuidar a la nueva mamá, o no se tiene el tipo de vida que se presta a esta sabia tradición. Por eso es importante que la pareja o familiar que esté junto a la mamá y el bebé insista en que ella se tome tiempo para cuidarse y que descanse lo más posible. Ofrécete a cuidar del bebé mientras ella duerme una siesta. Y por encima de todo déjale saber que estás allí para apoyarla en todo momento.
¿Tristeza o depresión posparto?
A menudo se confunde la tristeza con la depresión posparto porque tienen muchos síntomas en común. Y, ¿cómo puedes saber si estás pasando por la tristeza normal de después del parto o por una depresión clínica?
Durante las dos primeras semanas después del parto, debes esperar algún tipo de trastorno emocional. Pero si continúas sintiéndote así dos o tres semanas después de haber dado a luz, debes llamar a tu doctor para buscar ayuda profesional. También es recomendable que consultes con el doctor si tienes una historia de depresión, si hay un historial de depresión en tu familia o si los síntomas como los pensamientos negativos o sentimientos de ansiedad son especialmente problemáticos.
La tristeza otras definiciones o formas de ver.
Con frecuencia pensamos que:
La tristeza es una emoción negativa que tenemos que evitar a toda costa.
No nos gusta que la gente se dé cuenta de que estamos tristes, porque nos sentimos mal, de sentirnos mal.
Es un signo de debilidad.
Este tipo de pensamiento se relaciona más con los hombres que con las mujeres.
Si estamos tristes, estamos deprimidos.
La diferencia entre tristeza y depresión está únicamente en la intensidad.
Esto no es así.
Aunque la tristeza puede ser parte de la depresión, ésta es completamente diferente.
Es muy importante reconocer la diferencia entre ambas emociones, porque:
Algunas personas que sólo están tristes, pueden calificarse como deprimidas y en función de creerse esta etiqueta:
Tomar medicamentos que no necesitan y no les van a ayudar, sugestionarse, aumentar, con pensamientos equivocados, dicha tristeza, pensar que no pueden hacer nada al respecto, permitiendo que la tristeza se vuelva permanente, Las personas que sí están deprimidas, pueden no buscar ayuda, por creer que es una tristeza normal.
La tristeza es parte de la vida, no la podemos evitar, pero podemos manejarla para disminuirla o eliminarla.
Es la respuesta natural ante las situaciones dolorosas, que todos vivimos.
Es una sensación de decaimiento de nuestro estado de ánimo, un sentimiento de vacío, que tiene las siguientes características:
Resulta de una herida o de una perdida de cualquier tipo, la persona está consciente de la causa, casi siempre es pasajera, a menos que nosotros, con nuestra forma de pensar, la mantengamos o la aumentemos, la persona puede seguir funcionando adecuadamente, termina cuando la persona soluciona su situación o cuando modifica sus pensamientos y su actitud ante la vida.
La depresión es una enfermedad que:
Puede necesitar medicamentos, no siempre tiene una causa identificable, puede durar mucho tiempo, puede estar relacionada con aspectos:
biológicos, hereditarios, de personalidad y ambientales.
Mientras dura la depresión, la persona se siente:
desamparada, desesperada y sin energía para enfrentarse a la vida diaria.
La tristeza, como todas las emociones, tiene una función:
Nos ayuda a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra forma de vida, con lo que aprendemos a conocernos mejor.
Nos indica que algo está sucediendo en nuestra vida, que nos está afectando negativamente y necesitamos solucionar o cambiar.
Reconocer la tristeza, nos ayuda a disfrutar más de los momentos de alegría.
Algunas personas empiezan sintiéndose tristes y pueden acabar deprimidas.
Esto sucede por un mal manejo de la tristeza.
 ¿Qué hacer?
El primer paso es aceptar que estamos tristes y que no tiene nada de malo.
Sentir nuestra tristeza y ver sus manifestaciones físicas.
En donde la siento, cómo, qué siento, etc.
De hecho, si podemos, es importante darnos un tiempo e incluso "ayudarnos" con cierto tipo de música, películas, etc.
Escribir, sin pensar en lo que estamos escribiendo, cualquier pensamiento que nos venga a la mente.
Si queremos podemos:
Dibujar nuestra tristeza,
escribir un cuento relacionado con ella o tratar de darle forma:
Cerrando los ojos y dejando que aparezcan imágenes en nuestra mente o relacionándola con un objeto, animal, color, etc.
