jueves, 7 de febrero de 2013

Curiosidades acerca del TRABAJO


Curiosidades acerca del Trabajo

5 falsos mitos del trabajo: ¿Los jóvenes son mejores empleados? ¿El estrés laboral masculino es más frecuente? ¿Qué profesionales son más felices? ¿Un semestre sabático nos podría quitar el estrés? Esto es lo que dicen los últimos estudios científicos que desmienten algunas ideas bastante asentadas en la cultura popular sobre el trabajo.
1. Los jóvenes no son mejores empleados. Michael Falkenstein, del Instituto alemán Leibniz, ha demostrado que los trabajadores de edad avanzada procesan las imágenes y los sonidos y toman decisiones a la misma velocidad que sus compañeros más jóvenes. Sólo son un poco más lentos a la hora de “pulsar el botón”, es decir, en los movimientos. Eso sí, lentos pero seguros, ya que según ha demostrado Falkenstein los empleados veteranos cometen menos errores.
2.  El estrés laboral no afecta más a los hombres. De hecho, sometidas a los mismos niveles de estrés que sus compañeros masculinos, las mujeres tienden a adquirir más malos hábitos, como llevar una vida sedentaria, comer grasas y azúcares en exceso, fumar y consumir demasiada cafeína.
3.  Las enfermedades neurodegenerativas no nos atacan a todos por igual. Según la revista American Journal of Industrial Medicine, los mayores índices de Parkinson y Alzheimer se registran en banqueros, granjeros, dentistas, peluqueros y profesores.
4.  Los médicos no son más felices. Los profesionales más propensos a sufrir depresión son los que trabajan en el sector de servicios, en atención primaria o en hostelería. En el extremo opuesto se encuentran los arquitectos, los técnicos instaladores, los ingenieros y los científicos.
5.  Las vacaciones no son mejores cuanto más largas. Cuando se trata de descansar, la calidad es lo más importante. Es lo que afirma Dov Even, un psicólogo organizacional de la Universidad de Tel Aviv (Israel) que lleva una década comparando los niveles de estrés crónico de los trabajadores antes, durante y después de un período de descanso. Con un “semestre sabático” el nivel de estrés desciende lo mismo que el de otros empleados que solo descansaban una semana. Por eso recomienda que, si podemos elegir, optemos por vacaciones más cortas pero más frecuentes, en lugar de un mes completo de ocio continuado.
Los lunes empezamos a sonreír más tarde y llegamos con retraso al trabajo: Según un estudio realizado a finales del año pasado por la compañía británica Marmite, el malestar de los lunes por la mañana se traduce entre otras cosas en que, en promedio, la gente no empieza a sonreír hasta las 11:16 a.m. Además, en el trabajo el rendimiento se limita a 3-5 horas de trabajo productivo y tenemos un 50% más de posibilidades de llegar tarde al "curro" este día de la semana. Por otra parte, el estudio calcula que los individuos con edades comprendidas entre 45 y 54 años pasan más de 12 minutos quejándose cada lunes. Y los trabajadores pasan más tiempo hablando con sus compañeros este día de la semana.

El estudio revelaba también que algunas actividades para mejorar el lastre emocional de saber que arranca la semana laboral son practicar sexo, comer chocolate y ver la televisión. Planificar un viaje también reduce el tedio de los lunes.
Cuanto duermes, depende de cuánto trabajas: Cuantas más horas trabaja una persona, menos tiempo dedica al descanso, según revelaba un estudio de la Universidad de Pensilvania publicado en la revista Sleep. De acuerdo con los resultados, las personas que duermen 4 horas menos que la media trabajan 93 minutos más los días laborables y alrededor de 2 horas más los fines de semana. Teniendo en cuenta que el descanso determina la morbilidad (el número de personas enfermas) y la mortalidad, el exceso de trabajo es un factor de riesgo importante para la salud.
Por otro lado, el estudio, dirigido por Mathias Basner, revelaba que el tiempo que dedicamos a desplazarnos de un sitio a otro (tanto de casa al trabajo como al centro comercial, al colegio, a eventos sociales, etc.) es el segundo factor que más condiciona las horas de sueño.
Finalmente, los investigadores llegaron a la conclusión las personas que duermen poco dedican menos tiempo a ver la televisión durante el fin de semana que el resto de la población, y más tiempo a las relaciones sociales y a las actividades de ocio.
Aburrirse en el trabajo es bueno para la creatividad: Un equipo de investigadores británicos de la University of Central Lancashire (UCLan) ha demostrado que llevar a cabo una tarea aparentemente aburrida durante 15 minutos, como copiar números de un directorio de teléfono, aumenta considerablemente la creatividad, sobre todo si se compara con personas que han estado previamente inactivas o con sujetos que han pasado el mismo tiempo realizando tareas que implican razonar, deducir, inventar, planificar... Los científicos sugieren que las actividades "pasivas" y consideradas aburridas por los empleados, entre las que también mencionan leer un documento o asistir a una reunión, pueden ayudar a pensar de forma más creativa.
“El aburrimiento en el trabajo siempre se ha considerado un elemento que hay que eliminar, pero quizás haya que preservarlo si queremos potenciar la agudeza y la inventiva de los empleados”, explica Sandi Mann, coautor del estudio, que se ha presentado en la Conferencia Anual de la División de Psicología Ocupacional de la Sociedad Británica de Psicología. El investigador sugiere, incluso, que es posible que las personas con un trabajo soporífero “puedan mostrarse más creativas en otras áreas, o llegar a casa y escribir novelas”.
El trabajo sedentario agrava la fibromialgia: Llevar una vida activa y realizar ejercicio físico es algo recomendado por todos los médicos para proteger nuestra salud. Actualmente muchas personas realizan trabajos sedentarios que implican el estar demasiadas horas sentadas frente a un ordenador, atendiendo un comercio o conduciendo largas distancias. Todo esto empeora la condición neuromuscular y también puede agravar los síntomas de algunas enfermedades. Un grupo de científicos de la UNED (Universidad Nacional de Estudios a Distancia) ha investigado como afecta el trabajo a las personas que padecen fibromialgia y ha encontrado que, cuando este no implica actividad física, la enfermedad empeora.