Todo lo anterior busca que tengamos un mayor conocimiento de nuestros sentimientos, para poder valorar objetivamente su intensidad, y duración.
Además, nos ayuda a ver que otras emociones pueden estar relacionadas con nuestra tristeza, en ese momento, para manejarlas o eliminarlas adecuadamente.
Recuerda que cualquier emoción que negamos, no solo nos desgasta emocionalmente, por la cantidad de energía que necesitamos para mantenerla tapada o escondida, sino que, en determinados momentos, nos controla.
Una vez identificada y aceptada la tristeza imagínate que está frente a ti y trata de ver con que está relacionada.
Que tipo de pensamientos y situaciones la provocaron y la mantienen.
Puedes recurrir a los pensamientos escritos en los pasos anteriores.
Si te sientes triste no te regañes, ni te exijas un cambio rápido es tus emociones.
Mientras no soluciones la situación y/o cambies los pensamientos que provocaron o mantienen la tristeza, ésta no va a desaparecer.
No trates de engañarte con frases como:
"No era tan importante", "hay cosas peores en la vida", etc., a menos que realmente estés 100% convencido de ello.
Con frecuencia la tristeza puede estar asociada al estrés, por lo que es importante que analices qué tan estresado estás y cuáles son las causas de dicho estrés.
Es importante reconocer nuestros sentimientos y expresarlos adecuadamente.
Aun si no puedes establecer claramente el origen de la tristeza, el hecho de aceptarla, reconocerla y sentirla, puede ayudarte a sentirte mejor.
Una vez que lo hayas hecho, busca actividades que te ayuden a sentirte mejor:
Hablar con un amigo, leer un libro, ver una película cómica, oír música, etc.
Esto te ayuda a "recargar energías" y te permite ver la situación desde una perspectiva diferente.
Pero sólo es verdaderamente útil, después de haber contactado con la tristeza.
No recurras a pastillas, alcohol, cafeína u otras sustancias que te "animen".
Pero no te acostumbres a la tristeza y dejes que sea parte de tu vida.
Si esto sucede, analiza de qué manera la tristeza te "está siendo útil".
¿Quizás evita que tengas que enfrentarte a cambios o a tomar decisiones?
¿Hace que la gente te preste más atención?
¿Te sirve como disculpa o justificación ante ti mismo o ante los demás?
¿Evita que te responsabilices?
Recuerda que sentirse bien y tener una actitud positiva es una elección, pero también un compromiso de acción.
Nosotros tenemos que actuar para aumentar nuestro bienestar y nuestra felicidad.
Continúa con tu vida.
No esperes a sentirte bien, para hacer lo que tienes que hacer.
El movimiento y las acciones aumentan nuestro nivel de energía e impiden que pensamientos negativos se apoderen de nuestra mente.
Con frecuencia una de las mejores maneras de sanar nuestro dolor y recuperarnos de nuestras pérdidas, es ayudando a otras personas que están pasando por una situación similar.
No trates de cambiar tus pensamientos negativos por positivos, sin analizarlos y entender por qué son erróneos y cómo aprendiste a pensar así.
Cuestiona estos pensamientos, de la misma manera que cuestionarías afirmaciones hechas por otra persona, con las que estás en desacuerdo.
Si puedes hazlo por escrito.
Recuerda que el hecho de que pienses o sientas algo, no significa que las cosas son así.
No es suficiente con cuestionar y debatir, una o dos veces, un pensamiento equivocado.
Si éste ha sido parte de tu forma de pensar por muchos años, necesitas cuestionarlo todas las veces que sea necesario, hasta que estés convencido de que es erróneo, sepas por qué lo es y el nuevo pensamiento pase a ser parte de tu repertorio actual.
Revisa la información sobre estrés, para ver hasta donde tus sentimientos pueden estar relacionados con éste.
En los artículos La depresión, Cómo vencer la depresión, Ideas, pensamientos, creencias y estrés y Estilos de pensamiento equivocados, puedes ver la relación entre nuestras emociones y nuestros pensamientos, para modificar estos últimos, si es necesario.
¿Podría ser que tu tristeza se relacione con una actitud pesimista o quizás con una tendencia a sentir autocompasión?
Con frecuencia, desde pequeños aprendemos actitudes de las que no estamos conscientes, pero que nos hacen sufrir.


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