La fibromialgia provoca dolores crónicos de músculos, rigidez en las articulaciones, fatiga intensa, alteraciones en el sueño e incluso cuadros de ansiedad y depresión. Y, de la misma forma que la mejora de la condición física resulta positiva para el paciente, las actividades sedentarias son perjudiciales y agravan la enfermedad, según los resultados de la investigación publicada en la revista Rheumatology International.
 Por otro lado, el estudio indica que trabajar es beneficioso para los pacientes, "siempre que la tarea se ajuste a la capacidad funcional", indica Miguel Ángel Vallejo, uno de los autores. "El trabajo es, en muchos casos, el principal ámbito de desarrollo personal y social por lo que su retirada supone una pérdida muy relevante para la persona". Dejar el trabajo hace que el paciente deje de sentirse útil y puede provocarle depresión. El estudio ha puesto de manifiesto además la influencia de la afección en la actividad laboral de los pacientes: el 66,9 por ciento de los entrevistados que no trabajaban habían dejado su empleo a causa de la enfermedad.
La fibromialgia, que afecta fundamentalmente a las mujeres, es una dolencia controvertida ya que tiene un difícil diagnóstico y en los exámenes físicos habituales no se encuentran anomalías. "Como se trata de una enfermedad con causas desconocida, algunos médicos cuestionan su existencia", indica el investigador.
Los celos y la envidia en el trabajo son distintos en hombres y mujeres: Un estudio realizado por investigadores de España, Holanda y Argentina señala que, en el ambiente laboral, la competición sexual afecta más a las mujeres que a los hombres. Sin embargo, las habilidades sociales del rival provocan celos y envidias profesionales en ambos sexos por igual.
La rivalidad intrasexual se refiere a la competición con otras personas del mismo sexo impulsado por el afán de obtener y mantener el acceso al sexo opuesto. Los autores del estudio han analizado este tipo de rivalidad a través de cuestionarios repartidos directamente a 200 sujetos en sus puestos de trabajo. "Las mujeres con un alto nivel de competición intrasexual son más celosas si la rival es más atractiva y más envidiosas si la rival es más poderosa y dominante", ha explicado a la agencia SINC Rosario Zurriaga, investigadora de la Universidad de Valencia y una de las autoras del estudio que ha publicado Revista de Psicología Social. "En los hombres no se obtienen estos resultados, ya que ninguna de las características del rival que provocan celos y envidia predicen la competición intrasexual", añade.
En el análisis, Zurriaga y sus colegas distinguieron entre dos emociones: celos, que se conceptualizan como una amenaza o pérdida de logros en una relación debido a la interferencia de un rival, e implican pérdida o amenaza de pérdida de lo que se poseía; y envidia, que se conoce como una respuesta a otra persona que posee logros, habilidades o cualidades que uno desea, e involucran carencia en comparación con el envidiado.
Según sus resultados, en general la competición sexual provoca más celos y envidia en las mujeres. No obstante, tanto en hombres como en mujeres las habilidades sociales de los rivales provocan estas dos emociones. “Este resultado pone de manifiesto la importancia de las destrezas sociales en entornos laborales”, afirma Zurriaga. “Nuestra investigación pretende clarificar el papel de emociones como los celos y la envidia en el trabajo. Estos sentimientos no han sido muy estudiados en contextos laborales y pueden generar estrés en los trabajadores y afectar negativamente a la calidad de vida laboral”, añade la investigadora.  “Esta es una de las primeras investigaciones que examina las características del rival en este entorno y contribuye a entender mejor conflictos y problemas que pueden ocurrir en las relaciones laborales”, concluyen los autores del trabajo.
El sedentarismo puede resultar mortal: Cuanto más tiempo pasamos sentados, mayor es el riesgo de mortalidad. Es la conclusión de un nuevo estudio de la Sociedad Americana de Cáncer, que asegura que este efecto es independiente del tiempo que pasamos haciendo ejercicio. Las conclusiones se publicaron en la revista American Journal of Epidemiology.
Aunque diversos estudios ligan la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares a la falta de ejercicio, pocos estudios han examinado la relación entre el tiempo que pasados sentados y la tasa de mortalidad. Para analizarlo, un equipo de científicos ha estudiado a más de 120.000 sujetos durante 14 años. Y ha encontrado que las mujeres que pasan más de seis horas sentadas al día ven aumentado en un 37% su riesgo de mortalidad frente a aquellas que sólo permanecen sentadas tres horas diarias. En el caso de los hombres, seis horas de vida sedentaria suponen un aumento del 18% del riesgo de fallecer, sobre todo debido a enfermedades cardiovasculares. Además, el estudio revela que cuando el exceso de tiempo dedicado a estar sentados se une a la ausencia de actividad física, el riesgo de mortalidad prácticamente se triplica en ambos sexos.
"Varios factores pueden explicar la asociación entre la vida sedentaria y las altas tasas de mortalidad", aseguraAlpa Patel, coordinadora del estudio. Según la experta, pasar mucho tiempo sentados tienen consecuencias metabólicas, y afecta "a los triglicéridos, el colesterol, la glucosa, la presión arterial y la leptina, que son biomarcadores de obesidad, de problemas cardiovasculares y de otras enfermedades crónicas".

Coaching, una innovadora forma de encontrar trabajo: La crisis acentúa el ingenio y la manera de conseguir trabajo. Una metodología basada en el entrenamiento conocida como coaching permite a quienes buscan empleo prepararse para destacar sobre el resto de candidatos. ¿Qué es exactamente el coaching? ¿Cómo ayuda a encontrar empleo?
Esta innovadora técnica de entrenamiento que en sus inicios se utilizaba para formar a los altos ejecutivos de las empresas, está llegando en la actualidad a todos los ámbitos y clases sociales. A través del coaching, aseguran quienes lo practican, se puede conseguir mucho más que enviando cientos de curriculums a empresas de medio mundo.
Pero, ¿en qué se basa exactamente? El coach hace de entrenador y "ayuda al cliente (coachee) a transformar sus preocupaciones en objetivos" para lograr lo que se proponga, explica Ignacio Plans, fundador y director de Alicoach, empresa especializada y pionera en el coaching de equipos dedicados al I+D+i. La técnica del coaching se basa en la formulación de preguntas para generar en las personas nuevos planteamientos que hasta el momento no habían surgido. Sin embargo, el coach no es un mentor, sino un "facilitador", una especie de "espejo" que ayuda a la propia persona a conocerse mejor y a encontrar las respuestas en sí misma.
Lo importante en esta técnica es tener un objetivo de modo que, a través de un plan de acción elaborado con la ayuda del coach, se llegue al mismo de manera eficiente y rápida, disfrutando del proceso. Como explica Plans, "El coaching logra un mayor una mayor autoconciencia, compromiso, autoconfianza y proactividad que otros métodos formativos o informativos, a la par que infiere autocontrol y libertad".
Coaching profesional
A nivel laboral el coaching puede jugar un papel muy importante. Puede servir tanto para promocionar y subir de categoría como para adquirir nuevas cualidades de cara a desempeñar mejor su labor o conciliar mejor su vida profesional y familiar. Según el fundador y director de Alicoach, "el coaching puede serle de gran utilidad a personas poco satisfechas con su trabajo actual, a profesionales que actualmente no tienen trabajo, o a quienes nunca se han planteado trabajar por cuenta propia y podrían considerar nuevas opciones a corto, medio y largo plazo".
Por poner un ejemplo, realizar un simulacro de entrevista mediante una técnica concreta en la que el coach hace de entrevistador para grabarlo y posteriormente analizarlo, permite mejorar las capacidades personales de cada individuo. Como explica Ignacio Plans, este sistema permite "extraer conclusiones y entrenar los lenguajes verbal y no verbal que conducirán a desarrollar una entrevista con éxito".
El coaching es una disciplina que cada vez tiene más calado en nuestro país. Actualmente existen unos 300 coaches en la geografía española, cifra que tiene una marcada tendencia ascendente, como en el resto de Europa. Países como Francia o Italia cuentan con1000 coaches mientras que Portugal apenas con 30. El coaching es un fenómeno global cuyo crecimiento abarca los cinco continentes, pero tan sólo en países como Holanda y Noruega se le considera en un estadio de madurez.
Jugar en el trabajo estimula la creatividad: El neurocientífico Jung-Beeman ha pasado los últimos 15 años escudriñando la mente humana para entender qué sucede exactamente en nuestro cerebro cuando nos llega el momento “eureka”, esa clarividencia repentina que conduce a ciertos sujetos a la solución de un problema. Y ha descubierto que solemos resolver mejor los problemas si estamos de buen humor. La explicación es muy sencilla: el ánimo positivo pone a punto para la actividad a la corteza cingulada anterior, una región del cerebro que siempre se activa momentos antes de tener una idea.
Distraerse, añade Jung, también ayuda. La historia está llena de ejemplos que lo confirman. Arquímedes gritó su famoso ¡Eureka! al sumergirse en una bañera llena de agua. El conocido matemático del siglo XIX Henri Poincaré desarrolló sus principales teorías en el preciso instante en que subía a un autobús. Y al Nobel de Física Richard Feynman le gustaba irse a un bar, pedir un 7-Up y, si la inspiración llegaba, apuntar las ecuaciones en una servilleta.
Nada de esto es casual. La aparente comprensión “repentina” es, en realidad, fruto de un trabajo cerebral de conexión de ideas que empieza mucho antes de lo que creemos. Eso sí, todo ocurre en el plano inconsciente. Por eso los neurocientíficos recomiendan que, para tomar decisiones complejas, distraigamos al cerebro consciente con actividades mecánicas como resolver un puzzle. Es lo que el holandés Ap Dijksterhuis llama “hipótesis de deliberación-sin-atención”, comúnmente conocida como la consulta con la almohada.
Juguetes de oficina
Conscientes de que los creativos necesitan jugar, muchas empresas puntocom han incorporado zonas de ocio en sus instalaciones. Las oficinas de Google España, por ejemplo, tienen una sala con futbolines, dianas, cómodos sillones y videojuegos para que sus empleados puedan tomarse un respiro. ¿Pero qué pasa si en tu empresa hay limitaciones de espacio? Ahí es donde entran en juego empresas como Klear Gear y Office Playground, especializadas en los llamados juguetes de oficina (office toys, en inglés). Su oferta va desde la clásica bola anti-estrés hasta el bolígrafo cohete que sale disparado pulsando un botón, la batería de tambores a golpe de dedos y el trío de mini-gansters vestidos al puro estilo de la mafia italiana a quienes podrá “tumbar” con su pistola en los momentos de máximo estrés. Incluso puede crear una réplica de su oficina con los Cubes y convertirse (si lo desea) en el jefe.
El estrés en el trabajo también depende de los genes: El exceso de responsabilidades, el trabajo contrarreloj, las condiciones precarias... aunque son muchas las causas que nos hacen estar estresados en nuestra vida profesional, un nuevo estudio publicado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes advierte que, aunque a veces lo pensemos, la culpa no siempre es del jefe. Según sus resultados, los problemas de salud asociados al estrés en el trabajo vienen determinados en gran parte por nuestra genética.
Los investigadores, pertenecientes a un equipo internacional liderado por la Universidad de Notre Dame (EEUU), estudiaron los casos de casi 600 parejas de gemelos idénticos, algunos de los cuales habían sido criados por separado y otros juntos. Los participantes debían rellenar unas encuestas que evaluaban el grado de satisfacción con el trabajo, el estrés y los problemas de salud asociados a sus circunstancias laborales.
Los resultados revelaron que, mientras que el ambiente en el que los gemelos habían sido criados no era revelante, el componente genético explicaba hasta cuatro veces mejor los factores relacionados con el estrés. "Imaginemos dos personas: James y Sandy, que trabajan para la misma compañía", explica Timothy Judge, uno de los autores del trabajo. "James manifiesta más estrés que Sandy. ¿Significa esto que el trabajo de James es objetivamente más estresante que el de Sandy? No necesariamente. Nuestro estudio sugiere que existe un fuerte componente hereditario en la respuesta y gestión del estrés, y que este tiene menos que ver con las características del ambiente que con el código genético del individuo".
Eso sí, conviene recordar que la genética no lo es todo. "No estamos diciendo que no podamos hacer nada para evitar situaciones de alta tensión en el trabajo", afirma Judge. Pero, bajo unas mismas condiciones de gran estrés, algunas personas están más preparadas genéticamente que otras para gestionarlo y evitar que acabe afectando a su salud.
¿Las personas casadas y con trabajo enferman menos?: Estar casado, tener un alto nivel de estudios, tener un alto nivel socieconómico y estar trabajando son factores que protegen frente a las enfermedades, según revela un estudio de la Universidad de Granada. La renta per cápita de los individuos de una región actúa como factor protector de las enfermedades crónicas.
Para llevar a cabo esta investigación, sus autores emplearon los datos de dos encuestas: la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y la Base de Datos Longitudinal de la Población Andaluza del año 2001, elaborada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.
Los investigadores de la Universidad de Granada han determinado que la renta individual de una persona “se asocia positivamente con su estado de salud”. Igualmente, el nivel educativo está estadísticamente asociado a la ausencia de enfermedad: a mayor nivel educativo, mejor salud. Este resultado es cierto para diferentes variables de salud utilizadas (la salud autopercibida –la percepción que un individuo tiene de su propio estado de salud–, la enfermedad crónica y el riesgo de tener una pensión de invalidez o de incapacidad permanente).
Asimismo, los resultados de esta tesis ponen de manifiesto la importancia de la familia para explicar las variaciones individuales en el estado de salud de una persona; así, más del 30% de la variación del estado de salud a nivel individual se debe al entorno familiar. El capital social es otro factor protector frente a la mala salud, pero solo en el caso de las mujeres.
Quien ríe en el trabajo, vive mejor: Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo (Fun at Work Day), una ocasión para "recordar que el trabajo no tiene por qué ser gris, que la seriedad no requiere solemnidad, y que el humor ofrece importantes beneficios para cualquier organización y para su equipo humano, incluso en momentos de crisis", aseguran desde la consultora española Humor positivo, que promueve la iniciativa a nivel nacional. Esta empresa llevará a cabo hoy en las calles de Madrid una actividad original: el encierro de la crisis. "Un grupo de ejecutivos vestidos de traje, bombín y pañuelico rojo, acudirán al centro de Madrid para acometer la más heróica proeza jamás vista: ¡correr delante de La Crisis Económica!", explican el pedagogo Jesús Damián Fernández Solís y el psicólogo Eduardo Jáuregui Narváez. "Estos valientes guiarán al terrible morlaco financiero por un recorrido de estrechos callejones hasta una plaza céntrica de la ciudad, donde procederán a atraparla y mantearla[...] Sí, queridos amigos, llegó el momento de coger al toro por los cuernos. La crisis es un tema serio, pero el humor también", añaden.
Los beneficios del humor
En efecto, en los últimos 30 años que el estudio científico del humor se ha abordado de manera consistente, promovido especialmente por la International Society for Humor Studies o ISHS. Estudios científicos demuestran que el sentido del humor es una de las herramientas más eficaces para combatir el estrés, enfrentarse a los desafíos y conservar la salud mental a pesar de los embistes de la vida. Además, según "Humor positivo", en las empresas atrae y retiene a los recursos humanos más valiosos, fortalece la motivación individual y colectiva, estimula la innovación y la mejor toma de decisiones, favorece el aprendizaje, cohesiona los equipos humanos, fortalece las relaciones con los clientes y crea un entorno más agradable y humano para trabajar.
Si quieres celebrar este día en la empresa y no sabes cómo, Fernández Solís y Jáuregui Narváez tienen algunas ideas: una sesión de papiroflexia, un concurso de aviones de papel en el pasillo, una competición de corbatas/zapatos horteras o una partida de Monopoly, el célebre juego de mesa desarrollado por Charles Darrow, un hombre desempleado durante la Gran Depresión del los años 30.
¿Es malo usar Facebook y Twitter en horas de trabajo?: Un estudio elaborado por la consultora global AT Kearney asegura que permitir el uso de las redes sociales en el trabajo mantiene a los trabajadores más felices, echando por tierra la idea de que acceder a páginas como Facebook o manejar Twitter reduce el rendimiento laboral.
De acuerdo con Kevin Rice, portavoz de la consultora AT Kearney, cada vez son más los directivos que se dan cuenta de que permitir el acceso a las redes sociales en el trabajo no es necesariamente una pérdida de tiempo y que hace que los empleados se sientan más cómodos y felices en sus puestos. Según el estudio, el uso de Facebook y Twitter en horario laboral hace que los empleados descansen de la rutina y rindan mejor durante su turno, además de sentirse más satisfechos al tener la posibilidad de atender sus relaciones personales y familiares en el momento que lo desean.
Por otra parte, hace unas semanas, la consultora Gartner informó de que cada vez menos empresas restringen el acceso a Facebook, de momento la red social más popular. Y si en el 2010 la mitad de las compañías encuestadas bloqueaban el acceso, se espera que para el 2014 el porcentaje se reduzca a un 30%.
¿Por qué al volver al trabajo nos duele más la cabeza?: El estrés, los cambios atmosféricos o en los hábitos de sueño (dormir más o menos), ciertos alimentos, y los viajes son, por este orden, los principales factores desencadenantes de episodios de migrañas, una patología que afecta al 12 % de los varones y al 16% de las mujeres de la población europea y entre a 3,5 a 5 millones de españoles, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que ha hecho públicos con motivo del Día Europeo de Acción contra la Migraña. De ahí que en septiembre y octubre los casos de migraña se multipliquen.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la duodécima mayor causa de discapacidad en el mundo entre las mujeres y una de las veinte enfermedades más discapacitantes en total. El dolor de cabeza puede ir precedido de visión de luces u otros síntomas neurológicos. Más de un 30% de los afectados no ha consultado nunca el problema con un médico y casi la mitad no han consultado a un neurólogo. Además, menos de un 10% utiliza un tratamiento preventivo para mejorar la calidad de vida y evitar el consumo excesivo de analgésicos, que puede desembocar en una cefalea por abuso de analgésicos.
¿Se puede cuantificar la adicción al trabajo?: Investigadores de la Universidad Jaume I han confirmado la utilidad de la escala DUWAS para medir la adicción al trabajo, un trastorno que actualmente afecta en España en torno al 12% de las personas trabajadoras. "La adicción al trabajo se entiende como un daño psicosocial caracterizado por dos dimensiones principales: el trabajo excesivo y el trabajo compulsivo", explica Mario Del Líbano, autor principal del artículo, publicado en la revista española Psicothema.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que el 8% de la población activa dedica más de 12 horas al día a su profesión. Pero según Del Líbano, "sólo se es adicto al trabajo si además de trabajar excesivamente, se trabaja de forma compulsiva para calmar la ansiedad y los sentimientos de culpa que producen en la persona el hecho de no trabajar", comenta Del Líbano.
La adicción al trabajo se caracteriza por la extrema actividad y dedicación laboral (trabajan fuera de hora, fines de semana o vacaciones), la compulsión en el trabajo (incapacidad para delegar tareas), una implicación laboral desproporcionada (autovaloración centrada en el trabajo), y un deterioro de la vida cotidiana. La escala DUWAS se basa en veinte afirmaciones que el trabajador debe puntuar de 1 a 5, entre las que se incluyen algunas como "Siento que hay algo dentro de mí que me impulsa a trabajar duro" o "Me siento culpable cuando tengo un día libre en el trabajo".
Entre los factores de riesgo que conducen a esta adicción figuran las presiones económicas, familiares y sociales; el temor a perder el trabajo; la competitividad del mercado laboral; la necesidad de conseguir el éxito deseado; el temor a los jefes prepotentes, exigentes y amenazantes; los elevados niveles de autoeficacia laboral y la carencia de afectos personales que se intentan suplir con el trabajo.
Llevarse bien con los compañeros de trabajo alarga la vida: Según un estudio de la Universidad de Tel Aviv (Israel), llevarse bien con los compañeros de trabajo tiene beneficios sobre la salud a largo plazo. Concretamente, Sharon Toker y su equipo han demostrado que los empleados que creen tener apoyo de sus iguales en el trabajo suelen ser más longevos. “Pasamos muchas de nuestras horas de vigilia en el trabajo, no tenemos tiempo de ver a los amigos en los días laborables, por lo que el lugar de trabajo debe ser un sitio donde encontrar apoyo emocional”, subraya Toker.
En una investigación con 820 adultos trabajadores durante dos décadas, los científicos demostraron que las personas que no se sienten respaldadas en el entorno laboral tienen 2,4 veces más probabilidades de fallecer. Los resultados se publican en la revista Health Psychology.
Para convertir la oficina en un lugar “bueno para la salud”, Toker sugiere crear rincones para tomar uncafé donde los compañeros se reúnan y hablen espontáneamente, organizar una red social virtual interna similar a Facebook y programar salidas sociales informales para empleados, entre otras iniciativas.
Los 10 trabajos más estresantes de 2012: La consultora de trabajo estadounidense CareerCast ha elaborado un ranking de los trabajos más estresantes de 2012. Encabeza la lista el trabajo de soldado raso, seguido de bombero, piloto de aerolíneas, militar, policía, coordinador de eventos, ejecutivo de relaciones públicas, ejecutivo corporativo y fotoperiodista. El décimo puesto en la lista lo ocupan los conductores de taxis.
El informe destaca también que, según un reciente estudio de la Asociación Americana de Psicología, más de un tercio de los trabajadores se sienten tensos o estresados en los días laborables. Y cuando se les pide que cuantifiquen su nivel de estrés del 1 al 10, un 20% de los empleados responde con una puntuación por encima de 8. Karen Sothers, experta en estrés, ha asegurado con respecto al informe que “la principal diferencia entre nosotros y nuestros ancestros es que nosotros podemos vivir mental y emocionalmente como si el tigre nunca se marchara, manteniendo al sistema nervioso en un estado permanente de excitación”.
CareerCast también ha elaborado la lista de trabajos menos estresantes, entre los que figuran joyero, técnico de laboratorio médico, peluquero, costurero, experto en audiología, electricista, dietista y ensamblador de equipamientos electrónicos o maquinaria.
¿Qué es el fenómeno karoshi?: Según varios estudios, entre un 7% y un 12% de los ciudadanos de nuestro país mantiene una relación patológica con su actividad profesional. Además, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pone de manifiesto que el 8% de los españoles en activo dedican más de 12 horas diarias a su profesión para dejar a un lado sus problemas personales. En otros países como Japón, las cifras alcanzan el 20%. De hecho, en esta nación asiática es frecuente el llamado fenómeno karoshi: la muerte por exceso de trabajo, que cada año acaba con la vida de 10.000 personas. El primer caso conocido se produjo en 1969, cuando un empleado de una importante compañía de periódicos falleció de paro cardiaco con solo 29 años.
Entre los síntomas de este exceso de trabajo y una adicción al mismo están la ansiedad, la incapacidad para desconectar en el tiempo libre o las vacaciones, sentimiento de culpabilidad cuando no se trabaja, etcétera. Pero estos síntomas pueden ir más allá e incluso confundirse. Hay quien también padece dificultades para dormir, problemas gastrointestinales y habituales dolores de cabeza.
Navegar en Internet mejora la productividad en el trabajo: Según un nuevo estudio elaborado por investigadores de la Universidad Nacional de Singapur, los trabajadores que dedican algún tiempo a navegar en Internet rinden más y son más productivos. Tras realizar experimentos con tres grupos diferentes de empleados, J.Q. Chen y sus colegas llegaron a la conclusión de que usar Internet contribuye a la recuperación mental de los trabajadores por encima de hacer llamadas de teléfono, enviar mensajes o intercambiar e-mails.
La investigación, presentada en un encuentro anual empresarial en Texas (EE UU), se ha basado en dos experimentos, uno de ellos realizado con estudiantes y otros con adultos. Ambos obtuvieron resultados similares. El proceso consistió en dividir en tres grupos a las personas seleccionadas. Todos buscaron durante 20 minutos las veces que se repetía la letra ‘e’ en un texto. Los siguientes 10 minutos eran de recuperación. Al primer grupo se le asignó otra tarea sencilla, mientras el segundo podía hacer lo que quisiera en ese lapso de tiempo y los integrantes del tercero navegaban por Internet. Después del descanso los integrantes de los tres grupos volvieron a buscar la letra ‘e’ en un texto. Los resultados indicaron que los que habían navegado en Internet durante los 10 minutos anteriores fueron más productivos a la hora de realizar la tarea. Además presentaron menores niveles de cansancio y de aburrimiento, así como un mayor interés por su trabajo. En definitiva, los empleados que hacen pausas para consultar algo en la Red rinden más que quienes trabajan de forma ininterrumpida o se distraen de otro modo.
La costumbre de consultar Internet en el trabajo y “perder el tiempo” navegando recibe en inglés el nombre despectivo de cyberloafing. “Los gerentes de las empresas deben entender que prohibir todas las formas de uso personal de la web no sólo es una medida inefectiva, sino que puede ser contraproducente desde el punto de vista de la productividad”, concluye Chen.
El estudio revela también que los e-mails personales sí son perjudiciales, ya que reducen la concentración. Cuando además los empleados responden a los correos electrónicos, pueden experimentar emociones negativas y ver interrumpido el flujo de trabajo.
Trabajar en turno de noche predispone a sufrir diabetes y obesidad: Tanto cruzar el charco en avión como trabajar en turnos de noche no solo causan ojeras, somnolencia y mal humor. Estas actividades también puede favorecer la diabetes y la obesidad por un desajuste en el reloj biológico que altera la secreción de la insulina, según demuestra un estudio que publica la revista Science Translational Medicine y del que se hace eco la agencia SINC.
“Nuestros resultados muestran que las personas que trabajan en turnos de noche y tienen predisposición a la diabetes tienen más posibilidades de desarrollarla”, afirma Orfeu M. Buxton, neurocientífico de la Escuela Médica de Harvard (EE UU) y líder de la investigación. Para llegar a esta conclusión, Buxton y sus colegas trabajaron durante seis semanas con 21 personas sanas. Los voluntarios durmieron 10 horas diarias durante las tres primeras semanas, pero luego su descanso se redujo a 5,6 horas de sueño cada 24 horas para simular las rotaciones en los turnos de trabajo. Además, en el mes y medio que duró el estudio no pudieron practicar ejercicio.
La alteración de los ciclos de vigilia-sueño afectó a las células pancreáticas secretoras de insulina, que produjeron un aumento de glucosa en sangre. Es decir, el paso previo a la diabetes. También la masa corporal se vio afectada, ya que los participantes mostraron una reducción de la actividad metabólica que se podría traducir en un aumento de peso anual de más de 4,5 kilos.
La buena noticia es que, si el reloj circadiano se reajustaba, al cabo de nueve días los efectos negativos en el organismo revertían. Los expertos aún no están seguros de cómo mejorar la salud después de años de interrupción circadiana, pero proponen reducir la frecuencia en los turnos de trabajo para minimizar sus consecuencias. En este sentido, los turnos de trabajo que cambian cada mes serían menos perjudiciales que los que lo hacen cada pocos días.
¿Qué ventajas tendría una semana laboral de cuatro días?: En los últimos meses, varios economistas estadounidenses han propuesto que la semana laboral debería durar solo cuatro días, de lunes a jueves, con 10 horas de trabajo diario. De este modo, argumentan, se conseguiría aumentar la eficiencia y reducir los gastos tanto de las administraciones públicas como de las empresas.
En el estado de Utah (EE UU) han dado un paso más y ya lo han puesto a prueba. Y han demostrado que, si el fin de semana durara tres días, al dejar de encender las luces de las oficinas públicas, no usar ordenadores y ascensores los viernes y ahorrar en aire acondicionado y calefacción cada viernes se podrían reducir los gastos de Utah en varios millones de dólares cada mes. El medio ambiente también se beneficiaría porque “los empleados pasarían en la carretera un 20% menos de tiempo a la semana” asegura John Langmaid, editor de la revista Connecticut Law Review y uno de los principales defensores de esta medida. Y además, en encuestas a la población  se ha confirmado que el 82% de los estadounidenses estaría a favor de este cambio en los hábitos laborales. Por otra parte, estudios de la Universidad Brigham Young coordinados por la investigadora Lori Wadsworth sugieren que la medida aumentaría el rendimiento de los trabajadores.
Trabajar demasiadas horas puede dañar tu corazón: Las personas que habitualmente trabajan más de 11 horas al día pueden ver aumentado el riesgo de sufrir patologías cardíacas en un 67% frente a quienes pasan en el puesto de trabajo 8 horas diarias, según un estudio británico publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
No obstante, los autores del trabajo, que han monitorizado la salud y los hábitos de 7.100 trabajadores británicos de 39 a 62 años de edad durante 11 años, también aseguran que no está claro si el riesgo cardiovascular se debe sólo al aumento del tiempo dedicado a trabajar o si también contribuye el hecho de que trabajar muchas horas extra suela ir acompañado de malos hábitos alimentarios, falta de ejercicio físico y, en ocasiones, depresión.
Los autores del estudio sugieren que habría que incluir el número de horas de trabajo en el Índice Framingham, un indicador del riesgo de enfermedad coronaria que hasta ahora incluía como marcadores la edad del paciente, el colesterol total en sangre, la presión arterial y el hábito de fumar
¿Es mejor tener jefe o jefa?: En los lugares de trabajo con más mujeres ocupando cargos directivos se toman decisiones más democráticas y se establecen cauces de comunicación más interpersonal. Estas son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III (Madrid).
El estudio, publicado en la revista Journal of Business Research, ha analizado las diferencias entre equipos de dirección con distinta presencia de mujeres. "En línea con las diferencias que se conocen entre géneros en el estilo individual de liderazgo, encontramos que en los lugares de trabajo con más mujeres directivas se hace un seguimiento más individualizado del empleado", ha explicado Eduardo Melero, uno de los autores. El investigador indica que si una empresa quiere aplicar prácticas dirigidas a un mayor contacto entre dirección y empleados, sería más fácil lograrlo si en los altos cargos predomina la presencia femenina. Además, aunque de forma menos clara, en el estudio se observa que en estos ámbitos se toman decisiones de manera más democrática.
Los datos analizados proceden de la Workplace Employment Relationships Survey, una encuesta representativa de todos los lugares de trabajo del Reino Unido. Los científicos tuvieron en cuenta otros factores que podrían haber interferido en los resultados, como por ejemplo las características de la empresa, el sector profesional o el tipo de personal, controlando dichos factores en el método estadístico empleado.
¿En qué país se trabaja más?: Los españoles trabajan más horas que los alemanes, los ingleses, los noruegos. los finlandeses o los franceses, según el informe Society at a Glance que acaba de difundir la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyos resultados desmontan algunos de los tópicos sobre qué países son más trabajadores. Según los datos, los españoles dedican al trabajo remunerado de media unas 4,6 horas diarias (276 minutos), lo que supone unas 32 horas semanales, un 19% más de lo que lo hacen los alemanes, 3,75 horas (232 minutos), pero un 26% menos que los japoneses.
Bélgica es el país miembro de la OCDE donde menos se trabaja, seguido de Dinamarca. Por otra parte, el estudio sitúa a México, Japón, Portugal y Canadá por este orden, como los países cuyos ciudadanos pasan más horas en el trabajo o realizando actividades no remuneradas, como las tareas domésticas.
La OCDE señala también que España es el sexto país, de los 30 que forman parte de la organización, en el que mayores diferencias hay entre hombres y mujeres en el trabajo no remunerado. En concreto, el informe señala que las féminas dedican casi el triple de tiempo a las tareas domésticas que los varones. La diferencia de género en cuanto al trabajo no remunerado en España es de 3 horas y 7 minutos, mientras que la diferencia promedio en la OCDE es de 2 horas y 28 minutos.
Que seas perezoso o trabajador depende de la química de tu cerebro: En el trabajo, ¿te consideras una persona vaga o más bien dinámica y emprendedora? La voluntad que exhibimos a la hora de trabajar depende, en gran parte, de la química de nuestro cerebro, según un estudio que acaba de publicar la revista Journal of Neuroscience. Usando una técnica de mapeado del cerebro conocida como tomografía de emisión de positrones (PET), los investigadores encontraron que las personas más diligentes, que se muestran dispuestas a trabajar duro para obtener mayores recompensas, liberan más cantidad de dopamina en zonas del cerebro relacionadas con la motivación, concretamente el estriado y la corteza prefrontal ventromedial. Por otro lado, los empleados “gandules”, que trabajan poco incluso si esa "flojera" implica una reducción de sus ingresos, tienen altos niveles de dopamina en una zona cerebral implicada en las emociones y en la percepción del riesgo: la ínsula anterior. En otras palabras, la liberación de dopamina en la ínsula está relacionada con un menor deseo de trabajar, sin importar las pérdidas económicas que eso implique.
El estudio es el primero en mostrar que la dopamina puede tener efectos opuestos según la zona en la que actúa y cómo esto explica las diferencias individuales en el comportamiento de los trabajadores. Las conclusiones ayudarán a entender los trastornos de la motivación implicados en enfermedades mentales como la depresión o las adicciones.
¿Qué es el "síndrome de la vida ocupada"?: ¿Se te olvida con frecuencia dónde dejaste las llaves, o dónde aparcaste el coche? ¿Te cuesta recordar los nombres de las personas con las que te relacionas? Es posible que sufras el “Síndrome de la vida ocupada”. Así han denominado los investigadores del CPS Research, un centro de investigación de Glasgow (Escocia), al problema de desmemoria y falta de concentración que padecen muchas personas como consecuencia de un estilo de vida frenético, con múltiples ocupaciones en el hogar o el trabajo y el bombardeo incesante de información procedente de teléfonos móviles, televisión, radio, internet…
Ante esta situación, los investigadores han puesto en marcha un estudio clínico bautizado "Eureka" para tratar de averiguar si este tipo de olvidos - que no deben ser confundido con una pérdida seria de memoria, la cual sí puede estar relacionada con la demencia presenil- pueden ser tratados con una dosis baja de un fármaco que se usa para tratar Alzheimer, la memantina.
Si duermes poco, tus neuronas se echan "una siesta" mientras estás despierto: Cuando no dormimos lo suficiente, parte de las neuronas de nuestra corteza cerebral se toman un descanso en forma de una breve "siesta" mientras permanecemos despiertos. Estos "apagones" neuronales pueden ser responsables "de los lapsus de atención, el bajo rendimiento cognitivo, los despistes, el deterioro de la capacidad de juicio o la irritabilidad que aparecen tras de permanecer muchas horas despiertos, incluso si no sentimos sueño", aclara Giulio Tononi, investigadorde la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU) y coautor del estudio. Lo más curioso, según Tononi, es que en el cerebro privado de sueño grupos de neuronas se desconectan en zonas de la corteza cerebral mientras el resto permanecen despiertas.
Para llegar a esta conclusión, Tononi y sus colegas obligaron a un grupo de ratas a permanecer despiertas durante varias horas. A continuación, registrando la actividad eléctrica de su corteza cerebral, observaron que, aunque los electroencefalograbamas indicaban que estaban despiertas, había intervalos en los que algunas partes del cerebro se desconectaban. Y esto afectaba al rendimiento cognitivo de los animales. Los periodos en los que las neuronas se desactivan aumentaron a medida que se alargaba el tiempo de vigilia forzada.
Es más, según Thomas R. Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, que ha cofinanciado el estudio, la investigación "sugiere que la privación de horas de sueño en la adolescencia podría tener consecuencias emocionales y cognitivas adversas que podrían afectar al desarrollo cerebral".
¿Qué tipo de "trabajador quemado" eres?: El estrés laboral crónico y la percepción de falta de reconocimiento en el trabajo forman el caldo de cultivo para que aparezca el síndrome de burnout, del ‘trabajador quemado’. Un equipo de científicos españoles ha analizado las variables que influyen en el desarrollo de los tres subtipos del trastorno: frenético, sin desafíos y desgastado.
El estudio, publicado en BMC Psychiatry, revela las variables sociodemográficas y laborales asociadas a cada uno de ellos. Mediante cuestionarios, Jesús Montero-Marín, autor del estudio e investigador senior en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, y sus colegas encuestaron a una muestra de 409 empleados de la Universidad de Zaragoza.
Así han llegado a la conclusión, por ejemplo, de que el perfil ‘frenético’ se asocia con el número de horas de trabajo. Una persona que dedique más de 40 horas por semana a su tarea laboral tiene una probabilidad casi seis veces mayor de desarrollar el síndrome, comparado con otra con un horario inferior a 35 horas. Este tipo de empleados suele tener una alta implicación en su cargo, grandes ambiciones y una elevada sobrecarga de tareas.
Un trabajador dedicado a tareas monótonas, con tendencia al aburrimiento y a la falta de desarrollo personal, tiene más riesgo de desarrollar el perfil ‘sin desafíos’. Concretamente, el personal de administración y servicios tiene una probabilidad casi tres veces mayor de pertenecer a este grupo, comparado con el docente e investigador. Además, es un perfil sobre todo masculino. “Mientras que ellos tienden a alejarse de los objetivos de la empresa, ellas terminan por desarrollar agotamiento emocional”, explica el psicólogo en declaraciones a la Agencia SINC.
Por su parte, el tipo ‘desgastado’ suele aparecer en personas que, con una larga trayectoria en la misma empresa, terminan por descuidar sus propias responsabilidades, dada la falta de reconocimiento que perciben a su alrededor. Así, un trabajador con más de 16 años de servicio en un mismo lugar de trabajo presenta un riesgo cinco veces superior a desarrollar este tipo de perfil, comparado con otro que lleve menos de cuatro años de servicio.
Sea cual sea la clase de burnout, el trabajador experimentará agotamiento emocional, cinismo o falta de eficacia en el trabajo. El tipo de contrato también influye en la gestación del burnout. Los empleados con contrato temporal se encuentran más implicados con la empresa porque buscan una vinculación que les proporcione mayor estabilidad. Esta actitud puede desembocar en el desarrollo de un perfil de tipo ‘frenético’, el mismo que registran los contratados a media jornada, “probablemente, pluriempleados”, apunta el experto. Respecto al nivel académico, la peor parte del burnout se la llevan los dos extremos de la muestra: la gente más formada y aquella con menos estudios.
Los lunes empiezan con mal pie: A la mayoría de la gente no le gustan los lunes. Y el científico australiano Tim Olds acaba de identificar uno de los motivos. Según revela un estudio que se presentará mañana en la Conferencia de la Asociación Austroasiática sobre el Sueño, la noche que menos dormimos es la que transcurre del domingo al lunes. Y eso hace que empecemos la semana con una considerable falta de sueño.
Sus resultados se basan en un experimento masivo con 4.000 niños y adolescentes australianos de edades comprendidas entre 9 y 18 años. Analizando sus hábitos, Olds ha llegado a la conclusión de que estamos acostumbrados a trasnochar los viernes y los sábados, y que “el domingo nos acostamos tarde porque no queremos dejar el fin de semana atrás”. Esto causa un déficit de horas de sueño que tiene consecuencias negativas, como un sistema inmune más débil, dificultades para memorizar y problemas de atención.
Olds también ha calculado cómo cambian los patrones de sueño a medida que crecemos. Por término medio, los niños australianos de 9 años duermen 10 horas cada noche. Este tiempo se reduce en 9 minutos por cada año cumplido hasta alcanzar los 18. Pero además, en las noches que separan dos días lectivos los adolescentes reducen aún más su tiempo de descanso.
Paradójicamente, los fines de semana sí descansamos el tiempo suficiente. Esta diferencia es especialmente extrema en Corea, donde estudios recientes muestran que los jóvenes coreanos duermen 4 horas y media durante la semana escolar, frente a una media de 13 horas de descanso nocturno en fines de semana y vacaciones.
En cuanto a los niños y adolescentes españoles, los expertos aseguran que también sufren una falta de sueño crónica, ya que más de un 60% duerme una hora o dos menos de las nueve aconsejadas.
Así es la crisis de los 30: Un estudio realizado por Oliver Robinson, de la Universidad de Greenwich (Londres), revela que mucho antes de cumplir los cincuenta sufrimos una crisis previa con similares síntomas: inseguridad, depresión, soledad… Ocurre alrededor de los 30 años, cuando los adultos sienten la "presión de triunfar antes de cumplir los 35". Según el investigador, normalmente esta crisis atraviesa fases: primero el "adulto joven" se siente atrapado en sus opciones, siente un fuerte deseo de cambiar, decide dejar su trabajo o su relación sentimental y probar nuevas experiencias, y finalmente recupera el control y empieza una nueva vida más centrada en sus intereses y valores. Robinson dice que esta crisis es positiva y que el 80% de los sujetos, cuando mira hacia atrás, se alegra de las decisiones que tomó entre los 30 y los 35.
De acuerdo con el estudio, que se ha presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad Psicológica Británica en Glasgow, el estrés en el trabajo, las relaciones de pareja y de amistad y las expectativas son los principales factores que desencadenan el conflicto interno. Además, Robinson concluye que los sujetos más vulnerables son adultos con educación superior, con fuertes deseos de tener éxito y con un concepto idealista con respecto a cómo debería ser su vida.

Bibliografía: Revista Muy Interesante y varios datos extraídos del internet

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